domingo, 30 de noviembre de 2025

Mi currículum

 Hace no mucho me escribió un periodista y me pidió mi currículum deportivo. Y lo tengo, claro. Pero pensé que no solo me solicitaba una lista de logros, sino una ventana a mi recorrido, a los esfuerzos y aprendizajes que han marcado cada etapa de mi humilde trayectoria. Así que lo reescribí, y lo que le envié no fue únicamente un compendio de resultados, sino una síntesis honesta de mi camino:

Nací en Barbastro en 1967, una tierra que huele a monte incluso cuando no lo buscas. Allí, entre ríos fríos y cielos amplios, descubrí pronto que había algo en mí que me empujaba siempre hacia adelante, hacia arriba, hacia lo desconocido. A los 10 años entré en los Scouts, a los quince en Montañeros de Aragón Barbastro sin imaginar que aquellos gestos adolescentes serían el hilo conductor de toda mi vida. Tuve amigos, maestros y referentes claro: Pepe, Alfredo, Guillermo, Fernando, Carlos, etc… La montaña fue mi primera maestra. Me enseñó a avanzar despacio cuando el cuerpo grita, a escuchar el crujido del hielo antes de pisarlo, o lo más importante, a saber cuándo seguir y cuándo retirarme. En cada ascensión en los Alpes, en Sudamérica, Pamir , África, o en el Himalaya; en cualquier rincón del mundo donde hubiera una cumbre que llamara mi nombre descubrí no solo paisajes, sino versiones nuevas de mí mismo. Subí montañas como quien abre puertas a otras vidas.

Con los años me convertí en monitor, guía, o lo que más me gusta, compañero de muchos que buscaban lo mismo que yo: ese instante en el que el miedo y la belleza se tocan. Y también me adentré en aventuras que pocos entendieron entonces a la primera: correr sobre el desierto ardiente del Sáhara en el Maratón de Sables, cruzar un mar helado como el Báltico a pie, avanzar bajo temperaturas que muerden en la Yukon Arctic Ultra, o dejarme envolver por la selva amazónica en la Jungle Marathon, donde cada kilómetro era una conversación con la naturaleza más salvaje y conmigo mismo. A veces me han llamado valiente y otras, loco. Yo solo sé que nunca he sido un superhombre. Soy una persona normal que encontró en el esfuerzo y en la incertidumbre un lugar donde sentirse vivo. Las medallas, los premios, los reconocimientos… todos ellos han sido sinceras alegrías, sí, pero ninguna se compara a ese segundo en el que descubres que todavía puedes dar un paso más cuando pensabas que ya no quedaba ninguno. Mi historia es sencilla: perseguí caminos que otros evitaban, y en ellos aprendí a escucharme. No buscaba fama ni récords; buscaba paisajes, silencios, compañeros de ruta, y esa pequeña chispa que te dice que estás exactamente donde debes estar. En los últimos años, mi camino ha tomado una nueva dimensión. Comencé a organizar viajes para compartir mis aventuras con amigos, compañeros y viajeros, con la ilusión de que ellos también pudieran vivir lo que yo había experimentado. África, India, Nepal, Perú, Bolivia, Marruecos… cada destino se convirtió en una oportunidad de descubrimiento compartido, donde otros también pudieron sentir la emoción, la incertidumbre y la belleza que tanto me han transformado. Esta etapa, quizá la más humana de todas, me ha enseñado que la aventura es aún más grande cuando se comparte.
Si algo he aprendido es que la aventura no se mide en kilómetros, ni en desniveles, ni en grados bajo cero. Se mide en la forma en que te transforma. Yo solo he sido, todavía soy, un hombre que quiso mirar el mundo desde todos sus límites. Y en cada límite he encontrado una razón para seguir mirando.




















sábado, 8 de noviembre de 2025

Estreno en las Jornadas Montañeras: Kilimanjaro 2025 (El territorio del sueño)

 Estreno en las Jornadas Montañeras: Kilimanjaro 2025 (El territorio del sueño)

Hay montañas que se suben con las piernas, y otras que se ascienden con el alma. “Kilimanjaro 2025” nace de ambas. Es el reflejo de una experiencia vivida hace apenas dos meses, pero que siento que lleva gestándose toda una vida: la de subir, paso a paso, hacia algo que está fuera… y dentro de uno mismo.

Y para mí es de nuevo un honor presentar este audiovisual en las Jornadas Montañeras de Montañeros de Aragón Barbastro, mi club de siempre, mi casa. Será creo, desde 1995 mi quinceava participación, y me emociona pensar que, de alguna forma, estas jornadas han sido una brújula que ha acompañado mi propio recorrido vital.Recuerdo las primeras cuatro proyecciones con diapositivas, aquellas de las grandes expediciones: Aconcagua, Khan Tengri, Manaslu, Cho Oyu… Años de sueños inmensos y horizontes lejanos. Luego vinieron otras tres, de distintos desafíos, más personales: carreras y aventuras en autosuficiencia, retos que buscaban mi límite (Sables, Yukón y El mar Báltico).  Pero si algo he aprendido, es que los proyectos que más me han marcado son estos últimos ocho, los viajes compartidos. Aventuras nacidas de la ilusión y la complicidad, en las que he tenido la fortuna de convencer a amigos y desconocidos que ahora lo son, de que todo es posible, y en las que he descubierto que la verdadera cima no está en la altitud, sino en la actitud del grupo. Que, por mucho que busquemos la aventura allá afuera, la gran batalla, la auténtica ascensión, se libra dentro de uno mismo… Y además, o “a más a más”, como dicen algunos, para alguien que se confiesa cinéfilo, no hay mayor privilegio que estrenar esta obra en el Cine Cortés, el cine de mi pueblo (Gracias José Hernán), ese lugar donde tantas veces soñé con mundos lejanos desde la butaca. Poder proyectar ahora mi propio viaje en esa pantalla es, de alguna manera, cerrar un círculo. “Kilimanjaro 2025”, dentro de su humildad (Es un audiovisual casero, filmado con una pequeña GoPro y realizado con mucho cariño e ilusión) no es solo una película sobre una montaña. Es un agradecimiento a quienes me acompañaron, un reflejo de lo que somos cuando creemos, y cuando avanzamos juntos.

Nos vemos en las Jornadas Montañeras. Nos vemos en casa. Viernes 21 de Noviembre a las 20:30 horas en el cine Cortés. ¡¡Entrada libre claro!!


sábado, 11 de enero de 2025

ADIOS 2024 HOLA 2025

 

Somos esculturas vivientes esculpidas por la experiencia y el tiempo. Si nos descubren el cielo volamos, si nos muestran la tierra sembramos, si nos meten música bailamos, si nos ponen límites soñamos. Tenemos un alma intrépida. Y no es lo que uno tiene, es lo que vale. Propósito de 2025: Seguir teniendo la valentía de ser yo mismo y la insistencia de vivir con autenticidad en un mundo que nos exige y enseña a llevar máscaras. Realizar actos de rebeldía y resistencia al permitir que la palabra yo tengan sentido y peso. Afirmar firme y fielmente a mi ser, con el reconocimiento de que mis luces y mis sombras son intrínsecas. Este año me daré el tiempo, la ocasión, la distancia y la oportunidad de rehacerme. Y hablar. Porque hablar sana, calma y cuida. Hablar para acompañar, para entender, para no malinterpretar; hablar incluso para poner límites, o expresar mis emociones, hablar para dejar de especular, o comunicar. Se está perdiendo el hablar con los ojos, las palabras delicadas, o incluso las conversaciones incómodas. Feliz primer día de 2025!!



domingo, 27 de octubre de 2024

JORNADAS BARRANQUERAS

Ayer, me invitaron a dar una charla en las jornadas de barranquismo organizadas por Montañeros de


Aragón en Alquezar por el 75 aniversario. Tengo el honor de formar parte de la historia del club como socio desde hace más de cuarenta años, en los que me enseñaron a esquiar, a caminar por la montaña y a escalar; posteriormente fui miembro de la junta directiva, participé en la fundación de la primera sección de barranquismo y escalada, impartí cursillos como monitor de escalada en roca, hielo, alpinismo y barranquismo durante años, y formé parte de alguna de las expediciones del club; incluso a mi hija, la asociamos al club el mismo día de su nacimiento. Yo, siempre me he considerado montañero por encima de cualquier deporte que haya practicado, me educaron como tal, y sentirse montañero va más allá de una mera disciplina deportiva, es un espíritu, una conciencia, un corazón; Un espíritu que aplico a cada reto que me propongo. Para mí el deporte, hacer deporte en general, y el montañismo en particular es una búsqueda de superación, el equilibrio, y la mejora como persona (unas veces lo logré, otras no), promueve el intercambio sociocultural, y valores como la auto disciplina, el sentido de grupo, la solidaridad, la comprensión y la tolerancia, y todos estos valores los ejercité y ejército, los aprendí y sigo aprendiendo junto a excelentes personas en este club. Como dijo Mandela. -"El deporte tiene el poder para cambiar el mundo. Tiene el poder para unir a las personas en sólo una dirección. Toda mi trayectoria, como ayer les conté, nació y ha estado necesariamente ligada al barranquismo y a la sierra de guara, donde volvía y vuelvo indispensablemente. Viví (Por edad) toda la evolución de este deporte: Me llevaron a los catorce años por vez primera, fui guía, monitor  y sigo siendo un apasionado de su práctica, sus paisajes y su magia. Admiramos las cosas por muchos motivos, pero las amamos sin razones. Porque lo que nos impresiona, nos impresiona una sola vez; sin embargo lo que nos resulta extraordinario, cuanto más lo contemplamos, más nos lo resulta. Este es mi caso. Me apasionan muchas cosas, sí,  pero una muy importante en mi vida, son los barrancos “de Guara”. No cualquier barranco, “los de Guara”. Mi tierra. Y cada año me reedito. Como cuando se visita a un gran amigo sigo fiel a esa cita. Solo, o acompañando gente para presentárselos como quien presenta a su mejor amigo. Los barrancos de Guara han sido, son y serán, parte de mi vida. Dejo aquí el primer montaje que proyecté en la charla de ayer,  con un recorrido fotográfico por su historia y mi historia deportiva intrínsecamente unidas desde hace ya más de cuarenta años , porque no entiendo lo uno sin lo otro, y sobre todo porque soy consciente que  no hubiera sucedido lo otro sin lo uno. Gracias por la invitación a estas jornadas.




lunes, 14 de octubre de 2024

14 AÑOS DE PADRE

Hoy recuerdo la razón por la cual cada día me hago más y más fuerte... y por el contrario, cual es mi mayor
debilidad.

Sigo mirando a sus ojos y continúo viendo en ellos un universo único, mientras en su corazón van brotando ilusiones que harán que su camino ahora mágico, posteriormente sea único.

Observar crecer a mi hija , es para mí una de las experiencias más profundas y conmovedoras a las que me he enfrentado . Ver cómo madura, como descubre el mundo y se desarrolla en él; Todo repleto de instantes que me llenan de amor y de orgullo. Probablemente porque vea en ella una mezcla de mis propios ideales, anhelos y deseos, o los de su madre; pero lo que más veo, es a una persona única ante su propio camino y destino.

Cada mirada, cada sonrisa y cada pequeño logro, para mí tienen un significado especial. Son un constante recordatorio de profunda conexión, y la advertencia del increíble papel que juego/ jugamos junto con su madre en su vida, como guías, maestros, modelos y protectores.

Ser padre es una experiencia poderosa y transformadora. Lo más increíble, bonito, y peligroso que he hecho en toda mi vida. Porque no es solo está la responsabilidad de cuidar, sino también la de guiar, apoyar y enseñar sobre una vida a la que nunca terminas de tomarle el pulso y en la que tú todavía sigues aprendiendo. Y esto conlleva emociones y desafíos únicos: la alegría de verte crecer, la preocupación por tu bienestar, y la satisfacción de verte convertir en una persona única e independiente. Un proceso de aprendizaje continuo que nos s exige a todos paciencia, dedicación y amor incondicional.

Ser padre incluso implica adaptarme, porque a menudo, eres tú quien me enseña a ver el mundo de maneras nuevas y diferentes.

Feliz cumpleaños, mi bonita Nayra! No puedo creer que ya tengas 14 años. Esto va que vuela!! Estamos muy muy orgullosos de la joven fantástica en la que te estás convirtiendo: fuerte, valiente, inteligente y lo mejor, con un corazón lleno de bondad. A medida que siguas creciendo, recuerda siempre que estamos aquí para apoyarte a cada paso de tu camino, en tus sueños y en tus desafíos. ¡Nunca dejes de ser tú misma, porque eres extraordinaria tal y como eres! Espero que este año esté lleno de nuevas aventuras, aprendizajes y momentos inolvidables. Te amo/ te amamos más de lo que las palabras pueden expresar, ¡feliz 14, mi cielo!



lunes, 7 de octubre de 2024

NO SÉ CUANTOS AÑOS TENGO. SÉ LOS QUE YA NO TENGO: 57

Cuando era pequeño, pensaba en las personas de más de 50 años como esos “abuelos” que acompañaban o recogían a sus nietos del colegio. Nunca me imaginé a mí mismo con esa edad.

Y un día llega. Casi sin pensar, en un respiro, vas y cumples 50. Y en otra exhalación, ¡57!.

Muy bien se tiene que dar, para que viva otros tantos… He vivido ya más de la mitad de mi vida. Más de la mitad de las cosas que “debo vivir”. He plantado algún que otro árbol, he tenido una maravillosa hija, he montado en globo, y aunque no he publicado ningún libro, creo que lo de escribirlo lo tengo ya convalidado. Y bueno, independientemente de este conocido formulario, he tenido la fortuna de perseguir y cumplir muchos de aquellos sueños de aventurero y trotamundos que revoloteaban  por mi cabeza cuando era niño. Así que no puedo quejarme.

Este año una reflexión me llevó a decidir señalar que ya no sé cuántos años tengo; sé los que ya no… “hoy ya no tengo 57”. Una buena oportunidad para agradecer, ser feliz y compartir.

Desde el día que nacemos, el planeta va dando tantas vueltas al sol como años vamos cumpliendo. Así que incluso me parece algo caprichoso establecer el inicio del año el uno de enero. Pues para cada cual, podría ser precisamente la significativa fecha de su cumpleaños. 

Y aunque cumplir años es como una cuenta atrás, también es una cuenta hacia delante. Y conforme vamos cumpliendo, el espacio dentro de ti se vuelve más sereno y se amortiguan los ruidos del mundo exterior. Mente y corazón se encuentran más en armonía. Cumplir años te permite vivir el presente sin cargas del pasado y sobre todo sin la ansiedad por el futuro. En este caso más es menos. Vas construyendo un refugio personal obrado con aceptación, gratitud y capacidad de soltar lo que no puedes controlar. Así que lo uno por lo otro. O más bien, no existe lo uno sin lo otro…


Hay ciertas cosas que ya he aprendido a lo largo de estos años: Que darlo todo, no significa recibirlo todo; Que hay que disfrutar los instantes, porque son efímeros y fugaces; Que todo sucede cuando tiene que suceder y por alguna razón; Por mucho que te impacientes, ni antes ni después; Que quien te hace llorar no merece tus lágrimas; Que el amor aparece cuando menos lo esperas, y forzarlo a aflorar es una equivocación muy común; Que hay amigos que son familia, y familia que son solamente conocidos; Que siempre hemos de imponer nuestra voluntad a nuestras debilidades en la eterna lucha entre deseos de reto y pereza; Que ser bueno, no es ser idiota. Ser bueno es una virtud o cualidad, que algunos idiotas desconocen. Que no somos lo que dicen que somos, si no lo que hacemos con lo que somos. Y que la palabra exacta, puede abrir puertas imposibles o cerrarlas para siempre.

Lo mejor que he hecho estos últimos años, ha sido aceptar que pase lo que pase, “pasa”. Y que todo lo que pasa o quien pase, por lo que sea, siempre está bien. He aprendido que todas esas veces que me dijeron que callar mantenía la paz, esa paz no era mía. Que el verdadero aprendizaje muchas veces consiste en desaprender.  Que existen dos razones para parar y cambiar: Que aprendiste demasiado, o ya sufriste suficiente. He terminado de ser consciente que ante algunos traumas cerré mi corazón y me puse una armadura, pero que al  sanarlos, lo he abierto y claro, he puesto límites.

Vivimos en unos tiempos en los que se venera la juventud sin concesiones, cuando lo que ahora más


aprecio yo, es que exponencialmente, cada año me gusta más valorar las cosas verdaderamente importantes y disfrutar con pasión mi vida. De esta forma reivindico mi edad, cada edad. Y me gusta celebrarlo, porque cada día que pasa me siento mejor conmigo mismo, y porque significa un año más de crecimiento y aprendizaje. Dejando atrás miedos. Significa que estoy vivo y que estoy aquí, que mi camino aún no ha terminado. Que me quedan muchas cosas que aprender, muchas puertas por abrir,  muchos viajes por hacer, personas por conocer, aventuras por vivir, y escenas que compartir. Pero lo más bonito de cumplir años es, definitivamente, poder hacerlo junto a esas personas que amas. 

Se dice que los ancianos son sabios, y que a fuerza de haber vivido saben más y mejor… así que hazte caso a ti mismo antes de que sea demasiado tarde, dejando de lado las penas, la vergüenza, el miedo a fracasar o a hacer el ridículo, porque nada de eso te importará más adelante. 

Este año descubrí una máxima de Clint Eastwood que me encantó y hago mía: A sus 93 años, está dirigiendo una película (espero que no la última), y le preguntaron: “Señor Eastwood, ¿Cómo hace para mantener esa fuerza de voluntad a su edad?”. A lo que respondió: “No dejo que el viejo entre en mi”…

No tengo más que decir. A por mi siguiente vuelta al sol con los brazos abiertos, para abrazar todo lo que me quiera ofrecer. La última ha estado bien…