Diario de la Jungla (5-Julio-2011)

Arranca ya lo fructuoso, perseverante y mas severo del entrenamiento.

A partir de este mes de julio, el de agosto y casi todo el de septiembre, ya arranca el trabajo de entreno extremado y al límite. Grandes distancias, cargas, peso en la mochila, adaptación, acomodo y ajuste de cuerpo y mente. Que Dios reparta suerte, y que me respeten las lesiones. He decidido no participar ni en la Isostar Desert (120 km), ni en ninguna prueba hasta la Jungle Marathon, para no tentar a la suerte, y dedicarme única y exclusivamente a preparar el gran objetivo de este 2011, con el que finalizaré ese sueño de participar en tres de las carreras mas extremas del mundo, en tres antagónicos, adversos y extremados ambientes climáticos. De 50ºC sobre cero, a 43ºC bajo cero. De 2% de humedad, a casi un 90%."Climas Ártico, desértico y Selvático"

Solo vence quien se levanta y si buscándolas no encuentra las circunstancias, las inventa." A partir de ahora, de 95 a 150 Km. semanales, incluyendo entre ellos algún barranco completo corriendo (este próximo sábado comenzaré seguramente con el Vero), porque considero que será un buen entreno para adquirir resistencia, agilidad, mucha solidez física, y, al tratarse de un terreno, abrupto, desigual y resbaloso, que me obligará a forzar la atención para no fallar la pisada, un alto grado de concentración. Dureza física, remojo en ropa y calzado, frío y calor, terreno bien conocido pero repleto de obstáculos a franquear, trepando, destrepando y brincando, empleando brazos y piernas... Estas son algunas de las particularidades concretas, por las que creo que amoldar este entreno excepcional al ordinario, me será beneficioso y eficaz para el objetivo final. Este verano tendré que rehusar el guiar tantos grupos como otros años (lo estoy haciendo ya), para dedicarme a mi entreno (lo primero es lo primero…).

Ahora fuerza de voluntad, focalización y entusiasmo por encima de todo; "Porque la peor derrota de una persona es perder el entusiasmo.". La maratón de la Jungla dura casi tres meses y medio. Tres aquí en casa, y tan solo quince días en la selva Brasileña. Por eso, ha comenzado ya. "Al final de todo este tiempo, la alegría habrá estado en la lucha, en el esfuerzo, en la satisfacción que supone el esforzarse y perseverar, y no en la victoria." Lo sé.