LOS AÑOS TE HACEN VIEJO, PERO TE FORJAN:

Lo bueno de esta vida, es que podemos elegir; lo malo, que debemos elegir.

Que mal empiece de año llevo (deportivamente hablando).

Me perdí la media maratón de Salou, por estar medio pachucho; además mi querida carrera Castillazuelo el Pueyo, a la que había acudido en todas sus ediciones, malo en cama; y ahora que ya estaba pillando ritmo y compás para la media de Barcelona, donde pretendía realizar marca, para poder inscribirme si al fin decido volver, en el maratón NY 2015, me ha parado forzosamente una pequeña rotura de fibras en el contra muslo izquierdo.

Bueno... gajes del oficio.

Dejando aparte mi inquietud, impaciencia, ansia y nervios, (que ya es)... por no poder salir a correr por el monte, algo que vitalmente necesito, y como no hay mal, que por bien no venga, por otro lado mi productividad “artística”, está siendo muy abundante. Estoy distrayéndome dibujando muchas caricaturas de familia y amigos que tenia pendientes (¡incluso un autorretrato!), y nunca encontraba el momento; De igual modo montando algunos videos caseros “familiares”, para practicar con la Gopro, a la espera de sacarle partido en el monte y los barrancos; y como no, escribiendo introspecciones y argamasas (por no decir pajas) mentales, que es para mi una buena terapia, y una manera de abstraerme y reflexionar.

Una de esas reflexiones, ha sido sobre eso, los años; seguramente los culpables de que mis músculos estén perdiendo elasticidad y de vez en cuando se desgarren y lesionen....

Reflexión sobre los años:

Los años te enseñan a recapacitar, pero por desgracia te alejan algo de imaginar.

Los años te enseñan la leve diferencia entre agarrar una mano y encerrar un corazón.

Los años te enseñan que la compañía de alguien, no significa seguridad.

Los años te enseñan que realizar cualquier cosa, solo porque te ofrece un buen futuro, comporta que tarde o temprano querrás regresar al pasado.

Los años te enseñan que sólo quien es capaz de quererte con todos tus defectos y sin pretender transformarte, consigue brindarte felicidad.
Los años te enseñan que los besos no son formalidades, ni los regalos obligaciones.

Los años te enseñan a aceptar tus persistentes derrotas con honestidad, y las victorias con reserva, humildad y sigilo.

Los años te enseñan a reconocer tus errores, y obrar hoy, razonando que  el mañana es demasiado imprevisible para hacer planes inalterables.

Los años te enseñan que te caes; y que a continuación, cuando ya te crees invencible, te puedes volver a caer.

Los años te enseñan que tras caer te levantas, y sientes que puede aguantar, que eres más  fuerte de lo que pensabas, y que vales más de lo que crees o te hicieron creer.
Los años te enseñan que si estás al lado de alguien, sólo por acompañar tu soledad, acabarás solo.

Los años te enseñan que los amigos verdaderos son contados; y que aunque seas feliz con los que ya tienes, algunos días suspiras por aquellos que dejaste ir o ya no están.
Los años te enseñan que cuestionar o excusarse cualquier cobarde lo hace, pero perdonar o pedir perdón es cosa de valientes.

Los años te enseñan que cada experiencia vivida con cada persona es única, especial e irrepetible.

Los años te enseñan que apresurar las cosas, forzarlas a que pasen, al final ocasionará que nunca sean como esperabas.

Los años te enseñan que las cosas no tienen un porque.
Los años te enseñan que pedir perdón, decir que quieres, que necesitas, ante una sepulcro, ya carece de sentido. 

Los años te enseñan que las segundas, terceras, e incluso cuartas partes, a veces “si son buenas”.

Los años te enseñan,... que pasan sin remedio, y es mejor aprender que vencer.

Sabemos lo que sentimos, y solamente busco razones para saber, sentir, equivocarme y aprender durante muchos años más.

Javi