Ninguno de nosotros es más importante
que el resto.
A
raíz de un comentario en facebook de uno de los miembros de esta expedición, en
el que
subrayaba la unidad y la buena disposición del grupo durante la
experiencia del ascenso al Kala Patthar, se me ha ocurrido presentároslos “desde
mi punto de vista”.
Con
estos mimbres, ¿cómo no iba a salir una buena cesta?:
Javier
Ardanuy (Graus):
Montañero de esencia, animo y espíritu; Tímido hasta la extenuación. Tanto, que
si lo piensa bien, le costaría menos esfuerzo no serlo. Tan solo con haber
leído su nombre, ya se habrá puesto colorado.
Aporta
mucho mas al grupo de lo que el mismo imaginaria, y todos sin excepción
terminamos cogiéndole tanto cariño, como un niño a su oso de peluche favorito,
al que nunca dejaría de abrazar. Serenidad, austeridad, valor, firmeza, energía
y hasta filosofía interior que ójala algún día comparta. Es una esponja, y
aprende de cualquier error para no cometerlo nunca más. ¡Ahhh!.. Y afamado
cantador de jotas Grausino... (Esto es una broma que ya colea desde el Kilimanjaro,
para ponerlo tan colorado, como su característico pañuelo de la cabeza).
Luisa: Incansable y desenvuelta. Muy
viajada, y se le nota. Una evidencia clara de ese dicho de “Donde fueres haz lo
que vieres”. En algún momento llegue a sospechar que era Budista, por el
entusiasmo con el que giraba los molinos de oración, o sutilmente acariciaba
las piedras de los caminos esculpidas con oraciones. Era como si al
acariciarlas le retribuyeran con alguna oculta revelación. Apacible, fiel y
voluntariosa siempre preocupada por cualquiera que se encuentre mal. Que más se
puede pedir en un grupo que gente como ella.
Mª
José:
Llevo ya dos viajes con ella, y su rostro refleja lo que es: “Buena gente”. Su
honesta sonrisa y mirada sincera, te hace sentir bien tan solo observándola.
Irías
con ella a cualquier parte, y compartirías cualquier situación. Te trasmitiría
serenidad y placidez, hasta estando al borde de caer por una catarata de cien
metros de alto en un lago lleno de caimanes, y nunca, ni en esta situación,
tendrías con ella una discusión. A buen
seguro cogerían tu mano para confortarte y calmarte como si estuvieras enfermo.
Junto con Luisa, son un botiquín andante, y un gran complemento en cualquier
grupo del que formen parte.
José
Antonio:
Pocas veces he disfrutado tanto observando como gozaba otra persona. Erudito e
inteligente, no da puntada sin hilo. Disfruta del caminar, del ver, del
fotografiar, del comunicarse, pero sobre todo, como buen maestro visiblemente
vocacional, del conocer y del aprender, siempre pensando en comunicar,
contagiar mas bien, lo aprendido. Siempre dispuesto a ayudar y a compartir. Ha
sido un verdadero placer conocerlo, y espero poder conocerlo aún más.
Martín: Posiblemente una de las
personas que más ilusión me hacia que participaran de este viaje. Porque
siempre me he sentido orgulloso de haber formado parte de su historia como
montañero, y haber tenido el honor de ser su instructor en cursos de iniciación
hace ya muchos años. Por ello, quería ser testigo directo de lo que sé que
sentiría. Lo mismo que sentí yo, al ver estas enormes montañas. Sencillo,
sociable y noble. Montañero de los de antes, de los que huían de tópicos y
galas para simplemente subir, sentir, bajar y asimilar. Él y la montaña. No
necesita más. Aparentemente invulnerable por fuera, pero sensible y muy ufano
por dentro.

Pili: La sonrisa del Himalaya. De
sonrisa placida apacible y mirada dulce. Aunque esté sufriendo la peor tortura,
la miras y siempre aparece esa mirada gentil que te apunta por encima de sus
gafas melosa como el gatito de Shrek, indicándote sin decir nada que todo va
bien, que no te preocupes. Como Carmen, son verdaderos motores diesel de paso
calmoso y acompasado, pero firme y sin fin. Llevarlas en un grupo en curso de
aclimatación, si las secundan en su compás de avance, como así fue, es una
garantía de éxito y buena adaptación para todos.
Ana: Un peluche de felpa al que
quisieras adoptar. Frágil, temerosa, quizás aparente hasta hipocondríaca y
endeble. Pero... todo aparentemente, porque después te da una verdadera lección
de ganas, coraje, superación, e incluso buen humor ante los obstáculos. Una
verdadera heroína. De esas que a primera vista puedes cometer el error de
desestimar, y después te da en los morros con un capítulo de bravura y
ambición. Creo que siempre conseguirá cualquier cosa que se proponga. En este
momento, siempre que quien esté a su lado le diga que puede hacerlo. Pero más
adelante (es muy joven), será ella misma la que no albergue ninguna duda.
Quizás la persona que más meritos hizo para conseguir pisar su añorada cima del
Kala Phattar. Porque...Ya que estaba allí... ;)
Héctor: Reservado e igualmente
respetuoso ante los síntomas de mal de altura. ¿Y quien no la primera vez?. En
su rostro se refleja constantemente lo buena gente que después compruebas que
es. Atento y sensato tanto en el hablar como al hacer. Siempre pendiente de su
chica Ana, con la que hacen un tamdem perfecto tanto en la salud, como en la
enfermedad. También como Ana, a la postre da mas de lo que aparenta a simple
vista, y si le aseguras que puede hacerlo, nunca se rinde. Persistente y de los
que a la chita callando, pasito a pasito, consigue lo que se propone, y lo más
importante, sabe valorar el esfuerzo y la recompensa como merece, y también a los
demás. Indicativo de una persona humilde.
Raúl: Lo apuntaría como un tipo
sólido, estable y seguro de sí mismo. De esos que no te figuras en ninguna
situación de mal talante que por elegida, como es el caso, le agrade.
Optimista
y encarecidamente servicial con sus
compañeros, se vuelca en ayudar a los más inseguros, para respaldarlos. Pase lo
que pase, seguro que puedes contar con él para cualquier cosa.
Guillermo: Sociable y claramente ávido
de experimentar, de explorar, de sentir y aprender. Se le nota cuando disfruta
de algo soñado y anhelado como esto. Otro botiquín andante gracias a su mujer,
que lo equipó como para hacer frente hasta una epidemia de Ebola. Dudo que no
llevara hasta suero de la hermana Paciencia para tratar esta enfermedad en la
mochila...
Generoso.
Lo suyo es de todos; algo fundamental cuando se comparte una experiencia en
grupo.
Javier
Del Río (del River): De sonrisa picara, fina ironía y humor
socarrón. Ingenioso diría yo. Certificado mas que claro de ser buena gente. El
buen humor que segrega, sanea y hace agradable cualquier marcha a su lado. Todo
directamente proporcional a su buen estado de forma, físico, mental y de
adaptación. Llevarlo en un grupo es todo un lujo por como contribuye mucho en
el ámbito moral. En la peor situación, siempre tiene un comentario provechoso e
irónico que saca a la gente del ahogo para activarles una sonrisa.
Carmen
Rodríguez:
¿Que decir de Carmen?: Son dos expediciones ya con ella, y la quiero mucho. Es
un ejemplo para todos de tesón, fuerza y superación. Una de las personas que
más me motiva ayudar y alentar, para que consiga su objetivo. Precisamente por
eso, por el enorme ejemplo que supone para todos. Es garantía de buen rollo, y
la empatía del grupo para con ella, es muy importante para el éxito final.
Capitulo aparte sus elegantes y refinadas expresiones cuando está apurada, que
se manejan entre un simple jodo, y el mecagüen la ....., señal inequívoca de
que su buen estado. Cuando está callada...¡malo!.
Carmen
Sahún:
Para mí, tanto Carmen como Ricardo, su marido, han sido grandes hallazgos. Ya
los conocía, pero menos próximamente. Son de esa gente, con la que si tienes la
suerte de coincidir, automáticamente los quieres incorporar a tu lista de
perpetuos amigos. Carmen destila bondad, generosidad y corazón. Irradia lo que
es, una persona tenaz, decidida y optimista; Una gran deportista de raza, pero
de las dogmáticamente sanas y humildes. Las que primero disfrutan y se recrean
de algo que les encanta, sin esperar recoger ningún fruto mas allá de eso, su
contento y satisfacción; y si se topan con un triunfo, su modestia le hará
sonrojar al pensar que la premian por disfrutar y divertirse.

Ricardo: Me reitero. Un gran
descubrimiento, y espero que un amigo para siempre. Es el Mc Guiver del grupo.
Su caja de herramientas y recursos para utilizarla no tiene fin. Creo que si le
hubiera pedido una maquina de soldar, la hubiera sacado de su petate. Observador y sereno. Y aunque reservado en la
forma, de muy buen talante y cordial aún en las peores situaciones. La
inexperiencia la suple con voluntad y empeño. Se le nota curioso y ávido por
aprender, es mas, estoy seguro, que ha sido de los que más han aprendido de la
experiencia. Porque me da que Ricardo, no es de los que dejan pasar cualquier
oportunidad para ello.
Marisa: Otra de las personas, junto
con Carmen, que más me motiva alentar para que consigan lo que se proponen. Por
él merito que tiene al hacerlo, y lo que significa para ella misma y quienes la
quieren. El pasado año, ella creyó en mi. Este año creía en sí misma. Su buen
humor y su sonrisa participan mucho del buen ambiente del grupo y aportan ese
almíbar necesario en cualquier instante amargo. Contra mas altura sube, sus
ojeras son equivalentes a su enorme capacidad de adhesión, camaradería y enorme espíritu.
Miky
(Linares):
Creo que es el inédito tercer Moranco. Alegría en estado puro, hasta que por
efecto de la altura le pega el cebollazo. Pero, no te preocupas; se silencia lo
justo para darte descanso, y hacerte notar que le ha hecho efecto el
paracetamol y comienza de nuevo.
Llevarlo, es llevar un rosario de chistes y soliloquios. También un
enorme y contagioso ejemplo de superación personal. Cuando lo conocí el pasado
año, ni él mismo sabia donde se metía, y siempre, hasta el último día, dudó de
sí mismo y sus posibilidades. Ahora, ya solo no duda, si no que sabe que es
capaz de llegar a donde se proponga. Si miras en el diccionario, Miky, al lado
de Ratón de Disney, seguro que pone “gran tipo y buen amigo”.
Rosana: Que decir. Sin ella, quizás
podría hacerlo igual, pero no de manera tan sencilla, ni sintiéndome tan
secundado. Es mi gran complemento, y mi mejor armadura. Transparente y sincera,
es de las personas mas fuertes y seguras de si mismas, que jamás he conocido y
creo que conoceré. Y solo ella misma duda de ello; señal inequívoca de persona
inteligente y humilde. De una voluntad
férrea y carácter irreductible, sabe medir, decidir y si fuera necesario,
liderar. En todos los sentidos, una gran compañera de viaje. Tanto, que la consecuencia
de tenerla cerca, es que te relajes, porque sabes que cualquier problema que
pueda surgir, con ella cerca será menos problema. Disfruta enormemente de todo:
del paisaje, las gentes y la cultura, llevada por su curiosidad y sus notables
ganas de saber, aprender y comprender, y es un gusto verla hacerlo. Además la
quiero;)