Pero...la gente ignora e
infravalora, cuando en realidad se halla ante uno de los trekkings más duros del
planeta.
Es mucho más duro que pasarle la ITV a un
Transformer.
Porque si trekking, es una modalidad deportiva que consiste en
recorrer de forma autónoma y generalmente a pie, parajes regularmente con
dificultad de tránsito, esto es un pedazo de Trekking con mayúsculas.
De
esta forma en un determinado lugar (en este caso junto a Paris), se nos brinda
la posibilidad de caminar, no sin esfuerzo, y a la vez avistar, fotografiar o
filmar, su flora y su fauna... aquí: Ratones, patos, perros, ardillas, osos,
leones, dragones, muñecos de madera o princesas...
Esta
reputada aventura familiar puede durar tan solo unas horas de caminata
moderada, o bien, si eres intrépido o “de lejos”, te conviene establecer un
campamento, y con el equipo necesario planear rutas, trasladarse y explorar a
diario, prolongando la travesía durante unos días. (Recomendable al menos
tres).
Hay
distintos niveles de dificultad: bien de novato, donde conviene manejarse con mesura,
estableciendo y estudiando programa, y ante cualquier duda consultar con los
nativos; o ya de profesional avanzado, acostumbrado al entorno, muy resuelto,
con destreza y habilidad en todos los ámbitos y terrenos.
Aun
así, necesitaremos estar informados sobre el terreno de las diferentes
funciones, previsión meteorológica, ilustrarnos sobre horarios y avistamientos
de animales autóctonos, disposiciones, servicios, avituallamientos y unas mínimas normas de supervivencia en las
procesionales esperas.
No
es el Kilimanjaro, ni el Kala Patthar, ni el Baltoro... Pero se trata del
durísimo y por popular masificado Trekking de EuroDisney, y no hay que
infravalorarlo.
Son jornadas de mas de quince horas con efímeras pausas si quieres aprovechar; caminatas diarias de distancias indeterminadas que (seguro) podrán variar entre los diez y veinte kilómetros, y en muchos instantes cargado con mas de veinte kilos sobre los hombros o aún peor en los brazos, sin porteadores... (Esta sobrecarga obedecerá al contenido de tu mochila de ataque, que está sometida a la meteorología, y será directamente proporcional al desfallecimiento y peso de tus hij@s)...
Son jornadas de mas de quince horas con efímeras pausas si quieres aprovechar; caminatas diarias de distancias indeterminadas que (seguro) podrán variar entre los diez y veinte kilómetros, y en muchos instantes cargado con mas de veinte kilos sobre los hombros o aún peor en los brazos, sin porteadores... (Esta sobrecarga obedecerá al contenido de tu mochila de ataque, que está sometida a la meteorología, y será directamente proporcional al desfallecimiento y peso de tus hij@s)...

Nosotros
lo afrontamos en cinco días. El primero y el último de media jornada. Yo
llegaba aún renqueante de la lesión en el soleo, aunque en buen estado de
forma, y aún así, la primera jornadas terminé mas extenuado que Frodo tras
correr las tres películas del Señor de los Anillos.
La
segunda jornada no fue menos, y a última hora mis piernas estaban más afligidas que Chicote en
la cocina de Torrente. Estaban como al
finalizara cualquier etapa del maratón de Sables...
A
partir del tercer día, como en todo trekking por etapas, si totalmente
derrotado no has abandonado, y has manejado bien las pautas de alimentación e
hidratación, parece que el cuerpo y la mente se van curtiendo y adaptando al
medio y vas mejor; Aunque el desgaste continúa.
Cuando
durante estos dos últimos años he acompañado gente hasta la cima del
Kilimanjaro, del Kala Patthar, o este año a los Andes, todos prudente y
juiciosamente te consultan como prepararse física y psíquicamente para las
duras, aunque muy deseadas, jornadas de caminata.
Sin
embargo, aquí a EuroDisney temerariamente y sin pensarlo, la gente se lanza a
ir varios días sin pensar, sin preparación, vacunas, tutela, previsión ni
entrenamiento previo... Vamos con más peligro que un Gremlin haciendo el
barranco de la Peonera... ¡una locura!.
Ahora
entiendo que en muchos rincones del parque divisé bien dispuestas urnas con
desfibriladores de emergencia.
Pero... como lo que no te mata, te hace más
fuerte, mi soleo ya está mejor. Estos días allí, he salido temprano a
trotar dos medias horitas.
El primer dia, castigado además por la
primera etapa en el parque, aún me dolió.
Pero dos días después, quizás debido
al enorme meneo al que lo sometí andando tantos kilómetros, ya no dolía.
Para correr allí (si es que te quedan
fuerzas), la clave es madrugar y salir en ayunas mientras la familia duerme,
aún con las piernas diezmadas por las pateadas del día anterior.

Este lago tiene un perímetro de aproximadamente de 1,5 kms, y desde los hoteles
hay un circuito por estrechos senderos longitudinales a un canal con mucha
vegetación (Al menos desde el Santa fe donde yo estaba).
Igualmente puedes llegar hasta las mismas
puertas del parque por el margen de la carretera principal circunvalada por
verdes praderas (2 km desde el Santa Fe)...
En resumen, para realizar el trekking de
Disney Paris, hay que entrenar, y entrenar duro, días o incluso semanas antes
de abalanzarse alegremente.
Es recomendable correr o caminar largas
distancias fustigado con peso y mochila, y realizar largas colas en sitios
masificados como por ejemplo un sábado
al medio día en el Mercadona, o en pos de seiscientos jubilados en una
chocolatada gratuita del barrio.
Si lo consigues, tras terminar este trekking,
estarás perfectamente preparado para cualquier carrera de ultra resistencia.
Por lo demás, y bromas aparte, ver la
sonrisa, el resplandor de los ojos, y la cara de embriaguez de tus hij@s, recompensa
cualquier padecimiento.
Y además, como en todas las grandes gestas, tras finalizarlas,
por muchas adversidades que hayas padecido, por muchas veces que hayas pensado
eso de “Quien me mandaría a mí...” estarás deseando volver.
Algo tendrá.
Porque
el que no cree en la magia, no la encontrará nunca.