Como ya sabéis, me gusta mucho correr por el campo, y cuando lo hago solo, sumergirme, algunas veces casi ahogarme, en mis reflexiones y pensamientos (corrilosofar lo llamo yo). Pensar en ilusiones, intereses, planes, querencias, incluso problemas, pensar en la gente, en mi.
Hoy, que debía estar con un soplo algo emotivo , mientras a las ocho de la mañana avistaba un nuevo amanecer del Somontano , imaginando que asomaran aquellos corzos que una vez divisé , ha venido a mi memoria una bonita leyenda que leí en algún lugar, y he intentado recapitularla, para al llegar a casa como también me gusta, trascribirla y compartirla en este blog.
Llamarme moñas si queréis, pero me gustan mucho estos relatos cortos, leyendas, fábulas o cuentos, y si son con moraleja mas:
Así que aquí va:
Hace mucho mucho tiempo, se juntaron todos los sentimientos que moraban la Tierra.
Cuando el Aburrimiento había suspirado un montón de veces ya, la Locura, como no, planteó: - ¿Por qué no jugamos todos al escondite?
La Curiosidad se unió al deseo y preguntó: - ¿Al escondite?, ¿cómo se juega a eso?
Es un juego, aclaró la Locura, en el que yo me tapo la cara y cuento hasta mil, mientras tanto todos os escondéis. Cuando haya terminado de contar, os voy localizando uno por uno, y será el primero a quien encuentre quien se colocará después en mi lugar para seguir jugando...
A la Satisfacción junto con el Entusiasmo y la Alegría, les pareció tan buena idea que terminaron por convencer al Recelo y a la Pereza.
Bueno, realmente no convencieron a todos, pero casi.
La Verdad prefirió no jugar, porque según ella, al final siempre la acababan descubriendo.
La Soberbia porque consideró que era un juego muy tonto, aunque lo que verdaderamente le molestaba, era que la idea no había sido suya; y a la Cobardía, claro, que prefirió no atreverse a jugar.
La Locura empezó a contar: - Uno, dos, tres, cuatro,...
La primera en esconderse fue la Pereza que se dejó caer tras el primer cobijo que encontró. La Envidia, la muy cochina, se ocultó tras la sombra del éxito, que con mucho esfuerzo había logrado ascender a la montaña mas alta que vio.
La Generosidad casi no consiguió esconderse, pues cada sitio que encontraba le parecía ideal para algunos de sus amigos: “¿un precioso río? ideal para la Belleza; ¿una pequeña rendija en un tronco?, perfecto para la Timidez. ¿Una racha de viento?, estupendo para la Libertad. y, finalmente ella se escondió en un rallo de Sol.
El Egoísmo como no, encontró un sitio excelente desde el principio, a cubierto, bien cómodo, y sólo para él.
La Mentira se escondió en un sombrío agujero (¡mentira! en realidad se escondió detrás de una Estrella fugaz), y la Pasión y el Deseo en el fondo de un ardiente volcán.
El que no recuerdo donde se escondió, fue el Olvido.
Cuando la Locura enunciaba el 999, el Amor aún no había encontrado ningún sitio, así que vio un rosal y decidió esconderse entre sus flores.
¡...Y un mil! , gritó la Locura, y enseguida se puso a buscar.
A la primera que encontró fue a la Pereza, a apenas tres pasos de donde contaba.
Luego sintió temblar a la Pasión y al Deseo dentro del volcán.
Casi sin querer encontró a la Envidia, y a partir de ella dedujo dónde estaba el Triunfo.
Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, él solo salió disparado de su escondite, que había resultado ser un abrigo lleno de víboras.
De tanto buscar, sintió sed y al acercarse a un precioso río descubrió a la Belleza.
Con la Duda fue fácil, porque estaba sentada sobre una roca decidiendo a que lado de ella esconderse.
Así que uno a uno los fue encontrando a todos.
Tan solo le faltaba el Amor que no aparecía por ningún lugar.
La Locura buscó por todo el planeta y nada.
Y, cuando ya estaba a punto de darse por vencida, reparó en el rosal.
Tomó una palo para evitar las espinas, se puso a agitar sus brotes, y de pronto se escuchó un grito de dolor: las espinas habían herido al Amor justo en sus ojos.
La Locura, desolada por el accidental suceso no sabía que hacer para disculparse. Imploró y le pidió perdón mil veces, y hasta se ofreció a ser para siempre jamas su lazarillo.
Y... , desde entonces, desde esa primera vez que se jugó al escondite sobre la Tierra, el Amor es ciego, y va de de la mano de la Locura ...
Todo fruto de un bonito amanecer corrilosofando
Preciosa y muy cierto. Muy bueno eso de corrilosofando
ResponderEliminarMe gusto mucho
ResponderEliminarBuah, que chulada, ver amanecer por el monte es un placer.
ResponderEliminarUn saludo
jo, debes acabar con la mente rusiente, de tanto pensar e imaginar...
ResponderEliminarme encanta el cuento...¡Qué suerte Nayra, la de cuentos que va a escuchar de su papá!
Soy un asiduo lector de tu blog al que llegue recomendado por otros deportistas. Todo lo que publicas me parece muy interesante, desde las grandes hazañas que haces a cualquier pequeña actividad con tus amigos, y sobre todo me encanta como alguien de tu nivel e historialdeportivo sea tan sencillo, cercano y apasionado. explica las cosas tan francamente y con tanta pasión que yo por lo menos consigo idebntificarme con muchas mas que con esos blogs cargados de entrenos, kilómetros y hombradas. Sigue asi
ResponderEliminarEs que durante las salidas hay mucho tiempo para "darle a la cabeza", me ha gusto mucho lo de CORRILOSOFANDO.
ResponderEliminarGracias Carlos. Intentaré seguir asi... pa que cambiar ahora.
ResponderEliminarYago, creo que esto de corrilosofar es mi deporte...
Bonita historia. Y me gusta el palabro ese de corrilosofar, yo lo hago mucho, a mi manera. Saludos.
ResponderEliminarMuy chula la historia Javier
ResponderEliminarCreo que poder pensar y tener tiempo de reflexión es una de las razones de correr de muchos. La mía, la tuya...
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