Un
alma marcada por su carácter natural y estimulante.
Ese
alma o espíritu del lugar, es accesible trivialmente, o bien a través del
germinar de una emoción especial que nos pone en contacto con nuestra propia
alma.
Podemos acercarnos a ese lugar a través del conocimiento físico: vegetación, superficie, relieve... o bien como a mí mas me gusta; a través de nuestra conexión personal y nuestras sensaciones al ver y sentir ese paisaje, ese río, valle o montaña
Podemos acercarnos a ese lugar a través del conocimiento físico: vegetación, superficie, relieve... o bien como a mí mas me gusta; a través de nuestra conexión personal y nuestras sensaciones al ver y sentir ese paisaje, ese río, valle o montaña
La
Aigüeta de Barbaruens es muchas cosas: Matices de luz, olores que trae el
viento, fragancias y perfiles de su
atmósfera, el sonido del agua, e incluso detalles tan sutiles, que sólo
podremos reconocer entrando a ella con un estado de conciencia análogo al
lugar.
Entonces,
es cuando mantienes una relación directa, y consciente, con el alma de ese
lugar. Por un instante, por unas horas, te conviertes en parte de ella.
Es un
proceso de asimilación, que a partir del conjunto de tus vivencias, de tu
experiencia, se abre en el tiempo.
Vivencias,
recuerdos, evocaciones. En cada poza, en cada salto de agua, el espacio pasa a
formar parte del ser, casi cargado de un significado entre el recuerdo y el
rito.
Se conviene, deporte, naturaleza, fiestas, ritual, e incluso se reconocen cualidades de tu propia identidad.
Se conviene, deporte, naturaleza, fiestas, ritual, e incluso se reconocen cualidades de tu propia identidad.
Conforme
se acumulan vivencias relacionadas con un lugar, con el tiempo, la identificación con él se
acentúa, y deseas que todo siga igual, que nada cambie.
En un
mundo que todo se mueve vertiginosamente, acercarse a un paraíso como la
Aigüeta de Barbaruens, te produce una armónica relación con la naturaleza y
contigo mismo, acercándote a algo parecido a la satisfacción.
Porque
como tú mismo, tiene un poco de todo: resaltes, remansos, rampas,
vetas y torrentes... en definitiva, “luces y sombras”.
Es mi barranco favorito del Pirineo.
Vaya partido que le estás sacando a la Gopro. Muy chulo el vídeo. Solo de verlo se refresca uno. Un día de estos tengo que volver a hacer algún barranco.
ResponderEliminarSaludos.
Y que lo digas!!Me la compré con está intención. Hacer un video de cada barranco como yo los veo y siento. Gracias!!
ResponderEliminarBonito lugar,, que suerte tenemos de tener estos barrancos tan preciosos y más suerte de poderlos ver gracias a tu magnifico reportaje, que en mi caso no los hubiese visto nunca... gracias Javi, espero ver más.
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