JAVIER SUBIAS por Julen Urdaibai

Sé que lo que voy a contar a continuación no cuenta con la aprobación de Javi. Lo he hecho a sus espaldas, sin su conocimiento y con una cómplice de lujo, su mujer, Rosana. Javi no estaría de acuerdo con la publicación de este post, no porque vierta acusaciones o críticas hacia él sino por todo lo contrario, es decir, el relato irá por un camino totalmente opuesto a la critica que es el elogio y la admiración hacia su persona. Él es de los que acepta mejor la crítica que el elogio. Así es él.

La mayoría de las personas que seguís su blog seguramente le conoceréis mejor que yo pero permitidme que os cuente algunos detalles de los que fui testigo en la carrera, esos detalles que hacen diferente a una persona, esos detalles que definen a uno. En mi opinión, a Javi la Jungle le ha quedado corta. No corta en kilómetros ni en dificultad sino corta en experiencias. Me explico: Javi ha disfrutado con la carrera pero yo he podido comprobar que él estaba preparado para mucho más. El disfrutaba durante la carrera y después de la misma. Creo sinceramente que si nos hubiesen soltado en la mitad de la jungla y nos hubiesen pedido que saliésemos de la misma utilizando cada uno sus recursos Javi hubiese sido el mejor, no tengo la menor duda. Sólo las ganas de ver a su mujer y a su hija le hubiesen sacado de la jungla pero si fuese por él aún estaría allí, levantando una cabaña o cazando. El buscaba lo imprevisto, le hubiese gustado que hubiese ocurrido algo nuevo para poder poner en práctica todo lo que sabe. Buscaba la aventura y en este aspecto la Jungle le ha quedado corta. Es la mejor persona con la que te puedes perder en la jungla, en la nieve, en la montaña,… Creo que si nos hubiésemos perdido en la jungla durante dos días hubiese sido la persona más feliz. Qué decir de su solidaridad y compañerismo. Siempre estaba preparado para ayudar a los demás, esperaba en meta a los demás corredores recibiéndolos con aplausos o con un abrazo o incluso instalando las hamacas de los corredores más castigados por la carrera. Estoy seguro que es el corredor que más agradecimientos ha recibido en la carrera, todos le conocían y aunque el inglés no es su fuerte se comunicaba con todos de un modo u otro. Valga un detalle: en la última etapa comunicamos a la organización que nosotros dos estábamos dispuestos a transportar las mochilas de las personas más castigadas, gente que no podía apoyar el pie en el suelo. La organización y los corredores agradecieron el detalle. Una chica estadounidense le dio algo de material a Javi para que lo transportara y Javi corrió la última etapa con ese peso de más. No era mucho peso pero el detalle creo es muy importante. He aprendido mucho de él, de sus experiencias en carreras pasadas y sobre todo he disfrutado del enfoque tan particular que tiene de las cosas. Huye del aspecto técnico del deporte, no quiere saber nada de tiempos, cronómetros, pulsaciones ni clasificaciones. Le he observado durante mucho tiempo, sin saberlo él, y he comprobado que está preparado para cualquier imprevisto. Tiene muchos recursos, tiene experiencia pero sobre todo tiene el corazón, mejor dicho, el alma para encarar todo lo que viene. Yo he disfrutado teniéndole al lado, es más, he estado tranquilo sabiendo que está a mi lado y esto en carreras como la Jungle es muy importante. No se me olvidará después de finalizar la etapa 3, empezó a diluviar y la rapidez y eficacia con la que instaló los toldos de nuestras hamacas. En un momento tuvimos montados los toldos y creo que nadie estuvo tan bien guarecido como nosotros, ni los médicos. Instala, repasa, vuelve a repasar, lo mejora y después de una magnifica instalación queda satisfecho. Luego, tan rápido como vino la lluvia se fue y el toldo dejo de ser útil pero a él eso le daba igual porque vio que el trabajo estaba bien hecho. Mientras que yo necesitaba ocho nudos para fijar la hamaca a él le bastaba con uno… Más ejemplos: al final de la etapa 3 mucha gente llegó de noche. Terminamos la etapa en la mitad de la jungla y creedme cuando os digo que cuando se hace de noche en la jungla y tú estas con tu pequeño frontal, las cosas se ven distintas. Javi, creo que esperó a todos los corredores en meta, les ayudaba a quitarse las mochilas, les instalaba las hamacas y estoy seguro que si le hubiesen pedido otro tipo de ayuda él la habría proporcionado. Pongo la mano en el fuego. Él me ha dicho que con la Jungle pone punto final a una etapa de su vida deportiva. Quiere descansar, quiere disfrutar de su familia y yo creo que debe hacerlo. Nayra tiene un añito y no debe perderse ni un minuto de su crecimiento, por nada del mundo, porque es un tiempo que no vuelve. No creo que la Jungle sea un punto final sino un punto y aparte, o por lo menos eso quiero pensar yo. Deportistas o mejor dicho personas como Javier Subias no deben desaparecer. Son necesarias sobre todo en este mundo tan ultracompetitivo porque nos ayudan a ver el deporte desde otro punto de vista, más pasional, menos competitivo, más solidario, menos técnico. Los que estáis cerca de él no desaprovechéis la oportunidad de aprender de él, preguntadle y él os responderá gustosamente, seguid su blog porque en él encontrareis tesoros. Él se siente muy orgulloso de haber podido ayudar a la gente a dar los primeros pasos en el mundo del correr. Gracias a sus relatos algunos se han animado a correr la Marathon Des Sables, otros han corrido su primer 10K y otros simplemente han empezado a correr. Él se siente muy orgulloso de esto y no es para menos dado que influye de manera positiva en la vida de las personas y eso realmente es para estar muy orgulloso. Yo he encontrado un amigo en la Jungle. Un amigo para siempre y pienso cuidar esta amistad lo mejor que pueda porque mucho me temo que será difícil que encuentre otro Javi Subias. Para terminar, quiero dar las gracias a todas las personas que me habéis apoyado sin conocerme y que habéis creído en nosotros en los momentos más difíciles. Os agradezco de todo corazón vuestras palabras. Os deseo salud y toda la suerte del mundo en los proyectos del futuro.

Gracias. Julen Urdaibai