Lo mejor que podemos hacer por otro, no es compartir con él nuestros méritos,
sino mostrarle los suyos.
La respuesta a la propuesta/apuesta de Viajes Barceló para que formara y
coordinara un grupo guiado en este caso a la cumbre del Kilimanjaro, ha sido
para mí abrumadora...
En solo dos días ya había grupo (más de 20 inscritos), y se abrió la lista de reserva.
(Para ir bien, el grupo debía ser de unos 15, y un máximo de 20). Si en esa lista hubiera tantos como para un segundo grupo (más de 30), barajaré la posibilidad, y si no, pues estarán a expensas de alguna baja en este primer grupo de veinte.
En lo que llevo vivido (que deseo que sea menos de la mitad de lo que me queda por vivir), he ascendido por encima de los 5000m unas diez veces y dormido a esa altura; por encima de los 6000m unas nueve y dormido a esa altura; por encima de los 7000m cuatro veces y dormido a esa altura, y por encima de los 8000m una sola vez, cumpliendo un capítulo de un gran sueño.
Me encanta el carácter de la altitud y la aclimatación por lo que significa. Como la falta de oxígeno te hace más débil y vulnerable, y te obliga y te ralentiza en todos los sentidos. Como percibes como poco a poco tu cuerpo, y tu mente, se defienden para sobrevivir, reaccionan y se adaptan. Entretanto, tienes que esforzarte, y afilar todos tus sentidos para no dejarte caer en ese tedio vital que te arrastra a la mínima voluntad por esa falta de oxígeno en tu torrente sanguíneo y tus músculos. Tienes que esforzar tu mente y tu carácter, chequearte, verificarte a cada paso, y con cada inspiración inhalar vida y espíritu para avanzar. Te aclimatas. ¡Menuda metáfora de la vida!.
Todo esto no significaría nada, si no fuera porque por supuesto haces ese esfuerzo para acceder a lugares naturales fascinantes y casi de ficción. En este caso será el techo de África, el "Kilimanjaro".
Tengo muchas ganas de volver a sentir esas sensaciones en las faldas del Kilimanjaro, y conllevarlas apoyando con mi experiencia a un grupo de personas que por vez primera las sentirán, las soportarán y como no, las someterán.
Se trata como siempre de capacidad de sufrimiento, de motivación y permanentemente de humildad. De no creerse nunca superior al objetivo que pretendes. Respeto al medio, a tus compañeros y a ti mismo.
¿Cómo me lo planteo?. Tengo la misma ilusión con la que afronto cada nuevo proyecto, incrementada por hacer partícipes a otras personas. Es la misma sensación que tuve al querer hacer partícipes a los demás de las emociones que sentía dentro de un barranco y que me llevó a hacerme guía, o hace pocos años del espíritu de superación de una carrera de Ultra distancia, creando conjuntamente con mis amigos Arcadi, Kike y santi la UTGS.
Siempre siento que hago todo por primera vez.
Una vez allí, quiero ayudarles, pero también transmitirles (y tuve por suerte grandes maestros en eso como Pepe Chaverri o Fernando Garrido), que cada día, cada minuto de ascenso, es un minuto único e irrepetible que hay que degustar y saborear. Sentirnos afortunados por poder vivir algo así en tu vida. Que estás viviendo una experiencia de las que imprimen carácter. Que lo auténticamente placentero y lo verdaderamente significativo, es el trayecto y no el fin (la cima).
El trayecto son ocho días de deleite, experiencias, vivencias, y superación; la cima apenas una hora... un hermoso regalo, que marca "el final" de un sueño forjado durante meses, o quizás años.
Sí, es cierto que hay una embriagadora sensación que percibes precisamente desde la cima una vez alcanzado plenamente un objetivo. Porque te has volcado con todo tu empeño en él; has luchado más allá de lo que pensabas que podrías abarcar para lograrlo, y das este último pequeño paso a la euforia propia de un logró que tan poco te costó soñar, y tanto te ha significado conquistar.
Es una profunda satisfacción, que te hace inflamar de orgullo, y te sientes, literalmente, por unos instantes en la cima de tu vida. Has alcanzado aquello por lo que te has estado esforzando tanto. Aquello que te quitó el sueño y que de forma contradictoria, fue lo que mejor te hizo dormir. Te sientes triunfante si,...pero:
Mirando a tu alrededor adviertes que esa montaña escalada es una más; que hay otras muchas alrededor. Que hay otros muchos retos por conseguir, y que este solo ha sido el camino a otro futuro reto. Entonces corroboras que lo importante es el camino y no la cima.
Lo hubieras logrado o no, tan solo ha sido la ruta, el csmino para otro reto futuro.
Es entonces cuando dejas de valorar la cima (las metas), y valoras todo lo demás, y te asalta un sentimiento de callada pena porque ha terminado y regresas a casa. Despiertas de un sueño, pero se abre la satisfacción de fraguar otro nuevo.
Se dice que somos lo que hacemos para intentar cambiar lo que somos, y que esa tarea no se termina jamás. Eso quiero transmitirles.
Pretendo volcarme, ayudarles, pero sobre todo contagiarles mi ilusión. Enseñarles a desearlo con todas sus fuerzas. Porque los cielos nunca ayudan a la persona que no desea.
No vale compartir ideas, sin compartir momentos importantes de la vida.
Hay resignados que sostendrán que el impulso responde a una desmedida ambición. Yo, sin embargo, pienso que el propósito y el cumplimiento de nuevas circunstancias es la parte fundamental de la vida.
Gracias anticipadas a todos los que habéis confiado en mí para acompañaros en este viaje “iniciático”.
En solo dos días ya había grupo (más de 20 inscritos), y se abrió la lista de reserva.
(Para ir bien, el grupo debía ser de unos 15, y un máximo de 20). Si en esa lista hubiera tantos como para un segundo grupo (más de 30), barajaré la posibilidad, y si no, pues estarán a expensas de alguna baja en este primer grupo de veinte.
En lo que llevo vivido (que deseo que sea menos de la mitad de lo que me queda por vivir), he ascendido por encima de los 5000m unas diez veces y dormido a esa altura; por encima de los 6000m unas nueve y dormido a esa altura; por encima de los 7000m cuatro veces y dormido a esa altura, y por encima de los 8000m una sola vez, cumpliendo un capítulo de un gran sueño.
Me encanta el carácter de la altitud y la aclimatación por lo que significa. Como la falta de oxígeno te hace más débil y vulnerable, y te obliga y te ralentiza en todos los sentidos. Como percibes como poco a poco tu cuerpo, y tu mente, se defienden para sobrevivir, reaccionan y se adaptan. Entretanto, tienes que esforzarte, y afilar todos tus sentidos para no dejarte caer en ese tedio vital que te arrastra a la mínima voluntad por esa falta de oxígeno en tu torrente sanguíneo y tus músculos. Tienes que esforzar tu mente y tu carácter, chequearte, verificarte a cada paso, y con cada inspiración inhalar vida y espíritu para avanzar. Te aclimatas. ¡Menuda metáfora de la vida!.
Todo esto no significaría nada, si no fuera porque por supuesto haces ese esfuerzo para acceder a lugares naturales fascinantes y casi de ficción. En este caso será el techo de África, el "Kilimanjaro".
Tengo muchas ganas de volver a sentir esas sensaciones en las faldas del Kilimanjaro, y conllevarlas apoyando con mi experiencia a un grupo de personas que por vez primera las sentirán, las soportarán y como no, las someterán.
Se trata como siempre de capacidad de sufrimiento, de motivación y permanentemente de humildad. De no creerse nunca superior al objetivo que pretendes. Respeto al medio, a tus compañeros y a ti mismo.
¿Cómo me lo planteo?. Tengo la misma ilusión con la que afronto cada nuevo proyecto, incrementada por hacer partícipes a otras personas. Es la misma sensación que tuve al querer hacer partícipes a los demás de las emociones que sentía dentro de un barranco y que me llevó a hacerme guía, o hace pocos años del espíritu de superación de una carrera de Ultra distancia, creando conjuntamente con mis amigos Arcadi, Kike y santi la UTGS.
Siempre siento que hago todo por primera vez.
Una vez allí, quiero ayudarles, pero también transmitirles (y tuve por suerte grandes maestros en eso como Pepe Chaverri o Fernando Garrido), que cada día, cada minuto de ascenso, es un minuto único e irrepetible que hay que degustar y saborear. Sentirnos afortunados por poder vivir algo así en tu vida. Que estás viviendo una experiencia de las que imprimen carácter. Que lo auténticamente placentero y lo verdaderamente significativo, es el trayecto y no el fin (la cima).
El trayecto son ocho días de deleite, experiencias, vivencias, y superación; la cima apenas una hora... un hermoso regalo, que marca "el final" de un sueño forjado durante meses, o quizás años.
Sí, es cierto que hay una embriagadora sensación que percibes precisamente desde la cima una vez alcanzado plenamente un objetivo. Porque te has volcado con todo tu empeño en él; has luchado más allá de lo que pensabas que podrías abarcar para lograrlo, y das este último pequeño paso a la euforia propia de un logró que tan poco te costó soñar, y tanto te ha significado conquistar.
Es una profunda satisfacción, que te hace inflamar de orgullo, y te sientes, literalmente, por unos instantes en la cima de tu vida. Has alcanzado aquello por lo que te has estado esforzando tanto. Aquello que te quitó el sueño y que de forma contradictoria, fue lo que mejor te hizo dormir. Te sientes triunfante si,...pero:
Mirando a tu alrededor adviertes que esa montaña escalada es una más; que hay otras muchas alrededor. Que hay otros muchos retos por conseguir, y que este solo ha sido el camino a otro futuro reto. Entonces corroboras que lo importante es el camino y no la cima.
Lo hubieras logrado o no, tan solo ha sido la ruta, el csmino para otro reto futuro.
Es entonces cuando dejas de valorar la cima (las metas), y valoras todo lo demás, y te asalta un sentimiento de callada pena porque ha terminado y regresas a casa. Despiertas de un sueño, pero se abre la satisfacción de fraguar otro nuevo.
Se dice que somos lo que hacemos para intentar cambiar lo que somos, y que esa tarea no se termina jamás. Eso quiero transmitirles.
Pretendo volcarme, ayudarles, pero sobre todo contagiarles mi ilusión. Enseñarles a desearlo con todas sus fuerzas. Porque los cielos nunca ayudan a la persona que no desea.
No vale compartir ideas, sin compartir momentos importantes de la vida.
Hay resignados que sostendrán que el impulso responde a una desmedida ambición. Yo, sin embargo, pienso que el propósito y el cumplimiento de nuevas circunstancias es la parte fundamental de la vida.
Gracias anticipadas a todos los que habéis confiado en mí para acompañaros en este viaje “iniciático”.
Joder!! si ya solo contándolo contagiastu ilusión!!. Javier, Será seguro una experiencia inolvidable para todos. Sigo tu blog, desde que lo descubrí hace tres años y pico, y nunca dejas de sorprender. Enhorabuena por tus aptitud, pero sobre todo por tu humildad. Quien pudiera acompañaros...sssssinffff
ResponderEliminarGracias!! A lo demás no se, pero a ilusión no creo que me gane nadie...jajaja
EliminarEstoy con Yuma, contagias una ilusion que dan ganas de apuntarse.
ResponderEliminarPues no te quedes solo en las ganas Paco. Serías una gran compañia
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