Si el día te sonríe, sonriele tu a él
Tres meses. Ya casi me había olvidado, y lo he reconocido en tan solo 40 minutos, que es lo que me permiten correr cada dos días. Que placer. El impulso del cuerpo a través del espacio, las percusiones en el suelo devolviendo esa sensación de seguridad apuntalada en los huesos que durante todo el recorrido te estimula los focos de tu propio asentimiento, de tu cerebro, o simplemente la satisfacción de sentirme libre de nuevo.
Los beneficios físicos están bien definidos y son muy importantes, pero los mentales, los psicológicos los encuentro mas sobresalientes y valiosos.
¿Acaso después de ir superando el dolor, de ir ajustando todas las cosas que esta revuelta física habían desplazado de sitio, el panorama se presenta ya esperanzador en tan solo 40 minutos?...Queda un ligero dolor, estrés diría yo, en la cadera, y es posible que se quede por mucho tiempo, pero no me importa.
El camino ha servido para descubrir necesidades, para reconocer fronteras, para pensar, soñar y desde luego para apreciar lo vivido, saborearlo.Llego el momento de correr, de volver a campo abierto, de salir, He despertado por la mañana con la sonrisa, con ganas.
Es hora de despertar, es hora de salir, de volver a calentarme al sol, de volver a estremecerme con los sentidos, con los olores, con el campo, con los amigos.Es hora de volver a intentarlo. Sin prisa, sin agobios, sin metas ni límites.No hay nada racional, nada que explicar, pero si se que me ha removido por dentro, que ha hecho que vuelva a levantar la cabeza para mirar al cielo. Todo lo necesario para mirar hacia delante con una sonrisa, 40 minutos.
Bienvenido... o mejor, bienvuelto, compañero.
ResponderEliminarVe dejando piedretas y marcando el camino, para los que cuando podamos, hagamos esos 40 minutos y algunos más. Salud y buenas pisadas.
ResponderEliminarDa igual que corra o no.Ya has vuelto.
ResponderEliminarbesos y amor
je
No son 40 minutos: es cada segundo presente.
ResponderEliminarDa igual si corres, comes, o descansas. Lo importante es respirar el momento y darte cuenta en cada uno que sigues estando aquí.
ENHORABUENA por vivir 2400 segundos de intensidad... ahora te queda toda la eternidad del presente...
(puedo jurar ante notario que la redacción del comentario anterior no es fruto de una hojita de nuestro amigo el caracol...)
ResponderEliminarSi el día te sonríe, sonriele tu a él... y si la vida te da la espalda, ¡muerdele el culo! Enhorabuena... todo llega.
ResponderEliminarBonito y positivo post. Ya estas!!!!
ResponderEliminarAcabo de pecar…. Me ha dejado llevar y….. ¡he corrido 41 minutos!. Perdón Fernando (mi médico) hasta que no me des permiso no lo haré de nuevo… Gracias a todos por compartir mi alegría.
ResponderEliminarEse minuto de más se te perdona, porque el síndrome de abstinencia lleva a estos excesos, 1 minuto de más corriendo; claro que ya sabes que para mí habría sido media hora andando. Como no soy el médico lo dicho: te se perdona esta vez.
ResponderEliminarTe sientes en la gloria cuando has podido comprobar que esta vida es ... un correr ¿verdad? ¡¡¡NO TE CANSES NUNCA!!!
Si. Ya has vuelto y lo mejor. Todo a un tiempo pasado, presente y futuro El Eterno Instante del Ahora.
ResponderEliminarBesos y amor
je
El final del post me ha recordado a la canción de ACDC autopista hacia el infierno jejejej ¿qué rondará tu cabeza? me da la impresión que ya hay algo en la sesera...adelante hermano!!! paso a paso a dodne nos lleve el destino.
ResponderEliminarMe alegro mucho!
ResponderEliminar¡Mi....! 42 minutos.... Soy un Yonqui!!!
ResponderEliminarau pues, tu sigue mirando el reloj, que te vas a avocinar... ¿que no sabes lo que es "avocinar"????, pues en Monzón de tó la vida es "esmorrarse, pegarse un hostión, trepuzar y aterrizar con la trompetera o la testuz..."
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