El 2013 ha sido buen año; no me quejo. En lo deportivo ha sido heterogéneo e imprevisto.
Tras
finalizar el 2012 realizando en San Sebastián mi mejor crono en maratón (2h 48m
01s), y un estado de forma, para mí, extraordinario, al comenzar el año decidí
cambiar totalmente de tercio, y lograr la marca que me diera derecho a
participar en el Spartathlon 2014, que era la única carrera que aún me hacia
gracia experimentar.
Para
ello, me inscribí en la Jorgeada (75 Km.), en los 101km de Ronda donde ya
lesionado corrí (55km), y la The North Face Lavaredo Ultra Trail en Italia
donde de los 118 previstos y debido a las grandes nevadas, finalmente se quedó
en (86,5 Km.).
No
obstante el primordial objetivo del año, el que verdaderamente me ilusionaba,
era llevar a buen termino la propuesta que “por fin” acepté, de viajes Barceló
de Barbastro, para capitanear un grupo en el ascenso al Kilimanjaro (5895m) en
Tanzania.
Una
de cal, y otra de arena:
A
principios de año comencé a variar mis entrenamientos, substituyendo calidad
por cantidad, y al poco, como otras veces estos últimos años, ya realizaba mas
de 110 Km. semanales, con trayectos en el día de 40, 50 (Barbastro- Colungo-
Barbastro) y de hasta 55 Km. (Barbastro-Huesca).
Un
buen día, la cadera alegó en mi contra con una bursitis (inflamación y liquido)
que derivó en revelarme que padecía un desgaste bastante evolucionado, debido a
tantos años de cargas, acometidas, y gaitas (montaña, esqui y correr con
lastre.)
Eso
me frenó casi en seco. Y digo casi, porque aún participé en las carreras que ya
estaba inscrito, pero eso sí, de manera más prudente, y teniendo muy claro que
al final del recorrido debía renunciar al Spartathlon, sobre todo por las
grandes palizas que debería darme para prepararlo en condiciones.
La
decisión como siempre la tenia muy clara: Básicamente, quería disfrutar en el
futuro, primero, de lo que llevo haciendo ya treinta años: “correr”; y segundo,
de esta nueva etapa que he abierto, de
viajes de aventura con grupos por diferentes partes del mundo.
Así
que dicho y hecho. Terminé la carrera de Lavaredo, paré, y me concentré y
centré exclusivamente en recuperar mi cadera atenuando mis rutinarias y felices
carreras por el monte en solitario o con amigos, sin renunciar a los barrancos
del verano que me servirían una vez mas para entrenar, y sobre todo a preparar
el ascenso al Kilimanjaro, que como sabéis fue mucho mejor de lo calculado.
Ahora
para el 2014, sigo muy ilusionado organizando el próximo viaje al Kala Phattar
(5655m) en Nepal (será mi cuarta visita a seguramente mi territorio favorito).
Pronto daré los detalles.
El
resto, correr como rutina, sin descartar participar en alguna carrera (mas
corta) que me motive (ya estoy inscrito a la media maratón de Barcelona).
Es
mas, quiero volver a conseguir la marca (ahora en mi edad, menos de 1h25m en
media maratón), para poder optar a participar si así lo decido en la maratón de
Nueva York 2015; Igualmente y como siempre, con el buen tiempo barranquear, y
salir a la montaña en familia, que es algo que me entusiasma hacer el resto de
mi vida... Por eso, tengo motivos mas que suficientes para salvaguardar mis
articulaciones. ;).
Resumen del año
Otro que irá en febrero a Barcelona...yo a por 1h35min jajajaj Feliz 2014!
ResponderEliminarA ver... justo ahora, roturilla de fibras. Pero bueno, espero recuperarme. Un abrazo y feliz año
EliminarGenial año aun con todo Javi. sigue asi, y sigue contandolo así de bien.
ResponderEliminarfeliz añlo
Gracias angel. Igualmente!!
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