
Este pasado domingo fui en familia a la excursión del senderismo Infantil de Montañeros de Aragón Barbastro. Una preciosa vuelta circular de ocho kilómetros y medio, diseñada por Daniel Vallés, pasando por las ruinas románicas o el poblado celtíbero del Almerge o ciudad muerta.
Un
recorrido que hice con los Scouts en muchas ocasiones cuando niño desde
Barbastro.
Porque
todos hemos sido niños, e incluso algunos en determinados instantes lo seguimos
siendo.
Que
sonrisa más hipnótica.
En
aquellos años, cuando nosotros éramos niños, algún momento alguien también se
hipnotizó y contentó contemplando la nuestra, o nuestro juego... y él, como no,
también fue niño antes que nosotros.
Los niños, su proceso físico, mental y afectivo; esos registros saturados de energía y risa, se convierten en una explosión de fuerza.
Los niños, su proceso físico, mental y afectivo; esos registros saturados de energía y risa, se convierten en una explosión de fuerza.
Que
gusto verlos y ser partícipe. Y cuanto se aprende mediando con ellos.
Observando, compartiendo, ahondas, y todo te retrotrae a tu propia infancia. Está claro que nuestro talento es limitado, pero nuestro corazón, nuestro sentir, no tiene fin.
Observando, compartiendo, ahondas, y todo te retrotrae a tu propia infancia. Está claro que nuestro talento es limitado, pero nuestro corazón, nuestro sentir, no tiene fin.
Viendo
disfrutar a los niños, a mi hija, en la excursión.... disfrutando junto a
ellos, te das cuenta que es en la sencillez, y no en la complejidad, donde
reside la razón, el juicio y la lógica de todo.
Que sencillo es todo y que fácil divertirse y reír.
Voy a repetir un eslogan que escuché una vez a unos niños y que nunca olvidaré: - ¡Ganamos!, ¡perdimos!, ¡igual nos divertimos!....
Que sencillo es todo y que fácil divertirse y reír.
Voy a repetir un eslogan que escuché una vez a unos niños y que nunca olvidaré: - ¡Ganamos!, ¡perdimos!, ¡igual nos divertimos!....
Ese
es el espíritu que se revela desde un principio en un deporte en naturaleza,
compañerismo y complicidad. Compañeros, camaradería.
Se
trata de realizar, de compartir, de delegar a los niños unas actividades sanas
y divertidas en la naturaleza; de darles a conocer, de disfrutar en unión, y
nunca jamás de imponer.
Se
trata de educar, guiar, y no de disciplinar ni someter.
Desde la infancia nos endosan destinos.
Desde la infancia nos endosan destinos.
Y
como padre, tengo muy claro que nadie está en el mundo para realizar los sueños
de sus padres, sino los suyos propios.
Porque
no hay desahogo más grande en la vida que comenzar a ser lo que se es.
Y
llevarlos de excursión, educarlos en el respeto y disfrute de la naturaleza, no
es ninguna coacción; es educación. Es como estudiar derecho. Después te sirve
para otras muchas carreras.
Civismo,
conciencia, formación, respeto, superación, camaradería,... Un montón de
valores para sus soportes.
Después,
serán lo que ellos sean.
El
padre de uno de los que ahora me acompañan a mis viajes de aventura, me contó,
que a su hijo, nunca lo apuntó de pequeño a un club de montaña, porque le daba
miedo que escalara o hiciera ese tipo de actividades.
Entiendo
que debes proceder al revés: si te da miedo que tu hijo practique de mayor ese
tipo de actividades, no lo dudes, y edúcalo desde pequeño para que aprenda a
desenvolverse en ella, a admirarla, pero sobre todo a respetarla.
Senderismo
infantil y familiar. Una gran iniciativa desde Montañeros de Aragón Barbastro.
Información:
www.clubmab.org Teléfono: 974311020
No hay comentarios:
Publicar un comentario