Disciplina y madurez

La mitad de la vida es suerte, la otra mitad disciplina; y ésta es determinante, ya que sin la disciplina, no se sabría cómo afrontar esa suerte. Hoy lunes y antes de mi entrenamiento, he quedado a correr a las siete y media de la mañana, con mi amigo Santi que retoma su afición de correr tras algunos años de circunstancial parón. Lleva cincuenta días sin fumar y hoy ha hecho media hora de agradable trote y animada charla. Lo he visto bien. Quien tuvo retuvo (1h 24 m en media) Los días se repiten con el único objetivo de aprender alguna incierta lección, de superar dificultades y en definitiva de evolucionar. Tanto en los comienzos como en los retornos, si somos valientes todo es más fácil.Pero…si no somos demasiado valientes, el mejor aliado es el amor propio, el respeto a ti mismo, mimarse, cuidarse, y con esto seguro que surge el optimismo y la confianza para encontrar esa valentía para tomar o retomar. Santi y su sobresaliente retorno me han hecho reflexionar: Muchas veces es nuestro propio cuerpo el que refleja nuestra salud, e incluso el lastre de las emociones reprimidas puede textualmente manifestarse en nuestra moral y también en el físico. ¿Cuantas veces tras coincidir con una amig@ que no vemos muy a menudo expresamos –“que mala cara saca…”, o por el contrario nos quedamos asombrados por su deslumbrante aspecto? Es la mente y nuestra fuerza de voluntad quien consigue eliminar las circunstancias, nuestras circunstancias. Trabajar tu autoestima. La autoestima se refiere a la medida en que nos aceptamos y valoramos, y lo orgullosos que estamos de nosotros mismos y nuestros acontecimientos. Este aspecto es muy importante porque el hecho de sentirnos bien con nosotros mismos puede influir sobre nuestra forma de proceder. Una persona con la autoestima alta, controla mejor la actitud y disfruta más de la vida. Y para mucha gente, la imagen física está inseparablemente relacionada con la autoestima. Sobre todo durante esa etapa que va entre la adolescencia a la madurez (espacio de edad muy variable e indeterminado sobre todo en nosotros los hombres…), imagino que porque durante esta etapa de la vida nos preocupa más el cómo nos ven los demás, que como nos vemos a nosotros mismos, y esto es una buena motivación para hacer deporte y cuidarnos. Incluso nuestros patrones en esa originaria etapa son modelos idealizados como campeones, actores o héroes… He de admitir con cierto sonrojo, que mis modelos de adolescencia eran aclamados héroes de película como Sylvestre Stallone (físico), o Harrison Ford (aventurero). Después pasan los años, "maduras", y aprendes que no tienes que demostrar nada a nadie excepto a ti mismo para sentirte verdaderamente bien. Entonces esos idealizados modelos se modifican por personas menos excesivas y mucho más verosímiles. En mi caso: Pepe Chaverri, Carlos Soria o Fernando Garrido (entre otros muchos), que no tenían cuerpos tan apolíneos, o si, pero iban muy holgados de carácter aventurero, inquieto, bohemio y enormemente tenaz.: Eso es lo que yo como devoto aprendiz intento trasmitir tras coincidir, alternar, aprender e imagino que madurar un poco… Hoy Santi me ha hecho reflexionar y también me ha enseñado. Todos podemos aprender de todos si estamos receptivos a ello. Santi, ya has dado el primer paso, porque nada está definitivamente perdido si se tiene el valor de declarar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo.