miércoles, 15 de noviembre de 2017

AMIGOS LEGÍTIMOS



Seguramente harás amigos durante toda tu vida, pero muy pocos serán tan significativos como tus amigos de la infancia.
Un fin de semana donde nos hemos juntado casi todos en el espectacular y acogedor hotel L`Abadia de Sieste propiedad de Nano, uno de esos mejores amigos de toda la vida,  condimentado con un buen jamón (cortesía de Juan), una excursión, y la participación de todos para realizar juntos lo mismo un fregote, una comida o un baile, resulta un fin de semana que confirma esto que llevamos años legitimando:
Que los amigos de la infancia, los de siempre, son quienes nos devuelven a aquellos maravillosos y mágicos momentos, y aún ahora ya maduros, nos recuerdan que tenemos una parte divertida, juguetona, ingeniosa y alegre que por las circunstancias de la vida alguna vez descuidas o callas.
Porque con ellos posees un vínculo incondicional que se alimentó en recreos, excursiones, campamentos, travesuras, primeros amores, discusiones y reconciliaciones, todo tan sincero como inocente.
Porque con ellos no tienes que guardar las apariencias, ni fingir, ni intentar ser quien no eres, porque te conocen perfectamente desde siempre.
Tanto, que aunque no te hayan visto en meses, con tan solo mirarte a los ojos están dispuestos a preguntarte: -“¿Té pasa algo? ; ¿Estás bien?”.
Y es que el concepto de amistad que se tiene durante la infancia es tan simple, que no existen los sentimientos de rencor, resentimiento, o celos como cuando eres adulto.
En la familiaridad, en la esencia y en el talante, se reconoce perfectamente que nos secundamos mutuamente durante esos complejos años de crecimiento, cambios  y desorden  hormonal.
Y aun ahora, estar con ell@s te hace sentir como más seguro. Como salvaguardados. Porque sabes que son los que, pase lo que pase, nunca te dejarán tirado.
Así es. Si esa amistad  ha conseguido prolongarse hasta la edad adulta como es nuestro caso, se convierte en la mejor medicina para tu autoestima si estas desmoralizado, para arrancarte una sonrisa si estas abatido,  o esperanzarte ante los problemas sí estas pesaroso.
Porque junto  a ellos aprendiste qué es la confianza. Y no solo aprendiste a confiar, sino a demostrar que también eres de fiar, viendo la responsabilidad que se tiene hacia una persona que confía en ti.
Ellos son los primeros que nos guardaron las espaldas, con los que formamos las primeras pandillas, y con quienes compartimos esas primeras dudas que nos provocaban sonrojo.
Son la familia que elegimos.  
Nos conocen bien, y fueron los primeros en distinguir y señalar nuestros puntos fuertes y débiles. 
Los primeros en comprobar nuestras incompetencias, nuestra testarudez o nuestro carácter, y aun así contaban con nosotros y siguen contando.
Y es por eso, por lo que nos ayudan a aumentar la autoestima. Porque  siempre nos recuerdan que merecemos la pena.
El significado de la amistad es algo que se establece en la infancia y estas primeras adquisiciones influyen y de qué manera en el desarrollo posterior.
Y el destino pone a muchas personas en tu camino, pero solo las mejores permanecen para siempre.
Un fin de semana espectacular,  de repetir. De amigos legítimos.

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