Ese embrujo de risas compartidas durante la complicidad de una trotada por el
monte un domingo temprano, con conversaciones amenas y aparentemente
superficiales, pero que en el fondo revelan la maestría de los años, la
experiencia e incluso en muchos casos la razón.
Esa satisfacción añadida que produce correr por el campo
unido a las personas que tú quieres, incrementa el ánimo, las palabras, el
interés, y claro, el compañerismo, como un testimonio mas de quienes ya
no necesitan la memoria para ser recordados y por eso mismo los recuerdas; los
amigos.
Esta semana pasada hablé por teléfono como de vez en cuando
hacemos, con mi amigo Jordi Aubeso, y curiosamente se encuentra en un momento vital
parecido al mío, en el que le motiva más cualquier improvisada salida en
solitario, con amigos o en su caso con su hijo, que participar de cualquier
carrera. Y no me quiero comparar con Jordi mas que en esta actual disposición,
y para nada en la condición ni en la categoría, pero esa también es mi realidad
y posiblemente mi futuro.
Este pasado domingo, como muchos otros, a las 7,30 a.m,
arrancamos corriendo tranquilamente hasta las canteras del Pueyo y regreso (17
Km.) con Jaimitorrinco (Paco, que nos reveló que su segundo nombre es Jaime...
(Para su desquite, le diré, que aunque callé como un bellaco, yo también me
llamo “Javier Salvador”); GurúPito, (José Mª Lacoma); Luis el vizconde y su
in-“fiel” perra Nika, y el siempre cordial David Bestue; de los habituales nos
faltó el gran conquistador de las Américas (costa este) y de Bal y Christine
(broma particular) Don Jose Hernán Cortés .
¡Cuánto disfruto de estas familiares y sinceras jornadas!.
Es hacer por hacer, conversar, compartir, disfrutar, reír, charlar....y siempre
sin reticencia “al ritmo del mas lento”.
Por la mañana temprano te presentas a la cita con cuerpo y
mente aún trasplantados y aletargados, y te parece una rutina ya agotada y
tradicional, para posteriormente volverse siempre fresca e inédita; siempre
parecen iguales, pero se mantienen constantemente diferentes. Muchos temas en
el aire simultáneamente con correr: recorridos, excursiones, ilusiones, planes,
almuerzos, chistes, cine, “fútbol”, etc...
Un alma común con un manojo de piernas. Un alma que en realidad no
existe, pero que llega a notarse en instantes aparentemente intrascendentes de
manera tan manifiesta como la tuya propia.
Para mí estos instantes son como un aire totalmente
necesario, y me hacen regresar a casa con una gran sonrisa en la cara, pero
sobre todo en el alma.
Ahora, discurrir de las semanas, los
meses, las estaciones, que no sólo convierte a nuestros propios espacios en
agradables por variados, sino también anulan nuestras peores convicciones con
una aliviante sensación de continuidad que disipa la inercia y los miedos.
Ahora si, creo que he agotado otra etapa en mi vida
deportiva.
De momento pienso recuperarme bien de la lesión, y salir sin
más al campo a hacer deporte (como llevo haciendo treinta años...), como una
excelente forma de olvidar el frenesí de la vida diaria. Calzarme las
zapatillas, colgarme la mochila a la espalda, volver a coger mis pies de gato,
la bicicleta, el neopreno y dejarme llevar. Sin más.
Próxima parada el Kilimanjaro, y tras él, Dios dirá, y
también yo. Como se suele decir, me impulsaré “por sensaciones”...
Entre tanto, observar, disfrutar y sentir.
Entre tanto, observar, disfrutar y sentir.
Quizás hoy tú también lo has sentido, y el mundo se ha
parado para ti por un instante para que reflexiones sobre lo vivido, y al mismo
tiempo, se ha materializado en una simple sonrisa, un gesto, una impresión y
por lo tanto un recuerdo.
Has conseguido por un instante huir de la rutina, y sin
necesidad de marcarte ninguna meta ni específica ni especial, sentirte
poderoso; has respirado magia...
Todos los días puedes descubrir instantes. Para mí, este
pasado domingo hubo varios particulares, pero sin lugar a duda uno determinado
fue después de la agradable trotada matutina “runningfriends”. Hicimos un alto,
y refrendamos el recorrido con una deliciosa caña fresquita, en la que nos
sentimos tan a gusto, que oportunamente apodamos a estas salidas, (que espero
sean muchas): “Trotadas cañeras”... y si, si tiene que ver con darse caña; caña
por fuera, y cañita por dentro. De allí
surgieron pequeños planes. Pequeños grandes planes. ¿En vez de inscribirte en
una gran carrera, porque no juntarte con los amigos y concebirla tu mismo?.
Una mañana temprano; un grupo de amigos mochilas en ristre;
un objetivo común con unos kilómetros por delante, 30,40... y como motivación y
de remate, una comida, donde pueden aguardarte tu familia y compartirla todos
juntos. ¿Qué más se puede pedir?.. Creo que el futuro pasa por esto. Ultra Trails o Trails
“runningfriends”.
Después de sentir cualquiera de estas palpitaciones, me
declaro oficialmente despierto.
Que pasa Salva !!!
ResponderEliminarBonito post, como tu dices , todas esas salidas dominicales a veces parecen iguales, pero siempre terminan diferentes, y siempre placenteras.
Salud y kms, y alguna cervecita fresca.
Y por muchos años!!Gracias Paco
EliminarBuen post! Al final veo que fuisteis al Pirineos: Hasta a los bares les va bien madrugar.
ResponderEliminarSaludos.
Anda que no nos costó encontrar uno abierto... Cuando quieras, estás envitado Ramón
EliminarEstá claro que eres una persona coherente y no te importa que piensen. El año pasado nos sorprendiste con carreras más cortas a unos ritmos de semi élite, y cuando dijiste hasta aquí he llegado, ya no has corrido ninguna más. Eso si, estas salidas personales y con amigos, siempre las alabas. Me gusta como eres javier
ResponderEliminarGracias Chemi por leer este humilde blog y comentarlo. No sé si es coherencia, es simplemente hacer en cada momento lo que realmente me apetece.
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