jueves, 10 de febrero de 2011

127 Horas

Película basada en la historia real de Aron Ralston, un intrépido, insensato diría yo, montañero norteamericano que se hizo desdichadamente famoso porque en mayo de 2003, durante el descenso de un barranco seco, en Utah, sufrió una caída y una roca derrumbada le aprisionó un brazo. Tras varios días inmovilizado (127 horas) en el fondo del barranco, e incapaz de encontrar una solución, tuvo que tomar una dramática decisión para sobrevivir... Todos hemos tenido un malos días, pero pensamos, la vida sigue y hay que luchar por ella, aún sabiendo que como una montaña rusa, nos esperan subidas y bajadas. Esta película nos muestra eso, a amar la vida, a saborear cada instante, y aprovechar cada minuto, a luchar y luchar hasta el último momento, sin darnos por vencidos, porque en un santiamén, sin quererlo, por un desafortunado accidente, todo puede terminar. Pero, quizás, cuando fatídicamente llegue ese accidental instante, sino te das por vencido, quizás puedas aferrarte a algo superior, “ganas de vivir”. Danny Boyle, el mejor creador de cine de videoclips de nuestro tiempo con permiso de Tony Scott, saca aquí toda su artillería, para servirnos una película que habla de temeridad, negligencia, exceso de confianza, estupidez, torpeza, pero sobre todo del instinto de supervivencia, del olor de la muerte y el aroma de la vida.
Este imprudente aventurero, con el que quizás alguno os sintáis identificados, que va en solitario, mal equipado, y lo peor sin decir a nadie a donde ha ido (a mi me ha pasado, excepto en que creo recordar que siempre he dicho donde iba...), no está solo durante ningún instante de la película; nosotros lo acompañamos durante todo su viaje físico y emocional, porque Danny Boyle logra hacernos sentir realmente hasta la menor de sus emociones : dolor, impotencia, frío, miedo, sed, angustia, indiferencia, alucinaciones, esperanza, y finalmente valor y ganas de vivir...
La interpretación de James Franco es increíble, pues no es nada fácil sostener una película apareciendo creo en todos sus planos, y si la película prevalece en tu retina es sin duda gracias a su labor. Él es la película, así de simple. Un conjunto de delirios a medio camino entre la alucinación y la locura, y unos escenarios naturales excepcionales. La película desprende una sensación de angustia, tristeza y algo de melancolía respecto al espíritu del ser humano, que es como una parábola sobre lo fugaz de la vida.Que las cosas más insignificantes, las más absurdas, pueden suponer un antes y un después en la vida de cualquiera, y me vienen muchos cercanos ejemplos a la cabeza. En definitiva, mas allá de la historia que cuenta, de ser por su escena mas comentada una película morbosa, de tensión o de aventura, es una película sobre la vida, sobre la fragilidad del ser humano y sobre la dimensión del instinto de supervivencia. La recomiendo.

3 comentarios:

  1. No tenia muchas ganas de verla, pero tras leer tu cronica creo que iré. Gracias

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  2. No he visto la "peli" esta, aunque algo leí en un artículo de una revista sobre el James Franco y me entraron ganas, ya iré..., por no haberla visto, me resulta fácil enlazar con tu post anterior:
    El tío va a la montaña con la arrogancia de una patata,
    Cuando se ve muy perdido: se vuelve huevo (duro)
    Con lo que deja allí pasa a ser café (cambia el entorno, que bruto...)
    Aunque igual no tiene nada que ver, yo que sé, si no la he visto...

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