viernes, 30 de diciembre de 2011

PLANETA RUNNING


Somos lo que hacemos reiteradamente. La aptitud, entonces, no es un hecho. Es una simple rutina.
El pasado mes, contactaron conmigo para proponerme escribir un articulo sobre mi experiencia en la Jungle Marathon en la revista Planeta Running. Me pareció bien, así que en el nuevo número de enero de la revista, (45) aparece dicho artículo relatando mi vivencia en esta carrera.
Desde que empecé con estas carreras imposibles de “senderismo a lo bruto” (como yo las llamo), con las tres en las que he participado he aparecido reflejado en revistas especializadas ¿?: 
Tras Sables me ofrecieron escribir unas líneas para la revista Trail, tras la Yukón, aparecí expuesto en una entrevista también para la revista Planeta Running, en un artículo sobre las carreras mas duras del mundo, y ahora, tras la jungle, de nuevo este articulo de mi puño y letra para Planeta Running.
Acumular, "aparentar", exigir, vencer y convencer, dogmatizar, adoctrinar y ¿ejercer algún tipo de poder? Tonterías. Tan solo son unas letras más logradas o más erradas, en una revista especializada sobre un tema concreto, del que puedes hablar o escribir porque “estabas allí”. Sin más, pura circunstancia, pura anecdota. 
Aunque..., si no intentas grandes cosas, no las lograrás; y mola ¿no?.


domingo, 25 de diciembre de 2011

IMAGINARIOS DESEOS PARA 2012

" ojo por ojo" y el mundo quedará ciego”
Miguel Ángel Blanco tenía veintinueve años cuando ETA lo secuestró el 10 de Julio de 1997, cuarenta y ocho horas después apareció herido de muerte con dos tiros en la cabeza.
Yo por esas fecha tenia su misma edad, y pocos días después junto a mis compañeros José Vilalta y Chema Grau partía para Kazajstán para escalar el Khan Tengri de 7010 metros.
Todavía recuerdo la sensación de incredulidad e impotencia confundida de rabia que me invadió (a mi e imagino que a casi todos). Me sentí tan entristecido, que necesitaba hacer algo; quería participar de alguna forma de esa protesta contra la sin razón y la violencia que miles de personal obraban por las calles levantando sus manos teñidas de blanco.
Se me ocurrió coser un gran lazo azul y llevármelo al Khan Tengri para subirlo hasta su cima, y después esa foto mandársela a alguna asociación por la Paz o algo parecido “Sería mi granito de arena”,.
Así lo hice, me llevé un lazo azul, y lo sitúe en la cima el 13 de agosto en una noche gélida, cristalina y estrellada, pero aquella foto realizada un día antes a 6500 metros, a caballo entre el Khan Tengri y el Chapaev, nunca la envié a nadie.
Hoy 2011, casi 2012, catorce años mas tarde, esa foto ha revivido entre mis recuerdos, me ha hecho hacer memoria y conmover de nuevo.
La mente es selectiva, muchos de los recuerdos, los desagradables los borra... Nunca mandé la foto, nunca la publiqué, y que mejor día que hoy, al filo de un nuevo año de deseos renovados.
En este 2011, la cifra total de conflictos armados era de 32, la mayoría en África (12) y Asia (12). El resto se en Europa,  Oriente Medio y América.
Por desgracia existe un enorme potencial de inestabilidad y violencia en el mundo, que en ocasiones desemboca en conflictos bélicos. Estoy seguro que es posible un planeta Tierra SIN GUERRAS Y SIN HAMBRE, y que depende de nosotros que lo logremos .
Cada camino, cada vida, cada gesta, es individual, cada uno le debe a si mismo y a los demás la búsqueda de su propio destino y de su fin en este mundo. Cada uno en alguna medida ejerce diferentes papeles e influencias en la sociedad, unos a la vista de todos, y otros en un segundo o tercer plano; con una foto, con un escrito, con una sonrisa, todos podemos hacer algo, porque el denominador común es nuestro deseo de que la humanidad en su conjunto avance hacia la coexistencia pacífica en un planeta sin guerras y sin hambre.
Hoy, catorce años después, publico aquella foto para desear un Feliz 2012 “en Paz”

miércoles, 21 de diciembre de 2011

SALOU, el camino a Nueva York

Antes de expresar algo, es necesario saber lo que se quiere decir. Hay que reflexionarlo y prestar atención a lo que sucede en nuestro interior; se trata simplemente de SENTIRLO. ¿Qué siento? Satisfacción y bienestar. 
El pasado fin de semana me desplacé a Salou a regañadientes, y con el “único” objetivo de realizar la marca que me permitiera acceder directamente a la inscripción para la Maratón de Nueva York 2012; maratón que siempre he tenido en la cabeza participar como una de mis ¿pretensiones?, y este año 2012 que no aspiro hacer ninguna “Gran aventura personal”, era un buen año para encajar este deseo en un viaje familiar y vacacional y consumarlo. Así que con desgana, pero con la afable compañía de mis grandes amigos José Mª, Raúl, Edu, Bego y Miguel, bajé a Salou por tercer año consecutivo (los otros dos nos sirvió de pretexto para reunirnos con mi buen amigo Marcel Batlle, y este año que me hubiera secundado como liebre, no pudo unirse). 
Allí, en Salou, un festival barbastrense. Todo un minibús fletado por el club hermano de Atletismo Barbastro repleto de corredores amigos, en un día que sin sospecharlo anteriormente, se convirtió en una de las medias que más a gusto he corrido, y que más sobrado me he notado. Seguramente abrazaba todo para ello: (coincidencia de planetas); Tras la Jungla y sus meses de entreno, mantengo una muy buena forma física (como me reveló Julen, ahora incluso me hallaré en  un estado de supercompensación del cuerpo tras las brutales palizas), se añadió una cadencia o ritmo que tras entrenarlo estas semanas si encontré, y al mismo tiempo se sumó una motivación extra provocada por el propósito de alcanzar la marca. En definitiva, “un buen día”.
Siempre, aun sabiendo que está a mi alcance el objetivo, antes de comenzar aparece la incertidumbre, el titubeo, “la duda”. Un estado que el paso de los kilómetros se ocupa de acrecentar o apaciguar. Esta vez, y aún siendo cauteloso y prudente en carrera como lo soy siempre,  ese gesto, esa incertidumbre, se fue atenuando ya en los primeros kilómetros, y desapareció totalmente al estrellarse frontalmente con las buenas sensaciones que notaba conforme pasaba el tiempo y la distancia.
En carrera disfruté mucho, e incluso se me hizo corta. Estaba tan a gusto, que escudriñaba en cada circuito, giro o cruce para poder ver a alguno de mis amigos barbastrenses, y se me contentaba el ánimo, la cara, el ritmo y la voluntad al distinguir a Blanca o Monrasín; “que buenos animando”.
Al alcanzar lo últimos kilómetros, noté que, al contrario de otras veces, que como sé dosificarme llego justo, llegaba con fuerzas y holgado para alcanzar finalmente el tiempo que no solo me daba para alcanzar el anhelado objetivo, sino que si hubieran rebajado este año las marcas de acceso a Nueva York, como es el plan para el 2013, también me habría valido esta en mi rango de edad...
Inmediatamente, un donut, un agua, y sin esperar en la llegada al resto de amigos para abrazarles como tanto me gusta, salí pitando para casa perdiéndome esto, y una opípara comida/fiesta de la que espero formar parte en otra ocasión (será una buena excusa para animarme a alguna carrera más), pero es que estoy tan tan embriagado en estos momentos de mi familia, que el pasar un día “festivo” sin “ellas” no lo concibo, así que tocaba bajar para acatar el objetivo, y salir pitando para notar el día completo tras comer y pasar la tarde “satisfecho” con ellas.
Eso sí, en la meta  esperaban y pude abrazar a  mí estimada Begoña, Miguel (amigo/hermano y padrino de mi hija) y Monrasín con Reyes a la que me dio mucha alegría conocer por fin, aunque fuera de esta manera tan apresurada; Ellos hicieron mas dulces aún esos instantes.
Eche de menos poder charlar un rato y compartir con tantos otros, (Mi Ornitopaco, Frenándoos, Yago, Javier, Tom, Pepe, Michel, David, etc, etc ),o abrazar a José Mª que comenzó a correr conmigo hace no muchos años, y ahora cualquiera le suelta un galgo... pero habrá mas ocasiones seguro. Eso sí, los telefonee desde casa, y todos finalizaron contentos tras un gran día de deporte, gastronomía, amistad, y la grata impresión del “beber” cumplido (si, he escrito beber, porque me describió Fernando, que la rehidratación que algunos realizaron en el bufet libre que hasta ese día “estaba abierto” en Cambrils, tras la manducatoria que tampoco se quedó atrás, fue indescriptible...).
Todo sucedió como debe ser cuando todo se confabula y se confabula bien. Sin egos, sin marcas, solo amigos compartiendo un deporte, un día y una “gran”comida común. 
El ego compite, polemiza, piensa... o lo intenta, y siempre quiere salirse con la suya, sin ningún tipo de consideración por los demás. Así que si eres  inteligente, no entraras en inútiles rivalidades que además te piratea el ánimo, te perturban el humor, te minan sicológicamente y encima, lo peor de todo, es no conduce a nada.
Hay competitivos crónicos y para mi lo mejor es evitarlos; hay sectarios empedernidos, y también para mi lo mejor es no entrar en su juego de fanatismos; y luego hay amigos, camaradas, y adictos deportistas individuales. Esos no los dejéis escapar... Enhorabuena a todos.
¡¡¡Viva el Club de Atletismo Barbastro, y la buena gestión de sus directivos, que se evidencia en su buen ambiente!!!
Fotos: Blanca, Miguel y Monrasin. Gracias

lunes, 19 de diciembre de 2011

FELICES FIESTAS.

Una Navidad más en un humilde blog personal. En estas fechas los mensajes, los post, se engalanan de sentimientos que lleguen al corazón, como en la televisión aquel hijo que vuelve a casa por Navidad para cenar en familia...¡que bonito!.
Durante todo el año, confiar, escribir y compartir tus proyectos, conflictos, inquietudes, sueños, e incluso si eres honesto, tus fracasos. Contar y acreditar historias; relatar aventuras y describir personas y situaciones; Se vive, se siente, se agita, y se tiene la imperiosa necesidad de "conectarse" y compartirlo; en realidad de enjuiciarse con otras personas o con otros blogs análogos.
Ahora es Navidad. ¿Te has parado a pensar lo deprisa que pasa el tiempo?... Otro año que se va.
Pero al igual que los deportistas amateurs, seas lento o rápido, lo importante es seguir aquí para decir adiós y hola.
Puede que lo que dejemos atrás no nos haya ido tan bien como deseábamos al principio del año, ni que hayamos podido cumplir esas ilusiones, o esos objetivos que teníamos, pero, da igual porque aun tenemos tiempo para conseguirlo, y compartirlo con quienes queremos. Un nuevo año; unos renovados propósitos. Además, si miras hacia atrás de forma optimista, seguro que encuentras pequeñas cosas de las que si estás satisfecho. Siempre aprendemos cosas nuevas o conocemos personas nuevas; es lo bueno del deporte, que tenemos el privilegio de revalidarnos año tras año y de SENTIRNOS MAS VIVOS.
Porque en realidad, no te engañes, es la suma de esas pequeñas cosas, de esos pequeños instantes de cada día, los que erigen TU FELICIDAD
Desde ya, piensa que el mundo es mejor porque tu estas en él.
Sé que alguno de los que lee este blog, aún sin saberlo, tiene ánimo de campeón. Se que alguno no estará de acuerdo con lo habitual, y está esperando algo nuevo. Pues a esos les diré..., les volveré a repetir, que detrás de una estupenda realidad primero existió un sueño, y tras él un hombre que creyó en si mismo.
FELIZ NAVIDAD a todos, y que este próximo 2012 se cumplan todos vuestros sueños y retos (Deportivos o no), pero sobre todo, que este 2012 creáis en vosotros mismos.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

BERMEO y un AMIGO

El tema sentimientos es una cuestión imprescindible para el hombre. Somos organismos imperfectos,inacabados, y por lo tanto necesitados de los demás, de su correspondencia, de su afecto, de su comprensión y su amistad. Necesitamos sonrisas, gestos, expresiones cariñosas, o en determinados momentos, un enérgico abrazo para poder continuar adelante, y es tan bueno comprenderlo como aceptarlo. Voy a ser estereotipado para definir un amigo, como quien te quiere por encima de cualquier interés o provecho, siente que el otro le corresponde con idéntico afecto, y comparte con él ese similar y noble apego, y reciproco respeto. Esto, si lo piensas bien, no es tan sencillo.
En definitiva, la amistad, es un instante de enriquecimiento a lo largo de tu vida, que has de agradecer y sobre todo disfrutar.
Puedo sentirme orgulloso de haber hecho muchos y buenos amigos relacionados con el deporte durante mi trayectoria. Muchos de ellos en situaciones que, pudiendo tener el efecto contrario, si surge la afinidad, esas situaciones o lugares posibilitan aún más esa adhesión, ese vínculo, esa amistad; como en algunas grandes expediciones, o en estas aventuras deportivas de estos últimos años.
La última, por fortuna no ha sido una excepción y fue el destino el que me unió a Julen Urdaibai para compartir quince días de convivencia, itinerario e intensa aventura en Brasil en la Jungle Marathon, y tras todo ello, puedo llamarlo “AMIGO” y él a mi también.
Este  pasado fin de semana nos desplazamos Rosana, Nayra y yo a Bermeo (ciudad de donde es, y donde reside Julen). El propósito, reencontrarnos, darnos un fortísimo abrazo, y presentarnos a nuestras respectivas familias, de las que, tanto el uno como el otro tanto nos habíamos hablado con nostalgia. Que alegría nos dio a ambos vernos de nuevo (eso se vislumbra por fuera y se siente por dentro).
Por fin he, hemos conocido a su encantadora familia de la que tanto y tan bien me hablaba durante nuestras conversaciones : sus cuñados, sus suegros, su madre, su afable mujer Laura, y su   vivaz y risueño hijo Unai.
Charlas, sonrisas, animados paseos, indescriptibles paisajes, afecto, correspondencia, familiaridad, “cañitas y... pinchos”..., son palabras desnudas que pueden resumir estos dos días en los que nos hemos sentido como en casa fuera de ella.
De Bermeo, ¿que decir?. Nos ha parecido un rincón precioso de Euskadi. Una pintoresca villa situada a la falda del monte Sollube y protegida por el cabo Matxitxako, y que es la entrada costera de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. (Apellido de Julen). Al ver semejantes paisajes, pendientes y laderas, no me extrañó en absoluto la energía de Julen en la selva. Menudo sitio privilegiado de entrenamiento.
En cuanto paseas por las calles de Bermeo, saltar a la vista que esta ciudad ha unido su trayectoria al mar.
El puerto viejo, las embarcaciones, los aparejos, dan testimonio de los siglos de tradición marinera, y escuchar a Julen embelesado hablar de ello, de su abuelo y de su padre, ambos pescadores, te sugestiona aún mas en este entorno.
A pesar de haberse convertido la mayor parte del puerto en puerto deportivo, es magnífico pasear por el muelle hasta el rompeolas tanto de noche como de día. La visión de las antiguas casas de pescadores teñidas de bonitos colores envolviendo el puerto en forma de semicírculo, le proporciona un atractivo único.
El sábado por la mañana, nos llevaron de excursión al peñón de San Juan de Gaztelugatxe, resaltado en su cima por una pequeña y preciosa ermita marinera,  a la que se accede por 231 escalones  desplegados después de una estirada y ceñida senda a lo largo de un sinuoso camino de piedras y rutilantes acueductos. Si vais por esta zona, no os lo perdáis.
El domingo, por la mañana temprano, volvimos a correr juntos. Uno al lado del otro. Julen me guió hasta uno de sus lugares de entreno favoritos. -“Esos lugares especiales que todos tenemos”, me dijo;  El techo del Burgoa (452 m). Una modesta cumbre próxima al litoral, que alcanzamos por una ruta circular de unos ocho kilómetros por pistas y senderos. Desde la cima unas vistas espectaculares de la zona y del mar con la isla de Izaro (icono durante años de la productora de cine Izaro Films ).
En ella, en la cumbre, un belén montañero nos recordaba las fechas a las que estamos llegando, y un curioso buzón de forja con unos remeros. Un recorrido de misteriosa belleza. Su lugar especial que quiso compartir conmigo. Todos los que corremos tenemos uno cerca. Lugar donde alguna vez buscamos estímulo, suerte o absolución.
La vida de una amistad está estructurada en dos palabras, los silencios y las actitudes. Julen es de pocas palabras, pero su actitud me hace presentir una duradera amistad entre nosotros.  A mi también me gustan los silencios, cuando corres junto a alguien también son importantes. Son los silencios los que te dejan en el alma la certeza de una sintonía profunda.
No es posible vivir la amistad de un modo diferente a lo que uno es, y los amigos más importantes son con los que tú verdaderamente te sientes como eres, sin secretos ni disimulos. Preguntas espontáneas y sinceras, respuestas verdaderas. 
Gracias Julen, Laura y Unai por este fantástico fin de semana.

viernes, 9 de diciembre de 2011

MI JUNGLE MARATHON (Capitulo 2)

Antes de acostarnos en este inédito y hermosísimo emplazamiento, un grupo compuesto de unos veinte niños y niñas dirigidos por quienes parecen ser sus educadoras, nos brindan unos bailes y cánticos de bienvenida. Los miramos, escuchamos y nos fotografiamos junto a ellos cuando al terminar posan con los blasones de Brasil, de la carrera, e imagino que del estado donde estamos. ¿Cuanto habrán ensayado ilusionados para ofrecernos esta deferencia? Para ellos, hoy es un día muy significativo que cada año les aparta de su rutina, y por ello se les nota concentrados y muy entusiasmados. Deberemos estar a la altura de sus atenciones, y aplaudirlos a rabiar como merecen.
La irlandesa promotora de la carrera, Shirley Thompson, concluye esta especie de ceremonia inaugural afirmándonos en su nombre y en el de todas las comunidades de este territorio por donde discurre la carrera: - “Bem-vindo e boa sorte” (bienvenidos y buena suerte). 
Me acurruco en la hamaca, es ya tarde. Me acomodo, y al poco, ya casi estoy dormido, pero..., como si de un terremoto se tratara, la hamaca se balancea sin yo siquiera menearme... Acabo de descubrir otra de las precauciones que habrá que tener en lo sucesivo para instalar la hamaca: Si varias hamacas están anudadas a un mismo tronco, cualquier movimiento que tenga una de ellas se transmite al poste donde está atada balanceándolo, y este a su vez, como una reacción en cadena, trasmite ese balanceo al resto de hamacas sujetadas a él. Así que si has tenido la mala suerte (como es mi caso) de compartir amarre con alguien corpulento además de inquieto, estarás toda la noche danzando espontáneamente al ritmo de sus movimientos. Entre estos incontrolados movimientos, y algún perturbador “mangazo” que nos despierta y altera a todos al apedrear con fuerza alguna lona, provocando algún grito y algunas risitas perversas, la noche no ha sido todo lo placida que desearía.
Escucho movimiento. Veo a través de la redecilla como el sol comienza a iluminar las copas de los árboles más altos, y el poblado lentamente se anima. Son las seis y ya suenan voces, ladridos, cacareos, lo que me parecen cigarras o moscas, y algunos pájaros.…. Apunta el alba.
Me incorporo, y despegando el velcro que mi hamaca tiene en su base para poder salir de ella, asomo. Este velcro está cosido en el fondo de la hamaca desde una esquina hasta justo su mitad, y sirve de puerta de entrada y salida; así, al cerrarlo bien cuando estas dentro, la hamaca que esta envuelta por arriba con tela mosquitera,  queda perfectamente enclaustrada evitando la entrada de insectos o mosquitos. Eso si, tienes que tener el cuidado de acostar la espalda y la cabeza por la parte de hamaca que no está el velcro, y que este quede entre tus piernas, porque si lo hicieras al revés, sucumbiría por tu peso, y te pegarías un imponente espaldarazo contra el suelo...
Al calzarme las chancletas de dedo que llevo para descansar en los campamentos, lo primero que observo en el suelo, son los mangos magullados por el estacazo contra el firme que han caído por la noche, y como atraen el interés de la chavalería, y también de las gallinas que rivalizan con ellos por hacerse con uno. Es como si creyeran que al desperezarnos nosotros se los íbamos a robar.
Con agua caliente que nos proporcionan en una barraca contigua, me preparo y desayuno un liofilizado de muesli con chocolate, y me decido a explorar el lugar paseando por unos disimulados senderos bajo unos enormes árboles complicados por la espesura de unos arbustos que se mezclan con gruesas lianas, grandes hojas, tallos trepadores y grandes raíces, alrededor de unas pocas modestas y diseminadas viviendas. Mientras camino, pienso en mi familia; ya es imposible comunicarme con ellos, y los hecho de menos. Observo que ya están colocadas las marcas de la primera etapa por un sendero ascendente. Son orlas de tela (biodegradables) de color rojo, unas atadas a ramas, y otras ensartadas en alguna hendidura hecha en los troncos de los árboles a golpe de machete.
Allí cerca, encuentro a un anciano extrayendo caucho de un árbol enorme. El, caucho o látex, es un polímero natural empleado ya por los pueblos mesoamericanos desde hace más de 3.000 años, que se dice pronto, y se obtiene a partir de la savia lechosa de este árbol “Hevea brasiliensis” . Por sus propiedades, se fabrican miles de artículos con él para muy diferentes usos, como por ejemplo los neumáticos..
Observo ensimismado como el anciano practica una incisión vertical en el tronco del árbol con una especie de minúscula hoz, en la cual clava una pequeña canaleta metálica que apunta a un cacillo apostado en el suelo. Con la precisión de un cirujano, practica otras dos incisiones horizontales alrededor del tronco rematadas en la primera hendidura por las que el árbol comienza a sangrar, a exudar el látex, asegurándose el escurrimiento hasta el cazo. Observando la corteza del tronco, me doy cuenta de que está repleta de viejos surcos ya cicatrizados. ¡Que curioso! Es algo que nunca había visto.
No veo más que verdor, y no siento más que calor y humedad. Hay tantos árboles y tan altos. Casi detrás de cada casa, está parapetada su letrina. Letrinas que podemos utilizar, y que están hechas, formando una garita de no mas de metro y medio a cielo raso, con tres quebradizos tabiques elaborados con hojas de palmera secas, cerrados al frente por una lona de plástico azul que ejercer de imaginaria puerta. Parecen unos pequeños corrales. Dentro, pisando sobre dos leños estratégicamente distanciados para dejar espacio entre tus pies, y estos sobre un agujero excavado en el suelo, acuclillados, con las piernas separadas y las palmas de las manos sobre los muslos, depositas tus tributos intestinales. Rememoré mis años de campamentos juveniles, cuando no había tantas normas sanitarias y fabricábamos y usábamos este tipo de letrinas pedestres.
Prosiguiendo mi paseo, en lo alto de un montículo al que se accede por unas escaleras, desde donde se divisa muy bien el campamento y el río, se halla una pequeña nacarada y sobria iglesia. Afable por fuera y muy humilde por dentro.
Nos comunican que Shirley junto a Gil, uno de sus colaboradores Brasileños y fotógrafo de la carrera, va a presentar el briefing, así que acudimos todos a la pequeña explanada central del campamento donde han colocado en círculo unos austeros bancos de madera.  Primeramente Shirley diserta con gesto sobrio de burócrata anglosajón. Mientras habla agita con ímpetu sus delgados brazos y dibuja una convencida sonrisa. La observo, ya que como se expresa en inglés, apenas entiendo algunas palabras sueltas de lo que dice. Es de piel enjuta y lustrosa, de pelo liso castaño claro casi rubio, ceñido con una coleta que despeja su frente y su gesto que aparenta unos cincuenta años; es muy delgada, y por ello parece más alta de lo que es en realidad; lleva camiseta rosa con el anagrama de la carrera, y unos pantalones de explorador pardos ajustados bajo sus rodillas con unas voluminosas y ahuecadas espinilleras anti serpientes salpicadas de barro. Esto hace presuponer su determinación y comunión con la carrera. Trasmite la imagen de una persona muy enérgica. De lo poco que entendemos con Julen, es que el tratamiento contra la malaria no es obligatorio tomarlo, porque donde estamos no es zona de riesgo, pero cada cual que haga lo que considere oportuno (Yo ya tenía decidido no tomarlo por el montón de efectos secundarios, así que el escuchar esto me satisface y refrenda aún más); y que en la zona pantanosa que atravesaremos durante la primera etapa de mañana, mientras marcaban, habían avistado una enorme “anaconda”. Esperemos que nosotros como máximo solo hagamos eso, avistarla...
Después Gil, tanto en inglés como en portugués, nos explica algunos tipos de actuación cuando evolucionemos por la “mata” (selva en portugués), sobre todo con respecto a aferrarse a cualquier planta que nos venga a mano sin fijarnos, y las posibles consecuencias si la planta es la equivocada… Gil, es también muy flacucho y escurrido, y hay algo en sus rasgos y en su forma desenfadada de vestir, que le da cierta armonía. Sus canas, su rostro enjuto y jovial golpeado de sol, hacen difícil calcular su edad. Con esa apariencia de hippie maduro, puede ir de los cuarenta y pocos a los cincuenta y tantos. Su pelo grisáceo de robusta melena, le cae casi entre los omóplatos, y barba cana y maltratada parece querer fugársele de la cara hacia sus vividos ojos, dándole un aire muy gótico.
Finalizado el briefing, nos vamos hacia nuestro sector del campamento, y acto seguido, Shirley se presenta con un cuaderno entre sus brazos,  y nos insta a Julen y a mí a efectuarnos el control de material. Ella nos va recitando el listado de material obligatorio, y nosotros se lo vamos mostrando; lo ratifica, y lo marca en nuestra ficha: Brújula, cuchillo, tabletas potabilizadoras, sctiks fluorescentes, silbato, frontal, pilas, los bidones con suficiente capacidad, mechero, repelente de mosquitos, etc, etc… ¡Está todo! . Nos da la conformidad, y también una hoja o ficha para que nos presentemos en un edificio colindante que nos señala para pasar el control médico y de botiquín, y continúa pasando el control de material a otros compañeros. La verdad es que no ha sido tan meticulosa y rigurosa como yo me esperaba, pues algún material del que ha ido pronunciando, mientras se lo mostraba Julen, no me daba tiempo a mostrárselo yo, y aún así, sin verlo, señalándolo en la ficha lo daba por bueno, y decía otro. ¿Será que da por hecho que con un solo objeto de cada nos apañamos los dos, y que en caso extremo de estar extraviados por la selva y tener que utilizar algo, estaremos los dos juntos y podremos compartirlo…? No sé, no sé…Además, le hago entrega a Shirley, de una gran bolsa que contiene piruletas, lapiceros, pinturas y estuches para lápices, gentileza de los Supermercados Simply, y de mi amigo y director Aselo, para que ella a su vez se las entregue a los niños del lugar.
Nos dirigimos con el botiquín y  los papeles en mano (certificados de vacunación, reconocimiento médico y electrocardiograma) al edificio que nos ha señalado Shirley. Es un modesto edificio mezcla entre pabellón y cobertizo con techado, circunvalado con tabiques o tapias de no más de un metro de altura, que le dan un aspecto de chiquero. Allí  dentro se han distribuido todos los médicos y auxiliares en grupos de dos sentados en sillas, para que vayas pasando de unos a otros como si se tratara de una cadena de montaje. Primero control de botiquín, todo correcto; a continuación control de vacunas presentando la cartilla de vacunaciones. En mi caso, fiebre amarilla, Hepatitis A, Antitetánica y la triple vírica. Esta última es debido a unos brotes de sarampión que se habían sucedido en esta zona el pasado año, y a que yo el sarampión no lo he pasado de niño...; al contrario que la hepatitis B (otra de las vacunas obligatorias), que si la pase de pequeño, y no me la he tenido que dar porque la llevo de serie.
Después de  esto, un intensivo reconocimiento medico en el que te explora, te ausculta, y te hacen decenas de preguntas sobre tu salud, entrenamiento que has seguido y condiciones físicas, anotando en tu ficha cada uno de los resultados. Por último, ya al salir de este “circuito de la salud”, das tu ficha totalmente rellena aprobada y certificada, y te asignan el dorsal. El 34 y a Julen el 38. Me ha tocado el número del prefijo telefónico internacional de España; buen augurio. En Sables me toco el 600, número emblemático de nuestro coche más internacional, y la cosa me fue bien...Que dorsales más bonitos: son de tela recia como de fardo antiguo de color grisáceo, que le dan el aspecto gastado de unos tejanos envejecidos, muy acorde con el escenario de la carrera.
Comemos. Esta vez me toca un apetitoso plato de pasta a la boloñesa. Por mas años que llevo empleándola, siempre me resulta asombrosa la comida liofilizada. Abres el sobre, y si puedes evitarlo, es mejor que no mires dentro antes de añadirle el agua caliente, porque verás unos minúsculos fideos envueltos por unos residuos entre grava, cutículas, polvillo de color, y cal; unos cachos de pellejos embalsamados que podrían ser fragmentos de cualquier animal momificado, y granulitos de algún tono y aspecto inconfesable. Todo este consistente mejunje, una vez le añades el agua caliente hasta la rayita que marca en el sobre, lo revuelves, y esperas diez minutos:... ¡tachaann!... por arte de magia, se trasforma en un exquisito plato de fideos gordos con pollo a la milanesa. Menos mal que para acompañar y alegrar el espíritu, como segundo plato aún tenemos pan bimbo con jamón ibérico; ¡eso si es un buen liofilizado!... Abra que sestear un poco, hundidos en la hamaca para hacer la digestión.
Ya son las cinco de la tarde. Hemos de entregar el petate con el equipaje a la organización, y quedarnos solamente con el material y equipo de carrera, con el que deberemos pasar los próximos siete días, así que montamos una vez mas el tenderete para ajustar y desajustar la mochila, y después nos dirigimos al río donde esta atracado el barco de la organización, para entregar el petate perfectamente cerrado y documentado con tus datos personales.
Con pasos prudentes sepultados en arena de playa, lentamente regresamos con Julen al campamento. Charlamos amigablemente y reímos, e incluso invitamos a jamón a los más cercanos a nuestras hamacas. –“Mira qué buena indumentaria lleva ese”; - “Que fuertes parecen esos”; “Observa esos dos, con ese aspecto tan pedante y soberbio, paseándose perfectamente uniformados y con el pecho inflado”… Esos dos, eran dos ingleses, a los que inmediatamente, por su tiesura, excelso aspecto físico ceñido a su perfecta uniformidad, y sobre todo por su evidente altanería que les hacia mirarnos a todos por encima del hombro, bauticé como "Krak y Catakrak". Su fachada y forma de actuar, era un patrón que ya había visto en otras ocasiones tanto en expediciones, como en otras carreras, y lo distinguí inmediatamente, y le dije a Julen: - “Estos dos, petaran”…. -“Igual luego soy yo el que peto, pero esos dos, tan caracterizados, y con esos aires de prepotencia antes de… “nada”, normalmente después resultan los más engañosos y petan”…
Integrados en la carrera y en este delicado equilibrio con la naturaleza, todo está ya listo para comenzar mañana la aventura que llevamos preparando meses. Quién sabe como acabaremos, ¿no? Pero eso forma parte del encanto: tanto el destino, como el camino por el que llegas hasta él.
Disfrutamos de otro asombroso atardecer crepuscular de tinturas rojizas y anaranjadas que se proyectan en el río, dando a todo una envoltura de quimérico sueño, suscitando que tu ánimo esté en armonía con todo lo que te rodea.
Después de cenar, nos distribuyen los primeros mails, y excitados con ellos en la mano, nos hundimos en las hamacas para leerlos a la luz del frontal, anhelando encontrar en ellos el ánimo, el cariño y la confianza necesaria para la aventura que mañana emprenderemos. Estos instantes que parecen insignificantes, puedo decir que son instantes con unas emociones únicas. La noche anterior a comenzar, los mails; instantes que has esperado durante meses. Emociones tan placenteras que no sientes otra cosa. Entendiendo que cada emoción es diferente e intensa en su propio contexto.

Me acurruco como un bebé con los ojos aun vidriosos de satisfacción tras leer los mensajes de mi familia o amigos. Todos tenemos derecho a ser malas personas en alguna época de la vida,  de haber sido orgulloso, tímidos, no saber explicar, de ser perezoso, o de equivocarnos ¿por qué? Porque somos humanos, seres sensibles y vulnerables, y sobre todo porque “no tenemos porque hacerlo todo bien”. Todo en esta vida  es por algo y para algo, y todo está diseñado si te das cuenta, para sacar lo mejor de ti. Me duermo.- “Buenas noches Julen”; - “Buenas noches Javi”

martes, 6 de diciembre de 2011

Naturalidad

No intentes que las cosas ocurran como tú quieres. Ansía mejor, que se produzcan tal como se producen, y de ese modo serás más feliz.
Mientras acabo de escribir otro capítulo de “Mi jungle maratón” (voy un poco pillado de tiempo), he recibido por parte de Julen este entusiasta video montaje que ha realizado para alguna de las charlas que ha dado:
Hay en el mundo un lenguaje que todos comprendemos: es el lenguaje del entusiasmo, de las cosas hechas con cariño y con voluntad, en busca de aquello que quieres o en lo que crees.
Las frases que aparecen al final del video,  escritas en euskera, dicen:
1.- ORLANDO, EL MEJOR CORREDOR
2.- PARA LOS QUE HABEIS ESTADO CORRIENDO CONMIGO EN LA JUNGLA…
3.- GRACIAS A TODOS Y DE TODO CORAZON…
4.- HASTA PRONTO…
Muchas gracias Julen; soñar es más interesante que entender, pero menos interesante que descubrir.