Fueron, son, e imagino que serán, la entraña y el espíritu de un chaval y
sus lógicas ansias de andanzas, para poco a poco convertirse en una pasión por
hacer, pero sobre todo por aprender y compartir.
Porque la pasión es una emoción importante que encierra entusiasmo e
inclinación por algo, y por eso se dice, que a una persona le apasiona algo
cuando establece una fuerte correlación con algo.
Este es mi caso. Me apasionan muchas cosas, sí, pero una muy
importante son los barrancos “de Guara”.
No cualquier barranco, “los de Guara”. Mi tierra.
Y cada año me reedito. Como cuando se visita a un gran amigo sigo fiel a
esa cita.
Los barrancos de Guara han sido, son y serán, parte de mi vida.
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