"Para este viaje no hacían falta alforjas"
Este es el humilde audiovisual de un viaje cuya
filosofía fue elevar siempre al grupo, la convivencia, los sentimientos y la
superación personal, por encima de la meta prevista.
Y la sincronicidad: Un concepto que habla de las
significativas coincidencias en la vida, y que explica las “casualidades” como
el universo mandándonos señales o personas que nos ayuden a alcanzar a nuestro
propósito.
De esta manera, cada situación, cada persona,
cada dificultad, incluso cada acontecimiento o experiencia de la vida, te lleva
exactamente a estar donde tienes que estar.
Y aquí, ahora, en este punto de nuestras vidas,
nos reunimos unos por sugerencia, otros por casualidad, otros por fortuna, veintiuna
personas de diferentes edades, condiciones o físicos, asociados por el destino, la
suerte, la ilusión de imaginar, y finalmente ese
anhelo de compartir.
Unos con la tranquilidad (que no indiferencia) que da la
experiencia, y otros, otros sintiendo por primera vez esa incertidumbre y duda
de: ¿seré capaz?; ¿estaré a la altura? ¿aguantaré a esa altitud? ¿seré un
estorbo?...
Todos capaces de “intentarlo”. Y no hay más. Se trata de
eso.
Una aventura que nace de la actitud. La actitud para enfrentarse
a algo desconocido, aceptando las condiciones; Aceptando esa avidez interna
ante un destino que desconoces y a la vez un poquito temes; pero sobre todo
aceptando esa duda, esa oportunidad buscada, el camino hacia ella y la suerte.
Y claro, cuando bailas, tu propósito no es llegar a
ningún lugar de la pista de baile; tu propósito es disfrutar de cada paso del
baile.
Compañerismo y humildad.
Todos, absolutamente todos, aportan su granito de arena
para construir el grupo y un viaje inolvidable, lleno de momentos entrañables.
Desarrollamos el deporte que nos gusta únicamente como un
medio para encontrar un punto de equilibrio mental y corporal; para encontrarse
consigo mismo.
Aprovechamos esta oportunidad que “busca”, no coleccionar
cumbres, ganar medallas, ni a nadie, sino para ahondar en nuestras propias
limitaciones y “disfrutar” de ello.
Espero
que os guste:
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