viernes, 7 de octubre de 2022

55 “POR EL CULO TE LA HINCO”

Malsonante y jocoso. 
He terminado mi vuelta cincuenta y cuatro alrededor del sol, y comienzo la 55;  Y durante este año, cuando diga mi edad, muchos (mayormente chicos) me replicarán afectuosamente y con mirada ladina “por el culo te la hinco”... 
Al final, la imaginación nos consuela por lo que no es; pero el sentido del humor nos consuela por lo que es.
Y es que esta bonita rima se puso de moda en el 2005 y sigue en vigencia. 
Desde entonces, una ley no escrita sobre rimas indecorosas deja claro que si dices 5, 25, 35, 45, 55, etc, la has cagado, y dependes de que el que te haya escuchado decir en este caso tu edad, te perdone.
De todas formas, voy a desvelar aquí una contrarréplica: Resulta que después de decir "por el culo te la hinco" hay quien responde "por el mismo dinero te la hinco yo primero"… 
En fin; Me parece genial. Porque la vida no es algo tan serio; y si la tomas seriamente la estás perdiendo. Abrázala siempre que puedas a través de la risa y la broma. 
Todos ya al nacer sabemos llorar, pero necesitamos aprender a reír más.
Bromas aparte, se afirma que todo número tiene alguna relación con el mundo espiritual. 
Y según esto, el 55 va ligado a los cambios positivos ante situaciones pasadas; la nueva fase en la que se entra abandonando viejas historias.
Marca una etapa de libertad, independencia y de autodeterminación. 
Es la mirada serena al futuro, a la llamada de la apertura de la mente y de las creencias. 
Todo suena bastante bien a priori. 
Los 50 son los nuevos 30. Los 60 son los nuevos 40. Y los ¡70 son los nuevos 55!. Así que tranquilos que nos queda mucho recorrido. 
Sea cual sea el número, está claro que los mayores de 50 años estamos teniendo un período fashion. 
Quedaron atrás esos días en que una mujer o un hombre que cumplían más de 50 años eran considerados viejos.
Actualmente la edad es solo un número. Y para los estándares de hoy, más  de 50 no es ser viejo. ¡Por Dios! ¡ estamos comenzando!
En mi opinión, se trata cada año de celebrar a la persona en la que te has convertido, y no el número. Porque el estilo, la personalidad, el temperamento o el carácter no tienen edad.
Me encantan las fabulas con moraleja; así que en esta fecha tan especial, voy a transcribir una que me gusta mucho:

“Había una vez un anciano que pasaba los días sentado en un banco de la plaza que estaba a la entrada del pueblo. Era muy querido por todos sus vecinos y siempre contestaba con sabiduría a cualquier pregunta que le hicieran.
Un día, un joven se le acercó y le preguntó:
–Hola, señor, acabo de llegar a este pueblo, ¿Me puede decir, cómo es la gente de este lugar?
–Hola hijo, ¿De dónde vienes? Preguntó el anciano.
–De un pueblo muy lejano.
–Dime, ¿Y cómo es la gente allí?
–Son egoístas, envidiosos, malvados y estafadores… por eso me fui de aquel lugar en busca de mejores vecinos.
–Pues lamento decírtelo, querido amigo, pero los habitantes de aquí son iguales a los de tu ciudad.
El joven, se despidió y continuó su viaje.
Al día siguiente pasó otro joven, y que acercándose al anciano, le hizo la misma pregunta:
–Acabo de llegar a este lugar, ¿Me podría decir cómo son los habitantes de esta ciudad?
–¿Cómo es la gente de la ciudad de dónde vienes?
–Son buenos, generosos, hospitalarios, honestos y trabajadores… tenía tantos amigos, que me ha costado mucho separarme de ellos.
–Pues los habitantes de esta localidad también son así. Respondió el anciano.
–Gracias por su ayuda, me quedaré a vivir aquí con ustedes.
Un hombre que también pasaba muchas horas en la plaza, no pudo evitar escuchar las dos conversaciones, y cuando el segundo joven se fue, se acercó al anciano y le preguntó:
– ¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes si los dos jóvenes te hicieron la misma pregunta?
–En realidad todo está en nosotros mismos. Quien no ha encontrado nada bueno en su pasado, tampoco lo encontrará aquí. Por el contrario, aquellas personas que tenían amigos en su ciudad de origen, también los encontrarán aquí, porque las personas reciben aquello que ellas mismas están dispuestas a dar a los demás.

Todo lo bueno y lo bello de la vida que necesitas, lo llevas dentro de ti. Tú simplemente déjalo salir, compártelo con los demás y cuando menos te lo esperes regresará a tu vida.
Estamos en esa edad en  la que uno ya no se deja engañar por sí mismo. 
Estoy convencido que cuantos más años cumplimos, más valemos, y no al revés.
Y avergonzarse de tu edad, es como avergonzarte de tus vivencias y tus experiencias.
MI mejor edad es la que vivo a cada momento. Y con ello, siempre estoy en la mejor etapa de mi vida.
Y aunque muchas veces la realidad no coincida con tus deseos, no te importa, porque sabes a ciencia cierta que el tiempo es el padre de la verdad.
Sonríes frente a personas que en otro tiempo  te hicieron llorar. Y no, no porque  te hayas hecho invulnerable, sino por el contrario,  porque aceptas tu vulnerabilidad. Sabes que vivir es ser vulnerable.
Eres capaz de declarar que mucho de lo que creías cuando eras joven no es verdad, y que, a su vez, muchas de las cosas que rechazabas resulta que son ciertas.
No te apetece controlarlo todo.
No deseas que las cosas sean como tú quieres, si no como realmente son.
No te aferras a lo que no puede ser.
No deseas que tu pasado hubiera sido diferente, pues sabes que es  causante de tu presente.
No deseas que los demás sean como tú quieres que sean.
Y, lo más importante de todo, te aceptas a ti mismo tal como eres.
Envejecer no significa frenar; Significa  transformar tus metas.
Eres capaz de vivir en paz aceptando todo aquello que no te gusta pero que no puedes cambiar.
Estás con quien quieres estar, y aprendes por fin a decir ¡No!
Amas más y mejor. 
Cada año que pasa tengo más claro dos cosas: La importancia de las personas que te aman y amas (esa familia que eliges), y que “¡Nunca se es demasiado viejo para ser joven!”.
Eliges el día a día. Disfrutando hasta el más mínimo detalle. Tal y como venga. Y a la gente lo mismo. El pasado me ha ayudado a valorar el presente y no quiero estropearlo preocupándome por el futuro.
¡¡A por la vuelta 55!! 
Amar, compartir, viajar, soñar, volar… y…por el mismo dinero te la hinco yo primero.

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