Hoy en día, la vida está supeditada a la rivalidad, y vivimos de una forma casi
combativa. Si, seguro que en la edad media o antes también..., pero, la
diferencia es que ahora la imagen personal tiene un enorme valor para lograr
"éxitos", y entonces sospecho que su imagen personal importaba un
pito.
En el deporte amateur pasa igual.
Se comienza por goce y divertimento, después quizás aparece la ambición y el deseo, pero poco a poco, si te idolatran demasiado los que te rodean, todo puede transformarse sin darte ni cuenta en un deber de justificación auto impuesto. Y además lo chocante es, que este deber, esta obligación, terminan generando dentro de ti una especie de descontento, que no tiene nada que ver con aquellas emociones y entusiasmo de cuando comenzaste.
Después, terminas por desorientarte, confundirte y querer equivocadamente "¿qué te quieran o admiren?"..., y además repito, con la ironía de que esto te ocasiona requerimientos, obligaciones y deberes. Y te conviertes en una simple marioneta de ti mismo.
¿Cuántos personajes interpretamos a diario?¿deportista? ¿montañer@?¿ amig@?¿pareja?¿ espos@)? ¿ padre o madre? ¿ hij@? ¿ herman@? . ¡Qué horror!.
Es tu esencia, tu "auténtico yo lo que hay que escuchar ". Dentro de ti. Ese único lugar donde eres tú mismo siempre, con absoluta independencia respecto a los demás y lo que te rodea.
Porque, si llevado por esa especie de "acreditarte ante el mundo", actúas de manera digamos ambiciosa y egoísta, a buen seguro sufrirás incluso descalabros afectivos; y solo con esto (que ya es mucho), aunque alcances los éxitos y metas planeados, siempre te quedará la decepción y el descontento.
Porque en el fondo, percibes y sabes, que tú actitud ante el deporte, ante la vida, está equivocada, y que ese no es el modo de obtener el verdadero disfrute de la misma, ni lo que verdaderamente quieres.
¿Cuantos conocéis casos a vuestro alrededor casos de personas que (Sin ser profesionales de ello claro), vivían o viven solo para su deporte, sus montañas o sus competiciones? ¿ Y cuántos están o han terminado "solos"?... En tal caso, ¿Merece la pena obsesionarse?. Las obsesiones son siempre peligrosas y perjudiciales.
Y por el contrario, ¿qué pasaría si simplemente te escucharas por dentro, y fueras fiel a ti mismo en cada momento de tu vida?...
Todos, conocemos las ventajas del deporte. Y entre esas ventajas, está que te forman un carácter enérgico, noble y sincero; y son precisamente estos distintivos los que te fraguan como una persona capaz de emprender cualquier tarea por dura que está sea.
Así que, utilizando esa voluntad, esa valentía, y esa sinceridad que nace en tu espíritu mediante el deporte, y enfocándolo bien, paulatinamente hay que eliminar ese egoísmo y esa competitividad.
Aunque no lo parezca todos estos conceptos los tengo claros desde hace unos años, y desde que fui padre mucho más. Y no, no ha sido mi lesión la que me ha hecho recapacitar. Pero bueno, si ha sido la lesión la que me ha hecho plantarme aún más, detenerme un poquito antes de lo que deseaba. Ahora ya dudo si iré al Spartathlon, pero además, si lo pienso bien, no me importa.
Mi cuerpo se revela en forma de lesiones para que deje de darme esas grandes palizas por otra parte "necesarias", para preparar bien cualquier gran "apuesta" deportiva. Y mi mente también se revela, porque preparar este tipo de carreras durante muchos años, en las que necesitas cometer muchas horas de entrenamiento, y maltratarte con madrugones y extenuaciones, también termina extenuándola.
Por otra parte, en este instante de mi vida, no cambiaria ningún reto más, por muy afamado que fuera, si el precio a pagar es cronificar una lesión y no poder correr mis ratitos por el campo durante muchos años; o en futuro próximo no poder iniciar a mi hija en todos estos deportes que tanto me gustan, escalar, esquiar, o hacer barrancos; o no poder patear por el monte hasta que sea muy mayor, cuando si Dios quiere incluso pueda volver a lo que mas me ha gustado en mi vida deportiva, las montañas del Himalaya; o por tozudo y testarudo, no poder disfrutar de esta nueva etapa que se abre en mi vida de coordinar y realizar viajes de aventura compartidos con quien quiera apuntarse a lugares fantásticos junto con viajes Barceló de Barbastro, que arrancará este año con el Kilimanjaro y que preveo será una etapa apasionante.
Por todo esto, de momento ya he renunciado a la TMB, y a Lavaredo iré, sin agobios, en plan templado y prudente, y por el aliciente de compartir el viaje con mi familia, y la experiencia con algunos queridos amigos como Paco o David.
Por qué, ¿cuántas veces te equivocas por no hacer lo que dictaba tú conciencia?.
La teoría es fácil; pararte y preguntarte: ¿Cuál es mi fondo? ¿Qué me hace disfrutar? ¿Qué me levantaría todas las mañanas con una sonrisa de oreja a oreja?.
En definitiva, ¿quién eres tú para ti mismo?.....
Pues... igual no es tan difícil... ;).
PD: Espero que este rollo, os pueda servir a algun@ para reflexionar. Yo estoy en ello.
En el deporte amateur pasa igual.
Se comienza por goce y divertimento, después quizás aparece la ambición y el deseo, pero poco a poco, si te idolatran demasiado los que te rodean, todo puede transformarse sin darte ni cuenta en un deber de justificación auto impuesto. Y además lo chocante es, que este deber, esta obligación, terminan generando dentro de ti una especie de descontento, que no tiene nada que ver con aquellas emociones y entusiasmo de cuando comenzaste.
Después, terminas por desorientarte, confundirte y querer equivocadamente "¿qué te quieran o admiren?"..., y además repito, con la ironía de que esto te ocasiona requerimientos, obligaciones y deberes. Y te conviertes en una simple marioneta de ti mismo.
¿Cuántos personajes interpretamos a diario?¿deportista? ¿montañer@?¿ amig@?¿pareja?¿ espos@)? ¿ padre o madre? ¿ hij@? ¿ herman@? . ¡Qué horror!.
Es tu esencia, tu "auténtico yo lo que hay que escuchar ". Dentro de ti. Ese único lugar donde eres tú mismo siempre, con absoluta independencia respecto a los demás y lo que te rodea.
Porque, si llevado por esa especie de "acreditarte ante el mundo", actúas de manera digamos ambiciosa y egoísta, a buen seguro sufrirás incluso descalabros afectivos; y solo con esto (que ya es mucho), aunque alcances los éxitos y metas planeados, siempre te quedará la decepción y el descontento.
Porque en el fondo, percibes y sabes, que tú actitud ante el deporte, ante la vida, está equivocada, y que ese no es el modo de obtener el verdadero disfrute de la misma, ni lo que verdaderamente quieres.
¿Cuantos conocéis casos a vuestro alrededor casos de personas que (Sin ser profesionales de ello claro), vivían o viven solo para su deporte, sus montañas o sus competiciones? ¿ Y cuántos están o han terminado "solos"?... En tal caso, ¿Merece la pena obsesionarse?. Las obsesiones son siempre peligrosas y perjudiciales.
Y por el contrario, ¿qué pasaría si simplemente te escucharas por dentro, y fueras fiel a ti mismo en cada momento de tu vida?...
Todos, conocemos las ventajas del deporte. Y entre esas ventajas, está que te forman un carácter enérgico, noble y sincero; y son precisamente estos distintivos los que te fraguan como una persona capaz de emprender cualquier tarea por dura que está sea.
Así que, utilizando esa voluntad, esa valentía, y esa sinceridad que nace en tu espíritu mediante el deporte, y enfocándolo bien, paulatinamente hay que eliminar ese egoísmo y esa competitividad.
Aunque no lo parezca todos estos conceptos los tengo claros desde hace unos años, y desde que fui padre mucho más. Y no, no ha sido mi lesión la que me ha hecho recapacitar. Pero bueno, si ha sido la lesión la que me ha hecho plantarme aún más, detenerme un poquito antes de lo que deseaba. Ahora ya dudo si iré al Spartathlon, pero además, si lo pienso bien, no me importa.
Mi cuerpo se revela en forma de lesiones para que deje de darme esas grandes palizas por otra parte "necesarias", para preparar bien cualquier gran "apuesta" deportiva. Y mi mente también se revela, porque preparar este tipo de carreras durante muchos años, en las que necesitas cometer muchas horas de entrenamiento, y maltratarte con madrugones y extenuaciones, también termina extenuándola.
Por otra parte, en este instante de mi vida, no cambiaria ningún reto más, por muy afamado que fuera, si el precio a pagar es cronificar una lesión y no poder correr mis ratitos por el campo durante muchos años; o en futuro próximo no poder iniciar a mi hija en todos estos deportes que tanto me gustan, escalar, esquiar, o hacer barrancos; o no poder patear por el monte hasta que sea muy mayor, cuando si Dios quiere incluso pueda volver a lo que mas me ha gustado en mi vida deportiva, las montañas del Himalaya; o por tozudo y testarudo, no poder disfrutar de esta nueva etapa que se abre en mi vida de coordinar y realizar viajes de aventura compartidos con quien quiera apuntarse a lugares fantásticos junto con viajes Barceló de Barbastro, que arrancará este año con el Kilimanjaro y que preveo será una etapa apasionante.
Por todo esto, de momento ya he renunciado a la TMB, y a Lavaredo iré, sin agobios, en plan templado y prudente, y por el aliciente de compartir el viaje con mi familia, y la experiencia con algunos queridos amigos como Paco o David.
Por qué, ¿cuántas veces te equivocas por no hacer lo que dictaba tú conciencia?.
La teoría es fácil; pararte y preguntarte: ¿Cuál es mi fondo? ¿Qué me hace disfrutar? ¿Qué me levantaría todas las mañanas con una sonrisa de oreja a oreja?.
En definitiva, ¿quién eres tú para ti mismo?.....
Pues... igual no es tan difícil... ;).
PD: Espero que este rollo, os pueda servir a algun@ para reflexionar. Yo estoy en ello.
Javier, no se sí eso es progresar, pero lo que sí es, es madurar. Chapo!! y óle tus cojones . Se puede explicar más alto pero no más claro. Te admiro.
ResponderEliminarGracias por tu inmerecida admiración, y si, quizas tengas razón y sea madurar. Un abrazo
EliminarToda la razón...Yo cada vez quiero realizar carreras de Ultratrial con más kilómetros y más desnivel, muchas veces me pregunto. Dónde va a terminar esto??
ResponderEliminarNos haces reflexionar... Si,si
Si. Parece que hallamos entrado en una competición de a ver “quien la tiene mas larga” (la carrera);) y de más desnivel acumulado…tienes toda la razón. Se ha pasado de la guerra de marcas, a la guerra “yo más”
EliminarJuzgandote a ti mismo, has puesto el dedo en la llaga de mucha gente que jamás se paran a pensar. Eres todo un ejemplo. Sigue así. Estoy de acuerdo con Angel. Eso se llama madurar.
ResponderEliminarGracias Ricardo.
EliminarCuando el gato se vuelve viejo los ratones vienen en latas de sardina
ResponderEliminarUfff. Igual no te falta razón, pero, "Más sabe el diablo por viejo que por diablo".
ResponderEliminarTe agradezco tu paso por este blog
Precisamente hace un rato he estado hablando del mismo tema con unos compañeros de equipo.Que si los entrenos..... que si el nivel de cada uno......que si "hacer un buen papel"........y yo prefiero mandarlo todo a la mierda. Se puede ser feliz y ser malo corriendo....y lo mejor es que con esta mierda de nivel se lo pasa uno del carajo, que en cuanto se es un poco bueno llegan los agobios y las frustraciones. En esta puta vida hay que ser bueno en todo, en el curro, en la cama, en las aficiones....ser guapo, esbelto, triunfador.....sino eres un fracasado y un mediocre. Si sigues la corriente puedes acabar con problemas psicológicos, familiares, etc......si optas por tener un poco de personalidad, viviras cotento contigo mismo, con tu sueldo, con tu familia, con tu casa....y con tu forma de correr.
ResponderEliminarNo coment!! Estamos totalmente de acuerdo. Cuando comenzaron las carreras de Trail, su espíritu era totalmente diferente al que ahora se está llegando por culpa de la popularización, la masificación, los organizadores, y lo que es peor, “nosotros” los corredores.
EliminarUn abrazo y gracias por tu comentario Livan