TENDRÍA

Segunda semana de entreno intenso acatada, y en medio de la misma segundo cóctel de vacunas (segundas dosis de hepatitis B, y triple vírica...gggrrrrr). Ya voy mentalizándome inexorablemente aunque sea a base de pinchazos. Durante este año he observado y descrito un creciente desinterés por participar en muchas pruebas organizadas, cuando en un principio, llevado por...no sé bien que, a meses vista, planeaba participar en varias (Media Zaragoza, Sobrarbe, Isostar desert...) Pero, conforme se acercaba la fecha de las mismas me daba cuenta que no me apetecía lo más mínimo, terminaba siendo consecuente conmigo mismo, y descartaba asistir. Ahora se acerca mi deseado reto, mi esperada aventura, y en este caso, muy por el contrario, percibo una motivación e ilusión creciente e imparable día a día. Esto me lleva a pensar en la palabra “tendría que” (como deber), cuando nos marcamos objetivos a priori llevados por amigos, deberes o imposiciones de cara a demostrar.... ¿qué? Muchas veces empleamos alegremente palabras cargadas de prejuicios. Esto sucede cuando se arraiga el uso de la palabra “tendría”. Se trata de una palabra que sería conveniente desechar de nuestro vocabulario; de nuestra vida. La vida por si sola ya está llena de imposiciones “tendría que estar en forma”; “tendría que estudiar”; “tendría que tener un buen curro”...tendría esto, tendría lo otro. Cuando te salga un “tendría”, pregúntate: ¿Supone algo realmente importante para ti? ....¿Responde a algo verdaderamente significativo en tu vida?... Si la respuesta es “no”, no lo pienses mas y descártalo. Por el contrario, si supone algo significado, lo deseas de verdad y es valioso para ti, sustituye ese “tendría” por un “quiero”. Eres dueño de tus decisiones. Si las tomas realmente llevado por tus sueños, aprendes a encontrar tus limitaciones y también tus cualidades. La clave, simplemente aceptarnos como somos y señalarte aspectos positivos en tu horizonte. Los tuyos en "tu" horizonte.