En unos días en los que aún ando renqueante e importunado por mi lesión en el gemelo que no termina de sanar, y eso me hace desmoralizar un poco, he recibido un email de mi amigo Xavi Aldekoa que por si mismo me ha alegrado mucho, y en el que me narra una particularidad que me ha hecho reflexionar sobre mí NO sosiego y mi NO paciencia.
Con Xavi nos conocimos durante mi participación en la maratón de Sables en 2008, donde él acudió como periodista enviado por la Vanguardia para cubrir el evento.
Actualmente, y desde hace un par de años, se halla como corresponsal en Sudáfrica junto con Júlia (su pareja y también periodista) y desde allí cubren las noticias allá donde les requieren por todo el continente Africano, tanto para sus periódicos, como para alguna televisión sudamericana. Me relataba que su último destino había sido las elecciones en Egipto.
Entre las fascinantes cosas que me narra Xavi en sus emails, en este último me contaba que estaban trabajando en un reportaje sobre Nelson Mandela, y que estaban entrevistando a viejos amigos suyos, miembros de su gobierno, carceleros, etc. Y me describía que, "increíblemente" (esto lo digo yo), se había acordado de mí al enterarse que Mandela corría una hora diaria en su minúscula celda durante sus años de cautiverio... "en estático" (sin moverse del sitio)....
A las cuatro y media de cada mañana, el preso político más famoso del mundo se levantaba, hacía su camastro, y corría durante una hora en una celda de menos de nueve metros cuadrados. "Estuvo prisionero veintisiete años..."
Pensé, "si Xavi viera mi exasperación ante una lesión y unas pocas semanas sin correr, no creo que se hubiera acordado de mí al saber de este hecho o ejemplo de estoicismo.
Me hice la cuenta de la vieja: y eso que le quite dos años: Veinticinco años, por trescientos sesenta y cinco días, son nueve mil ciento veinticinco días u horas galopadas en estático; horas que por ocho kilómetros (por lo bajo) a la hora, harían un mínimo de setenta y tres mil kilómetros recorridos. La vuelta a la tierra por el Ecuador tiene cuarenta mil kilómetros; Así que Mandela corrió prácticamente la distancia equivalente a dos vueltas a la tierra sin moverse del sitio, y sin ver mas allá de los angostos, lúgubres y apretados muros de su minúscula celda.
Así, con algo tan simple, Nelson Rolihlahla -"alborotador"- Mandela , pudo soportar sin volverse loco más de un cuarto de siglo de cautiverio. Que mayor prueba de los beneficios mentales (además de físicos) del correr.
En esa, su celda, su confín de entrenamiento, que Xavi ha tenido la fortuna de visitar, y que hoy en día es una atracción turística, Mandela escribió: - "En prisión uno está frente a frente con el paso del tiempo. No hay nada más aterrador".
Que descomunal inteligencia emocional debía tener este hombre para aguantarse, dominarse, vencer, y además de todo esto, posteriormente perdonar.
Y yo quejándome por estar lesionado y no poder salir al monte a correr durante unos...¿días?....
Como muchos, admiro fervientemente a Mandela, y que Xavi me recordara por este gesto suyo, me parece un halago excesivo. Ya me gustaría a mi tener esa fuerza de voluntad para todo.
Mandela encerrado en un cubículo corría. Sin paisaje, sin horizonte, sin meta. ¡Que poder mental!. Yo, para sentirme pleno necesito correr por el monte, a campo abierto.
Está mas que claro , la mente está en cada uno de nuestros actos, en nuestras decisiones, en nuestra forma de pensar y de ver la vida.
Controlar la mente se basa en mantener un equilibrio, en saber jugar con ella, dominarla.
En esto de correr, hemos visto como hemos cogido algo al principio muy duro, y poco a poco lo hemos ablandado, necesitando mas distancias o más velocidad. Sí, estamos poco a poco más en forma, pero es nuestra mente la que poco a poco se acomoda. Nos convence de que podemos un poquito más. A lo largo de mi vida me he dado cuenta que controlar la mente es una de las grandes claves de todo. Constantemente nos invaden todo tipo de pensamientos y emociones que nos impiden ser felices y alcanzar una buena madurez interior.
Espero curarme en breve. Gracias Xavi por este email que me ha dado un toque moral… y ganas de correr, claro.
Con Xavi nos conocimos durante mi participación en la maratón de Sables en 2008, donde él acudió como periodista enviado por la Vanguardia para cubrir el evento.
Actualmente, y desde hace un par de años, se halla como corresponsal en Sudáfrica junto con Júlia (su pareja y también periodista) y desde allí cubren las noticias allá donde les requieren por todo el continente Africano, tanto para sus periódicos, como para alguna televisión sudamericana. Me relataba que su último destino había sido las elecciones en Egipto.
Entre las fascinantes cosas que me narra Xavi en sus emails, en este último me contaba que estaban trabajando en un reportaje sobre Nelson Mandela, y que estaban entrevistando a viejos amigos suyos, miembros de su gobierno, carceleros, etc. Y me describía que, "increíblemente" (esto lo digo yo), se había acordado de mí al enterarse que Mandela corría una hora diaria en su minúscula celda durante sus años de cautiverio... "en estático" (sin moverse del sitio)....
A las cuatro y media de cada mañana, el preso político más famoso del mundo se levantaba, hacía su camastro, y corría durante una hora en una celda de menos de nueve metros cuadrados. "Estuvo prisionero veintisiete años..."
Pensé, "si Xavi viera mi exasperación ante una lesión y unas pocas semanas sin correr, no creo que se hubiera acordado de mí al saber de este hecho o ejemplo de estoicismo.
Me hice la cuenta de la vieja: y eso que le quite dos años: Veinticinco años, por trescientos sesenta y cinco días, son nueve mil ciento veinticinco días u horas galopadas en estático; horas que por ocho kilómetros (por lo bajo) a la hora, harían un mínimo de setenta y tres mil kilómetros recorridos. La vuelta a la tierra por el Ecuador tiene cuarenta mil kilómetros; Así que Mandela corrió prácticamente la distancia equivalente a dos vueltas a la tierra sin moverse del sitio, y sin ver mas allá de los angostos, lúgubres y apretados muros de su minúscula celda.
Así, con algo tan simple, Nelson Rolihlahla -"alborotador"- Mandela , pudo soportar sin volverse loco más de un cuarto de siglo de cautiverio. Que mayor prueba de los beneficios mentales (además de físicos) del correr.
En esa, su celda, su confín de entrenamiento, que Xavi ha tenido la fortuna de visitar, y que hoy en día es una atracción turística, Mandela escribió: - "En prisión uno está frente a frente con el paso del tiempo. No hay nada más aterrador".
Que descomunal inteligencia emocional debía tener este hombre para aguantarse, dominarse, vencer, y además de todo esto, posteriormente perdonar.
Y yo quejándome por estar lesionado y no poder salir al monte a correr durante unos...¿días?....
Como muchos, admiro fervientemente a Mandela, y que Xavi me recordara por este gesto suyo, me parece un halago excesivo. Ya me gustaría a mi tener esa fuerza de voluntad para todo.
Mandela encerrado en un cubículo corría. Sin paisaje, sin horizonte, sin meta. ¡Que poder mental!. Yo, para sentirme pleno necesito correr por el monte, a campo abierto.
Está mas que claro , la mente está en cada uno de nuestros actos, en nuestras decisiones, en nuestra forma de pensar y de ver la vida.
Controlar la mente se basa en mantener un equilibrio, en saber jugar con ella, dominarla.
En esto de correr, hemos visto como hemos cogido algo al principio muy duro, y poco a poco lo hemos ablandado, necesitando mas distancias o más velocidad. Sí, estamos poco a poco más en forma, pero es nuestra mente la que poco a poco se acomoda. Nos convence de que podemos un poquito más. A lo largo de mi vida me he dado cuenta que controlar la mente es una de las grandes claves de todo. Constantemente nos invaden todo tipo de pensamientos y emociones que nos impiden ser felices y alcanzar una buena madurez interior.
Espero curarme en breve. Gracias Xavi por este email que me ha dado un toque moral… y ganas de correr, claro.
Esa lesion acabara pasando y correras todo lo que te de la gana...
ResponderEliminarLo sé Paco lo sé.Pero uuufff que larga la espera... Gracias
Eliminar¡Ánimo! Las lesiones son temporales, el disfrute es eterno.
ResponderEliminarExcepcional entrada, me ha dejado loco.
Un saludo
Muchas Gracias Juanqui por tu comentario y por pasarte por este blog.
EliminarFantástico, inspirador.
ResponderEliminarA mi me ha inspirado Julen,y por esome apetecia compartirlo.
Eliminar"Necesitamos" demasiadas cosas para motivarnos, cuando la mejor motivación es nuestro bienestar y soñar con ir cumpliendo nuestros sueños.
ResponderEliminarMe quedado embobado con la historia.
Un abrazo Javi y ánimo!
Yo no la conocia y tambien me impresionó. Umn saludo y gracias. Ya queda menos!!!!
EliminarQue historia tan magnífica y que no conocía, aunque he estado en la prisión donde estuvo encerrado Mandela en Robben Island frente a Ciudad del Cabo, si vierais el tamaño de la celda y después de conocer la historia aún se hace más grande la leyenda del personaje. Ánimos Javi!!
ResponderEliminarMuchisimas gracias Cisco. Yo de haberla conocido, en la visita a su celda sería una de las primeras cosas que contaria...¿no crees?
EliminarBonita y aleccionadora entrada. Gracias por compartirla.
ResponderEliminarDe nada, y muchisimas gracias por leerla.
Eliminar¡Qué gran entrada Javi!
ResponderEliminarVaya lección de entereza y motivación. Dale las gracias a tu amigo Xavi de parte de los que seguimos tu blog porque no hace falta estar lesionado para extraer su moraleja.
Un abrazo y recupérate pronto.
Muchas gracias Fernando. Si, menuda lección. Espero estar dando guerra pronto por los caminos. Un abrazo
Eliminar¡Hola, Javi! Soy de los que piensan que todo ocurre por algo. No creo exactamente de que hay un plan divino y que todo está escrito, pero sí que los acontecimientos que nos suceden tienen una razón. Los hechos que nos suceden son la consecuencia de nuestros actos, así que de algún modo este pequeño percance en tu vida, la lesión que pronto superarás (ese es mi deseo, por supuesto) es una nueva oportunidad que te ofrece la vida para sentarte y meditar sobre quien eres. Por lo que leo siempre en tu blog, eres una persona que lo haces constantemente, así que no era de extrañar que lo hicieras nuevamente, haciendo reflexión sobre ti mismo de la forma que lo has hecho. Aprendes de todo, y eso es una motivación para los que te leemos, porque de algún modo nos haces también mirar a nuestro interior. Muchas gracias por tu blog.
ResponderEliminarUn saludo
Muchísimas gracias Juan Pedro. Algunas veces te asalta la duda de... no el porque escribir, que yo lo seguiría haciendo a nivel particular e intimo porque me gusta hacerlo, si no el publicar lo escrito en un blog. Y son mensajes como el tuyo, los que te hacen darte cuenta que merece la pena. Me reitero, muchísimas gracias.
EliminarExcelente post Javier!!
ResponderEliminarGracias Yuma!!!!
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