Las metas y la constancia.
La constancia es el factor determinante para convertir las aspiraciones en realidades, y la base de la constancia es la fuerza de la voluntad.
Muchas las personas están dispuestas a abandonar sus sueños o propósitos a la menor oposición. Otros siguen, hasta alcanzar su meta, que es suya y solamente suya.
Con constancia se logra llegar a la meta marcada.
Dos ranas cayeron accidentalmente dentro de un recipiente con crema, e inmediatamente notaron que se hundían.
Era muy difícil nadar o flotar en esa densa masa de fluido.
Al principio, las dos patalearon para intentar llegar al borde del bote y solo conseguían hundirse mas.
Cada vez les resultaba mas difícil salir a la superficie y respirar.
Al rato, una de ellas comentó en voz alta:
- No puedo más. Es imposible salir y como voy a morir, no veo porque alargar este sufrimiento. No tiene sentido morir extenuada por tanto esfuerzo inútil. Y dicho esto , dejo de patalear y se hundió engullida por el viscoso líquido.
La otra, mas sufrida o mas tozuda, se dijo a si misma:
- Es muy difícil progresar y mantenerse pero no me daré por vencida, seguiré intentándolo, a ver si encuentro un camino; lucharé todo el tiempo que pueda.
Y siguió pataleando y batiéndose sin avanzar nada de nada. Tras unas horas, de pronto ... de tanto patalear, batir, sacudir y pelear ... La crema, se convirtió en una especie de prieto sebo.
La rana boquiabierta dio un salto y deslizándose con facilidad llegó a el borde del recipiente, y croando alegremente regresó a su casa.
La constancia es el factor determinante para convertir las aspiraciones en realidades, y la base de la constancia es la fuerza de la voluntad.
Muchas las personas están dispuestas a abandonar sus sueños o propósitos a la menor oposición. Otros siguen, hasta alcanzar su meta, que es suya y solamente suya.
Con constancia se logra llegar a la meta marcada.
Dos ranas cayeron accidentalmente dentro de un recipiente con crema, e inmediatamente notaron que se hundían.
Era muy difícil nadar o flotar en esa densa masa de fluido.
Al principio, las dos patalearon para intentar llegar al borde del bote y solo conseguían hundirse mas.
Cada vez les resultaba mas difícil salir a la superficie y respirar.
Al rato, una de ellas comentó en voz alta:
- No puedo más. Es imposible salir y como voy a morir, no veo porque alargar este sufrimiento. No tiene sentido morir extenuada por tanto esfuerzo inútil. Y dicho esto , dejo de patalear y se hundió engullida por el viscoso líquido.
La otra, mas sufrida o mas tozuda, se dijo a si misma:
- Es muy difícil progresar y mantenerse pero no me daré por vencida, seguiré intentándolo, a ver si encuentro un camino; lucharé todo el tiempo que pueda.
Y siguió pataleando y batiéndose sin avanzar nada de nada. Tras unas horas, de pronto ... de tanto patalear, batir, sacudir y pelear ... La crema, se convirtió en una especie de prieto sebo.
La rana boquiabierta dio un salto y deslizándose con facilidad llegó a el borde del recipiente, y croando alegremente regresó a su casa.
Una muy sencilla
condición rige la cuestión de establecerte metas y después conseguirlas:
Idear la meta. Creer firmemente en su realización.
Hacer lo que debemos y sobre todo tener paciencia.
No se que general decía:- "cien mil hombres vencidos retroceden ante cien mil valientes, solamente porque no creen en la victoria, y están abatidos"
Cuando la idea de la derrota impera en tu mente, ya no hay ningún remedio.
Hay muchas ocasiones que en la vida en general y en el deporte en particular en las que nos sentimos derrotados.
Cuando esto sucede, en lugar de dejarse someter , hay que pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esto? Tanto el triunfo como la derrota se encuentra dentro de nosotros mismos, y la mayoría de las veces de eso depende... de nosotros mismos.
Hacer lo que debemos y sobre todo tener paciencia.
No se que general decía:- "cien mil hombres vencidos retroceden ante cien mil valientes, solamente porque no creen en la victoria, y están abatidos"
Cuando la idea de la derrota impera en tu mente, ya no hay ningún remedio.
Hay muchas ocasiones que en la vida en general y en el deporte en particular en las que nos sentimos derrotados.
Cuando esto sucede, en lugar de dejarse someter , hay que pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esto? Tanto el triunfo como la derrota se encuentra dentro de nosotros mismos, y la mayoría de las veces de eso depende... de nosotros mismos.
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