viernes, 13 de abril de 2018

CORRILOSOFADA Nº.....


La presentación del libro de mi buen amigo Paco, fue un rotundo éxito.
Y lo feliz que me hizo. Primero por él y como recompensa al enorme trabajo que llevaba detrás, y una pizquita por sentirme parte de esa su historia y del libro como uno de los prologuistas.
Para los que lo conocemos no fue una sorpresa, pero los que no lo conocían, creo que se marcharon cautivados por su peculiar personalidad y sentido del humor. Y ahora están leyendo sus historietas de corredor de pueblo, con las que muchos nos sentimos identificados.
Y entre las muchas e interesantes cosas que relató, se me quedó una frase que mas o menos ya conocía y que viene a decir:
"En esta vida, al final de la misma, puedes lamentarte por alguna cosa que hallas hecho; pero lo malo sería lamentarse por las que has dejado de hacer".
Es un concepto que siempre he tenido bastante claro, y que he tenido en la cabeza estos días.
E imagino que estimulado por este concepto, he comenzado a escribir una trasnochada filosofada casera de estas mías, que comienzan mientras corro ensimismado por el monte, y posteriormente, a modo de exorcismo, terminan vomitadas aquí en forma de manuscrito:
A lo largo de mi vida hasta ahora he llegado a varias conclusiones.
Conclusiones que pueden estar equivocadas, pero al fin y al cavo son mías y no hacen mal a nadie:
Pienso que persistentemente somos lo que hacemos para intentar cambiar lo que somos; y esta labor no se termina nunca.
Que el cielo nunca ayuda a la persona que no lo desean de verdad.
Que la verdadera suerte no se encuentra; Al igual que con los amigos, se siembra en los momentos dulces, y se recolecta en los amargos.
Que está muy bien compartir ideas, pero lo primordial en esta vida es compartir momentos.
Que los diferentes rumbos que tomamos durante nuestra vida, únicamente son diferentes formas de ver las cosas.
Que los seres humanos estamos concebidos para muchas cosas. Pero las más importantes deberían ser conocernos, comunicarnos, darnos, aprender unos de otros, y abrazarnos de muchas y diferentes formas. Otro gallo nos cantaría.
Que para bien o para mal, todos podemos transmitir o contagiar a los demás de nuestras aficiones, gustos o estados de ánimo.
Que no debemos confundir ser feliz EN tu vida, con ser feliz CON tu vida. Lo fundamental debería ser siempre, ser feliz CON tu vida.
Que tampoco, y más llegados a una edad, debemos confundir los recuerdos con la experiencia. Y hablo por mí.
Que el descontento, es la distancia que hay entre como vives, y como te gustaría. Y esa distancia hay que esforzarse en que no exista.
Por ello tu felicidad depende de cómo y que consideres tú el triunfo y el cómo alcanzarlo.
Que lo más importante en cualquier filosofía de vida debería ser sencillamente: “vivir y dejar vivir”.
Que la envidia es una proclamación publica de infelicidad y complejo de inferioridad, y ese miserable sentimiento, permanece mas en el corazón del envidios@ que lo que dura la dicha de aquellos a quienes envidian.
Hay un proverbio Ingles sobre esto que me gusta mucho:
 “Cuando apuntas a alguien con el dedo, ten siempre en cuenta que otros tres dedos te señalan a ti”.
En resumen, que hay momentos tristes a lo largo de la vida, pero como bien dijo Paco, lo más triste de una vida, es no saber aprovecharla.
Y llegados a este punto, “el deporte”.
Para mí el deporte es una terapia preventiva para multitud de afecciones.
Personalmente me fortalece y predispone para poder realizar esfuerzos físicos, sí, pero también mentales; Me relaja y sosiega; Me proporciona salud, pero sobre todo equilibrio mental.
Y si lo hago en vínculo con la naturaleza, es armonía y plenitud total.

1 comentario:

  1. Gracias. Grandes consejos maestro Javier. Vive y deja vivir... que sencillo pero cuanto contenido lleva dentro. Saludos.

    ResponderEliminar