miércoles, 27 de febrero de 2013

ESPÍRITU

Sucede, suena, sueña, suelta, y suele suceder.
Por deliberada omisión o por improvisada acción, los miedos son más fáciles de cosechar, incluso de crear. Pero no las ilusiones. Esas crecen solas, y la mía ya tiene dos añitos.
¿Cuántos verdaderos silencios  me obligaré a escuchar para comprenderlo?
Me he sentido sin límites, sin fronteras y sin reparos. 
Ahora, como consecuencia lógica, soy ya en todos los sentidos irremediable. Pero, sólo pienso en ella. En sus manitas, su pelo y su mirada redonda y cálida, que yo siento profunda y generosa. 
Cuántas veces ya ha sometido de satisfacción mis ojos y mi pecho esa mirada. Que extraordinario sentimiento ha desenvuelto.
Desde el comienzo de mi vida, me negué a aceptar la realidad, siempre entendí el mundo a mi manera, y siempre sentí, que hay rendijas en las cuales, no puede aplicarse la lógica y si el deseo y la esperanza. La siento consecuencia de todo eso.
Todo nuevo y nada fácil. Pero forma parte de este inédito, insólito, desafiante e intrigante mundo que empezamos a vivir y disfrutar los tres juntos. Ahora somos una familia.
Disfrutarla, verla crecer ... El mejor regalo que se puede pedir y tener. Es el Espíritu y el motor.
Javi

2 comentarios:

  1. Precioso texto y preciosa niña. Disfrutala que pasa volando

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  2. Muchas gracias!! que voy a decir... dos años han pasado en un suspiro.

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