Alguien que se cree con experiencia no juzga; simplemente lo intenta comprender todo, y a ser posible en silencio.
A quien madruga, Dios le ayuda… No lo tengo demasiado claro (y menos cuando voy a trabajar a las seis de la mañana), sí tengo más claro, que quien madruga tiene más tiempo para hacer cosas… para entrenar.
Estos últimos meses mientras entrenaba, recordé mis primeros entrenos “serios”…”con una finalidad concreta” en el año 95 cuando me preparaba para la expedición al Aconcagua. Por entonces corría una hora diaria cuatro días por semana, y los viernes decidí pedirle la bicicleta a mi hermano y subirme hasta Alquezar. Ese día era como el más notable, porque para mí hacer esto era una verdadera hazaña.
Pues, pensando en aquello, me di cuenta que hoy, quince años más tarde, con la experiencia acumulada que ello conlleva, sería capaz de hacerlo corriendo, y se empotró esa idea en mi testaruda cabeza para cuando mis entrenos estuvieran lo suficientemente avanzados como para intentarlo con garantías.
Por tanto, ese día fue ayer sábado como ya había anunciado aquí en el blog con anterioridad. Al levantarme, un mensaje en el móvil ya me animó el espíritu: - Suerte en tu entreno. Era mi hermano Jorge desde Benasque donde también se disponía a hacer varias horas de esquí de travesía.
A las siete y media en punto, bien abrigado, me reuní en la puerta de casa con Dani Delgado y Álvaro, ambos de Lérida, que habían venido con el providencial deseo de custodiarme con sus bicis, hacer de fotógrafos, transportar agua y todo lo que pudiera necesitar durante la marcha. Que lujo y que gran detalle por su parte. Por un momento recordé los relatos de mi amigo Juanma y sus bici-escuderos durante su camino de Santiago corriendo.
Hacia frio, mas para ellos que para mí (por ir corriendo), pero con animada charla y algunos farfulleos por la rigidez de la boca fruto del frio, fuimos agotando kilómetros y avivando el organismo hasta llegar a Huerta de Vero (kilometro 15) donde me aguardaban Paco ornitorrinco y José Hernán para unirse a la carrera. Desde aquí se apaciguo el frio día y el ansia con tanta y tan buena compañía para realizar la subida hasta la plaza central de Alquezar (340m de desnivel desde Barbastro), donde Dani, se había adelantado y tenía aleccionados y prevenidos a toda una excursión de jubilados para aplaudirnos. Im-pre-sionante. La carne de gallina; al fondo la Colegiata y un conjunto de encantadores abuelos respaldándonos con aplausos y una ovación. Mitad de camino (24,5 km), media vuelta y para Barbastro. Mis sensaciones magníficas. Durante la amena bajada entre agradable charla e intereses compartidos, se nos unió en bici mi gran amigo (hermano) Miguel, y entonces eche de menos a José Mª (otro hermano) que también quería estar aquí, cuando sonó mi móvil. Era él. Estaba en Astún con su hijo, pero de alguna forma estaba aquí con nosotros, acompañándome.
Cuando de repente eres consciente de lo feliz de un momento, te embelesas, recapacitas, tomas consciencia que en este preciso instante no querrías estar en otro lugar, y te abrumas con una secreta alegría que te brota dentro y se proyecta seguramente en tu rostro. Te inunda la alegría. José Hernán nos dejó en Huerta (15km corriendo) y Paco me acompañó hasta casa (30km) en su preparación para la maratón de Barcelona. Dani, Álvaro y Miguel nos escoltaban. Que mejor forma de terminar un día así (45km) que con unos calamares en el Victoria y una comida en el Placer. Gracias amigos, creo que estoy listo. Quince años después no eres menos, sino mas. El deporte es salud. Pero además en días así es un gran hobby y algo que trasciende a lo deportivo; una forma de desconectar con el día a día, y compartir un tiempo con los tuyos.
El Dani es tremendo...llegamos a Alquezar y el tio arengando a la multitud...¡¡Que vienen desde Barbastro!!...Aplausos y media vuelta.
ResponderEliminarEs satisfactorio correr con catering: turron de chocolate, sandwichs, huesitos, agua y aquarius... Lo duro sera volver a la cruda realidad del entreno solitario sin mayordomo.
el corazón se entrena también con la buena compañía!
ResponderEliminarsuerte y buenos latidos
Que bestia 45 km antes de almorzar y como si nada. Yo de mayor quiero ser como tu.
ResponderEliminarLa verdad es que fue un dia inolvidable y solo con el simple hecho de poder colaborar en una gesta asi es especial,fue un placer asistir a una exibicion de tal calibre por parte de los tres corredores ( y encima ibamos charlando como si nada IMPRESIONANTE) Javi llega la hora del Baltico y puedo afirmar que estas preparado! Animo y a por ello.
ResponderEliminarA se me olvidaba..........los calamares trementos!!!!!!!!!!
ResponderEliminarUn día genial, hasta la climatología se confabuló con nosotros para que todo saliera redondo. Y un placer el que vinieran nuestros amigos lleidatano-chileno Dani y Álvaro. Ya sabéis, para la próxima además de los calamares lo remataremos con una buena comilona, que la de ayer también estuvo tremenda.
ResponderEliminarBesetes!!!
Algunos soñando con hacer alguna media, y otros os meteis para entrenar cuarenta y tantos kilómetros. Sois de otra pasta.
ResponderEliminarQue envidia me dais. Yo intento andar todos los días, pero a veces estoy cansada. El trabajo te deja agotada y luego está la familia. Ánimo que sois un ejemplo.
ResponderEliminarComo ya escribiste una vez, que bien se está cuando se está bien. Y cuanto se nota en el relato y en esas fotos. Mucha suerte.
ResponderEliminarÁnimo Javi,
ResponderEliminarEl Baltico te espera ...
Suerte y que lo disfrutes
Chemi
Desde luego estas preparado físicamente. Mentalmente ni lo dudo.
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