El domingo, ante la disyuntiva de posibles variantes para realizar mi entreno, opte por la de madrugar (como siempre), entrenar bien dos horas desde casa, y con la mochila en ristre (Una veintena de kilómetros con la buenísima compañía de Santi), y posteriormente rematarlo con una excursión por la ruta de las pasarelas del río Vero con Rosana y Nayra (sumando alguna hora mas de caminata con mochila/Nayra en ristre). Todo suma.
Llegué a casa a las nueve con la complacencia de esas dos horas de un ameno rodaje y relajada charla con un buen amigo. Después, tras la sesión de estiramientos, y algo de gimnasia, sobre las diez y media cargamos los bártulos y nos fuimos para Alquezar a realizar la ruta de las pasarelas con Rosana y por primera vez con nuestra pequeña Nayra a sus casi ocho meses. ¡Que gozada!. Los dos entendemos que tener niños pequeños no significa privarte de viajes, o esas excursiones o actividades que no solo te gustan, sino que son y han sido tu estructura espiritual durante toda tu vida... (cada cual tendrá la suya).
Así que allí, resguardada dentro de una simple mochila, nuestra hija compartió por vez primera varias de nuestras pasiones. Naturaleza, paseo y el Rio Vero.
Estaréis de acuerdo en que al igual que hay momentos que cambian nuestras vidas, otros las reafirman. Este fue uno de esos momentos de reafirmación. Y aunque son momentos que parecen pequeñitos en la forma, son únicos e irrepetibles
Durante algo mas de una hora discurrimos felices y con prudencia los tres pegados a las aguas de ese río que yo tanto quiero.
Apenas hace tres meses la bautizamos en la ermita de San Gregorio (encima de Alquezar) con el agua de aquí (como no). Dejando a un lado las ideológicas doctrinas (cada cual tendrá las suyas), en mi caso era algo que deseaba por especial y alegórico. Me parecía una buena manera de festejar su nacimiento a modo de bautismo, pero rematándolo con un lugar y un agua que tanto simboliza en mi vida; y de ese modo añadirle un significado más a este río para esa devoción e inconsciente apego que siento no sé muy bien porque desde siempre.
Volviendo a la excursión y sin entrar en detalles físicos, fue tan especial esa extraordinaria adhesión que sentí, que aquí estoy dragándome por dentro para escribirlo y compartirlo.
Fue una suma de diversión y constantes descubrimientos e inquietudes.
Nuestra hija. Pudimos notar su sonrisa y dimos oídos a sus declamados balbuceos a modo de cantinela tras mi nuca. Pude sentir sus pequeñas manitas acariciando mis hombros. Pudimos adivinar su corazón latiendo en mi espalda, y por un instante presentir su ser siendo uno solo con los nuestros. Nos inoculó sin ella saberlo una transfusión de felicidad tal, que amplificó la satisfacción de la excursión en si.
Nayra es muy pequeñita, y aún no es consciente de toda la felicidad que ha traído a nuestras vidas. No solo a la mía, sino también la de su madre, abuelos , tíos, etc. Ocho meses ya que me han figurado ocho días. Menudita de cuerpo, pero es enorme la pasión y el cariño que ampara y guarda. Por eso, todo esto me hizo pensar:
Puedo regresar al ayer a modo de grandes gestas deportivas, pero ahora no quiero perderme el hoy. Por eso pretendo adaptar mis entrenos y empeños a mi familia. ¿Cuantas veces nuestras ambiciosas y vigorosas premisas u objetivos dejan a un lado esto?.
Pienso que todo se puede y debe adaptar, porque como ayer pude comprobar merece la pena. Hoy siento una plenitud y paz interior tal, es tan gigantesca, que ese entreno de mas de tres horas y media me equivalió a el doble. Porque no solo me secundó física, sino también moralmente.
Entrenar un gran objetivo supone por si mismo un coste suplementario que estamos dispuestos a pagar; pero compartir el susurro de unas viejas piedras acariciadas y desgastadas de agua, sintiendo ese torrente de sentimientos junto a los tuyos, “no tiene precio”…
Todo entreno suma, y además si es complaciente suma el doble. Con este post, no solo quiero reconocer de alguna manera, ese delicado banquete de cariño en la penumbra de un barranco en el que me sentí abrazado por algo mas que esa cálida brisa que tanto me gusta, sino también agradecer el haberlo realizado al ritmo de los suaves acordes de lo que mas quiero. Dos “elementos únicos”…
Podemos y debemos coordinar entreno y éxtasis. Doble entreno, doble éxtasis.
Me has hecho emocionar de nuevo.
ResponderEliminarDe verdad que hay momentos que son unicos! Y todo eso silbando 'Pipi Calzaslargas'!
ResponderEliminar:K
Precioso Javi. Que familia mas grande sois.
ResponderEliminarCOMO MOLA JAVI!!!!!!, UN ABRAZO
ResponderEliminarMe gusta muchisimo la naturalidad con la que expresas cosas que todos sentimos en ocasiones pero nos avergüenza exteriorizar. Gracias por ser nuestro espejo. Alfredo
ResponderEliminarVeo que nos abandonaste por un buen motivo, mejor que bueno, excelente... cierto es que el dia que consigues compartir el entreno con tu familia ese esfuerzo suma mas de lo normal.
ResponderEliminarEsta preciosa Dña:. Nayrita.
¡¡¡Genial!!!
ResponderEliminarOlé, Javi, mi enhorabuena a los tres y, nuevamente, mi admiración. Con lo que a mí me cuesta poder ensayar con la peque por casa, ver cómo adaptas tus entrenamientos y tu vida es todo un ejemplo de superación.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por compartirlo.
Vuestra amiga
Krisenka Finley
eso sí que tiene el sabor de las cosas auténticas , verte allí con tu familia desde luego que es de lo mas grande y, así lo dices: has alcanzado "paz interior", ese sosiego, esa armonía, creo que es un gran tesoro
ResponderEliminar¡enhorabuena!
Fdo.:Fauno
Cuanto dá de sí un día, cuando se riene tan gran espíritu.
ResponderEliminarEnhorabuena a los tres y que está felicidad dure otroos mil años más...
Igual ya sabeis que el día 21 (San Ramón) estrena obra La Malinguera, si estaís disponibles os esperamos... si estais ocupados SEGUID DISFRUTANDO.
Abrazos
Subí al Tozal el domingo y estuve recordando como un verano, en el nacimiento del Vero, apareció un pececillo, que no quería terminar de escapar, pretendía llenar la cantimplora y el pececillo se quedó ahí hasta que lo aparté con la mano.
ResponderEliminarBebí poca y guardé el resto en casa, la tengo como algo mágico. Cuando flaqueo, la toco y la jarra tapada con el agua, me da fuerzas.
Leyendas de la Sierra de Guara de Javier Casasus también me hacen recordar momentos deliciosos vividos allí con mi hijo cuando era pequeño.
Guara es DIVINA, y el Vero MÁGICO.
Me has hecho recordar la infancia de los mios y la satisfacción de las excursiones con ellos, primero en mocchila, luego andando, en bici... etc. Estos momentos inolvidables son una buena inversión para el futuro. De repente te los encuentras con mas de 20 años y ves que esa semilla de amor y respeto por nuestra naturaleza ha crecido y ellos la aman y la disfrutan también y te garantizo que es una gran satisfacción.Gracias por transmitirnos tus sensaciones y sentimientos.
ResponderEliminarpues ya verás cuando llegues a alguna "meta" y quiera entrar contigo de la mano, te vas a espatarrar, Javi
ResponderEliminarYuma, Fernando, Alfredo, Angel, Krisenka y Fauno: Muchísimas gracias por vuestros manifiestos y halagadores mensajes.
ResponderEliminarPaco: Ya ves que si tenia un buen motivo para aprovechar la mañana de diferente forma.
Pit: Estaremos regresando de viaje ese día, pero en la próxima esperamos poder ir a veros.
Manoli: Me llevaron al Vero por primera vez sobre los once o doce años, y desde aquel día, cada año de mi vida a estado íntimamente ligado a él. Así que te entiendo al igual que tu a mi.
África: Que decirte. A la hora de educar a mi hija, uno de los ejemplos cercanos que tengo en mi cabeza son tus hijos. Un besete
Anónimo: Ya lo pienso, ya.
Hermano, que nunca nuestras ambiciosas y vigorosas premisas u objetivos dejen al lado todo esto, no lo olvides nunca, yo por desgracia me he dado cuenta en estos días . El tiempo robado a los míos pesan en estos momentos como una losa y eses sentimiento es tan duro como la misma enfermedad.
ResponderEliminarDisfruta de cada momento de esa ESTRELLITA llamada Nayra y de esa gran mujer que tienes a tu lado Rosana.
Un abrazo Campeón
No es grande aquel que nunca falla si no el que nunca se da por vencido. Muchisima fuerza y animo para ti, tu hijo y los tuyos Manolo.Esperanza, la esperanza
ResponderEliminares el sueño de los que están despiertos. Un fuerte abrazo hermano