jueves, 23 de agosto de 2018

30 AÑOS DE CHISTES DEL CRUZADO ARAGONÉS


Hace treinta años ya que dibujo chistes para el semanario local de Barbastro “El Cruzado Aragonés”.
Como pasa el tiempo.
Concretamente desde 1988 estando como directora Elena Martija (D.E.P).
Me gustaba mucho dibujar desde niño y lo hacía como hobbie, así que, no recuerdo bien el porqué, me ofrecí como dibujante colaborador al semanario de Barbastro.
Quizás fue la vanidad de los veintipocos años. Hoy en día seguramente no me atrevería a ofrecerme.
Y la respuesta de su directora fue afirmativa, pero con una inesperada propuesta: Dibujar viñetas o chistes; “Dibujar una tira cómica” fueron sus palabras exactas.
Curiosa y casualmente, a la vez se había ofrecido otro dibujante: Santi (Santiago Sánchez).
Así que la oferta de colaboración fue para ambos dos:
Realizar esta viñeta en semanas alternas. Una semana cada uno.
Y aunque era algo que ninguno de los dos habíamos hecho nunca, no sé si algo inconscientemente (hablo por mi), aceptamos el reto.
Pero, treinta años después, aquí seguimos intentando sacar una sonrisa al personal cada quince días en la contraportada del periódico.
Y para bien o para mal, en tantos años claramente hemos evolucionado en la forma y en el fondo, hasta incluso hallar un estilo propio.
Cada uno el suyo.
La calidad de nuestro trabajo, no seré yo quien la valore. Desde luego, y seguro que hablo también por Santi, está realizado con el mayor de los entusiasmos y ganas. No somos profesionales.
Aunque a una media de veinte viñetas al año calculando bajo, llevamos realizadas al menos seiscientas viñetas cada uno. 
Y repito; aunque no me considero más que un amateur o aficionado, si me siento dibujante humorístico o gráfico.
Porque pienso que cualquiera que dibuje de forma satírica en un periódico, revista, blog, Internet, cuaderno, o una simple servilleta de papel para mostrarla a los amigos e intentar obtener su sonrisa, lo es.
Se trata de utilizar tus mejores o peores habilidades como ilustrador, y apoyarte en la sátira para realizar observaciones, razonamientos o críticas visuales de la vida social, de una forma irónica y más o menos divertida.
Siempre intentas que sea lo más divertida posible claro.
Reconozco que como casi todas mis ideas, reflexiones o incluso aventuras, las ideas de los chistes casi siempre surgen en momentos de aislamiento introspectivo… cuando corro o camino por el campo o la montaña.
Y depende mucho de la inspiración. Unas veces surge con facilidad, y otras es un auténtico parto.
Casi siempre, más que el chiste en sí, me cuesta concluir el tema sobre el que hacerlo. Cuando tengo el tema en la cabeza, me aparecen las ideas y la inspiración con bastante facilidad. Me he dado cuenta que con la práctica de los años, desarrollas una especie de instinto para sacar ideas casi a diario de noticias que escuchas, cualquier conversación u observaciones a tu alrededor.
Como un modo inocente de expresar mis inquietudes o la de los que te rodean, y plantear diferentes enfoques a través del dibujo, la sonrisa o la risa.
Muchas veces te inspiran circunstancias personales, pero otras muchas en lo que observas a tu alrededor, siendo solo objetivo portavoz.
Es humor apoyado en el uso de la ironía, la exageración e incluso en algunos casos el ridículo, para exponer o señalar acciones de alguien en particular o de la sociedad en general.
Muchas veces una forma de reírnos de nosotros mismos.

Y después de tantos años, incluso en un periódico humilde de pueblo, he comprendido muy bien que este tipo de creación es complicada, debido a tu exigencia personal pretendiendo la búsqueda del equilibrio entre lo irreverente y la corrección, entre tu propia sensibilidad y la de quien lo lee.
Como me dijo una vez Lolo San Pedro, la actual directora del Cruzado, la viñeta es una de las pocas formas de periodismo que aún goza de total libertad.
No lo entendí entonces, quizás porque no contemplaba una viñeta como una forma de periodismo; pero ahora lo entiendo perfectamente, y en cierta forma me siento periodista.
Las caricaturas o chistes, son mensajes cortos e ingeniosos, y resultan ser un excelente y rápido medio para la transmisión de cualquier mensaje.
Y van mucho más allá de esa manifiesta y graciosa fachada.
Son una forma sana de recobrar algo la potestad ante los que controlan el poder y nuestras vidas.
Un caricaturista o dibujante gráfico, es como un solitario mercenario que dispara siempre con la esperanza de dar de forma eficaz, aunque no incontestable, en la diana. Su humor es su arma; Un arma que no mata.
Porque verdaderamente el humor es nuestra última defensa; la que nos aleja de la incultura, la tiranía y el salvajismo.
Uno ríe y sonríe cuando es feliz. La risa disminuye la diferencia entre las personas. Es un idioma universal. Y uno se atreve a reírse del que más tiene o del intolerante, que casualmente es el que menos lo entiende.
Porque quienes viven conquistados por la necedad y perturbados por el odio, no soportan la libertad, y menos aún si esa libertad te la da el humor y la risa.
El humor, la risa, es un amotinado grito de libertad, y como tal es ingobernable.
El humor nos hace libres y fuertes.
Así que si Lolo. Ahora si lo entiendo y además lo practico.
No sé cuántos años más seguiré dibujando estas viñetas; De momento treinta, y estoy orgulloso de ello.

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