miércoles, 1 de septiembre de 2010

EL CAOS DE LOS INFANTES

Si la sonrisa de los niños es tan fascinante de ver, es quizás porque es un categórico argumento de la vida.
Todos hemos sido niños e incluso lo seguimos siendo en algunos instantes. Algún adulto se hipnotizó y contentó contemplando nuestra risa, o nuestro juego... y él, tambien fue niño. Los niños , su proceso físico, mental y afectivo; el ver como sus registros se atiborran de energía, y su risa se convierte en una explosión de fuerza. Que regusto, y cuanto se aprende participando con ellos. El pasado fin de semana, tras descender el Vero, proyecte hacer un mini descenso de barranco o iniciación, ayudado por Ornitopacorinco, con cuatro niños que iban desde los cuatro a los diez años, por el caos de la central de Alquezar, bajo la ruta de las pasarelas del río Vero. He llevado muchos niños de siete en adelante a hacer barrancos, pero me apetecía (para el futuro) iniciar de alguna forma a niños de menos de seis. El ensayo fue magnífico, y no será la última vez que lo organice, e incluso repasaré bien este caos para dibujar un recorrido lo mas divertido y seguro posible. Los niños pequeños, el mayor problema que tienen en un barranco es el agotamiento por una larga caminata, y lo gélido de sus aguas, con lo que un pequeño caos como este de fácil aproximación, es perfecto para iniciarse y sobre todo para divertirse haciéndolo, pues al ser corto tampoco al frío le da tiempo a hacer mella en ellos (con neopreno claro). Lo pasaron tan bien, que tras comer en Alquezar, querían ponerse el neopreno de nuevo y bajar al río a repetir y a jugar.
Observando, compartiendo, aprendes y te retrotrae a tu propia infancia. Está claro que nuestro talento es limitado, pero nuestro corazón es inagotable. Viéndolos disfrutar.... disfrutando con ellos, te das cuenta que es en la sencillez, y no en la complejidad, donde reside la razón, la lógica. Que sencillo es todo y que fácil divertirse y reír. El otro día escuché por la radio a unos niños cantando: - ¡Ganamos!, ¡perdimos!, ¡igual nos divertimos!.... Ese es el espíritu que se revela desde un principio en un deporte en naturaleza y complicidad. Compinches, no rivales. No competitividad, si compañerismo. Ganar, perder, ¿qué mas da? Lo que en correr sería: “Vivo corriendo y corro viviendo”. o en escalar: “Vivo escalando y escalo viviendo”... etc, etc. El Caos de la central ha prescrito, a partir de ahora, para mi será “El Caos de los Infantes”.

5 comentarios:

  1. fantástico!
    dan ganas de echarse a correr barranco a bajo...!

    bonito post!

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  2. La sonrisa de los niños, sus miradas inocentes, sus gritos... Fue una experiencia preciosa y muy gratificante.

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  3. Excelente. Las actividades con los niños son, sin duda, una gran oportunidad de hacer lo que nos gusta, eso si, para divertirnos. También permiten que nos involucremos la familia y motivemos a los más pequeños el amor por el deporte y la naturaleza.

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  4. Que gozada. Se refleja en sus caras lo bien que lo pasaron

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  5. ¿Tu eres el que duda si será un buen padre?.. ¡Yo quiero ser tu hija! jajaja. Serás un padre increíble.

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