martes, 12 de julio de 2016

TRAIL SIERRA DE LA CARRODILLA

El sábado participé en la Trail Sierra de la Carrodilla de Estadilla. Carrera sencilla y familiar. Pero no
nos equivoquemos; la sencillez sólo se logra a través del trabajo duro.
Una carrera concebida por un buen amigo (Fernando Latorre),  proyectada entre y para amigos, y con la cooperación y la afabilidad de todo el pueblo de Estadilla con su alcaldesa Carmen Sahún al frente. Y eso se percibe desde que llegas.
Por eso, aunque cada vez me apetezca menos participar en competiciones a no ser que por algún motivo especial se me antoje,  en esta decidí hacerlo. Este año incluso les diseñé un logotipo para la ocasión.
9 de julio. El entusiasmo y energía del pueblo de Estadilla refrigeró, pero no amortiguó la calda que caía a plomo a las siete y media de la tarde cuando se dio la salida a la carrera mas larga de 26 Km.
Mis rodajes son habituales (unos 15 a 18 Km), y mi forma física mantenida y buena, pero cuando no proyecto nada en particular, que preparo mas meticulosamente, evidentemente no tengo la cadencia de carrera de quienes regularmente participan en ellas.
Así que opté por la cordura, y decidí afrontarla como si se tratara de una salida con amigos, o un entrenamiento mas, o al final podía pagarlo.
Proyectaba llegar lo mas entero posible a los últimos kilómetros. Si lo conseguía, una vez allí y por el tramo mas corrible de pista, trotar cómodamente hasta meta.
Y así lo hice. Con estos objetivos previos  e hidratándome bien, en ningún momento extenuarme y sobre todo no sufrir. Que mi respiración fuera normal y cadenciosa en todo momento, con un trote casi permanente pero cómodo.
Cumplidamente, saliendo con parsimonia y paciencia, esta estrategia me reportó el séptimo puesto de la general, y primer “veterano”.
Lo mejor no fue esto (no lo esperaba); lo mejor fue, que como me propuse, no sufrí ni un solo metro, y disfruté de todo el bonito recorrido por la sierra de la Carrodilla.
Me contenté durante el mismo con las sensaciones, el paisaje y caras conocidas y de buenos y queridos amig@s en carrera o en los avituallamientos (Que alegría ver a Carmeta y José en la Ermita); Los ánimos, la sonrisa de unos amigos, hacen que el sentimiento de deleite y agrado se acreciente.
En la segunda subida a Buñero, la carrera me unió con Pablo, un chaval de Zaragoza, que comenzó a detallarme sus ganas, su obsesión por subir tres miles, o progresar en distancias cada vez mas largas en carreras de montaña.
Me recordó a mi mismo hace mas de veinte años... jajaja
 –“Casi voy a cumplir veintinueve años, me señaló”....
Yo, casi a punto de cumplir cuarenta y nueve, me mordí la lengua...
Llegaba a el punto clave que me había marcado(15 Km. y ultimo desnivel), y  subíamos sin pausa, pero charlando tranquilamente. Entendí que mi estrategia estaba funcionando.
Después, ya por la pista descendente trotando, inspirado por esos veinte años de edad que nos separaban con mi compañero, como siempre me dio por reflexionar y abstraerme:
¿Con qué propósito se lanza a correr ahora tanta gente?...
Verdaderamente me da igual, pero, por desgracia me huelo que muchos lo hacen únicamente para competir. Ya sea contra sí mismos o contra otros.
Y como propósito para iniciarse no está mal; para eso cualquier pretexto sirve.
Pero cuando este se convierta en el único medio de lograr ese anhelo de correr, al final perderás el interés, y el agrado de hacerlo.
Porque si únicamente sales a entrenar por ese ansia de competir, rebajar tiempos, incluso llegar al podium, o participar en carreras extremas para averiguar dónde está tu límite, y/o satisfacer tu ego, no obtendrás el verdadero beneficio que el correr puede darte.
Para colmo nos fijamos en atletas de élite, y no como ejemplo de superación, si no como objetivo, sin darnos cuenta que no todos somos iguales ni tenemos las mismas capacidades ni características físicas.
Desacertadamente, muchas veces, el mecanismo que nos impulsa se llama “ego”. Y aunque con veintitantos años es normal, este Ego nos incita a hacer las cosas por pura ansia.
Para sorprender a los amigos con nuestro progreso o poderío. Y por eso nos apuntamos a carreras imposibles donde se sufre. Porque eso nos hace sentir súper hombres o súper mujeres.
Lo que necesitamos realmente es  autocontrol. Porque en este tipo de carreras, el precio de la ambición es dolor. Incluso si te sale mal esa apuesta, aparece la frustración.
y si correr no te divierte, abandonarás.
Corre para divertirte. Y si mientras lo haces averiguas que eres un súper atleta, ¡adelante!.
Ve progresando poco a poco, y no te creas súper nada solamente porque vas a participar en una carrera mas o menos larga.
Me disgusta cuando alguno de los que participan en distancias mas cortas se auto ningunean careando su distancia con las mas largas. ¿Por?... Todas tienen el mismo mérito.
Sea la distancia que sea, si tu carrera no es divertida, descubrirás que lo bueno que hay en correr no aparece.  Y un corredor torturado, martirizado, tarde o temprano abandona.
Correr es una forma de vida; De vida sana. Y la vida sana tiene que ser divertida. El juego es el proceso, ganar (en raras ocasiones) tan solo una consecuencia.
En todo esto pensaba mientras trotaba disfrutando por una embarrancada senda alrededor del kilómetro veinte. ¡Soy raro!. ¡Lo sé!.
Llegue al último avituallamiento y vi cerveza, pedí y me invitaron (¡Gracias!).
A partir de allí, como había previsto, disfruté tranquilamente trotando por la pista mientras observaba ponerse el sol.
Al entrar al pueblo me aguardaba el mejor premio: El abrazo de Fernando, Carmen y muchos amigos más. 
Después todo sumó para redondear la jornada: El gran ambiente, la cena, y la felicidad de gente modesta, humilde, con ganas de vivir un ratete y compartirlo.
Mención especial a David por su gran carrera (estabas donde merecías estar no lo dudes);  a Bárbara, que además de no abandonar cuando la cosa se tuerce, lo afronta siempre con una gran sonrisa; a José Luis, porque pese a lo que él le pueda parecer por su sencillez, es un gran ejemplo de todo lo que he escrito antes (disfrute y humildad); y a Lucia por su tesón, y la evidencia; saliendo a disfrutar, sin pretenderlo, consiguió su primer podio.
A los que piensan que no pueden participar en carreras mas largas, les daría un principio muy simple: entrenar si, pero  “Corre dentro de tu respiración, no corras delante de ella”. Entonces, disfrutaras y serás capaz de correr casi incansablemente.
Conviértete en corredor gradual, paciente y relajadamente.
Gracias Estadilla y Fernando por esta pequeña gran carrera de ambiente inmejorable.

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