Fin de
semana intenso en lo próximo y también en lo foráneo:
Por un
lado varios amigos y mi hermano Jorge, se batían el cobre en Chamonix, en la
durísima Ultra Trail del Mont Blanc (168km y casi 10.000 mts de desnivel).
Enhorabuena a todos ellos, pero en especial ¡claro!, a mi hermano “pequeño”,
del que me siento muy orgulloso.
Y por otro
lado, me ha visitado alguien para mi muy especial y al que aprecio mucho: Mi
amigo Juanma Medina de Torrevieja, junto con unos encantadores amigos suyos
(ahora también míos) y sus familias.
“Al poco, llega mi amigo Juanma. Juanma ya desde
lejos, coge en su mano las piedras asidas a su cuello que su hijo le prestó,
mientras las besa y extendiendo los brazos mira emocionado al cielo como si
alguien lo estuviera mirando. Sus hijos Pablito y Juan se ven reflejados en su
rostro.
Se lanza sobre mi.... o yo sobre el, nos
abrazamos y comienza a llorar, contagiándome y haciendo que llore con él
sintiendo como de repente nuestros dos corazones se funden en uno solo y Juanma
me dice: -Lo hemos conseguido tío.... lo hemos conseguido."
Este es un trozo de mi narración de la maratón de Sables.
Con Juanma
nos conocimos allí, e inmediatamente conectamos.
Compartimos
jahima, carrera, quimeras, pero sobre todo se fraguo una buena amistad.
Nuestro
abrazo en la meta final (una de las fotos mas bonitas de esa edición), lo
recordaré como se recuerdan esos instantes en la vida que por vehementemente
auténticos, te roban la respiración.
Desde
entonces, hemos mantenido el contacto, y nos hemos visto en varias ocasiones
aquí, y una en Torrevieja.
La primera
vez que vino, fue un fin de semana familiar que organizamos junto con Luis
Enrique y Toño Llorente (también cómplices en Sables).
Pero, en
esa ocasión, como sus hijos eran muy
pequeños para hacer el descenso completo de un barranco, solo pudimos realizar un pequeño recorrido
por el comienzo del cañón del río Vero, quedándose con ganas de más.
Así que,
unos años después, por fin este fin
hemos podido realizar completamente un barranco con toda su familia y sus
amigos. Y...¡¡Como han disfrutado!! ¡¡Y yo con ellos!!. ¡¡Alguno se quería
quedar a vivir aquí!!... jajaja
En esta vida
actual dominada por la rivalidad; donde se vive agresivamente, y la imagen
personal es de gran valor para lograr “éxitos”, aun cuando en lo más profundo
de tu ser, tengas una especie de resentimiento inconsciente contra tí mismo,
porque en el fondo sabes que esa postura es totalmente errónea, son estos
instantes, y los amigos, los que te abren totalmente los ojos.
Hace poco escuché, que las personas nos hallamos en continua
metamorfosis.
Que conforme pasa el tiempo, vamos mudando, transformándonos en otras
nuevas personas. Y así varias veces durante nuestra vida.
El conferenciante, se preguntaba: - “Si somos otras personas nuevas,
¿por qué debemos pagar las consecuencias de los errores de una persona que ya
no somos?”...
¿Está bien traído eh?.
Estoy de acuerdo en parte de esta reflexión... la de que, para bien o
para mal, vamos cambiando...
Pero discrepo, en el resto, porque si no debiésemos pagar los errores
de aquellos que ya no somos, tampoco deberíamos recoger los frutos de los
aciertos que realizamos ¿no?...
¡¡¡Enhorabuena Jorge!!! |
Aunque no estuviste alli físicamente, se que algo empujaste, porque los desniveles son de aupa ... Gracias por tu apoyo y ánimo desde la distancia. Un abrazo fuerte hermano "mediano" ... ja ja ja ja. Jorge
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