Por la "TIERRA MEDIA"

"A menudo, las capacidades más asombrosas están contenidas en un inesperado e imprevisto cofre "
De nuevo, este pasado domingo en Calatayud he vuelto a anotar mi mejor marca en media maratón: (1h:16m:59s), y nuevamente con muy buenas sensaciones, en un circuito de tres vueltas grabado por el viento, y, bueno si, con la pequeña eventualidad de un agudo flato entre los kilómetros 7 al 11, de esos tan punzantes e intensos que surgen tras mal beber un sorbo de agua, y que me obligó a "disminuir el ritmo" para conseguir aplacarlo.
Sigo asombrado, e ilusionado como un niño en este viaje por la tierra "MEDIA..." o "de las medias", que finalizará en Nueva York en noviembre.
Ahora ya veo que no es una casualidad o carambola, y que verdaderamente me encuentro en un momento dulce. ¿Físico, cabeza?...No lo sé; yo creo que una mezcla de ambos, o como bromeábamos con mi amigo Julen, "algún bicho que me pico en la selva y....".
Algunos, extrañados me preguntan si he cambiado mi forma de entrenamiento, y si hago series. Y no, ruedo lo acostumbrado. Siempre por el monte, pero eso si, muchísimo mas aprisa....
Normalmente mi circuito rutinario es una vuelta de 15, 16 Km. que ahora realizo a ritmos de 4 minutos el kilómetro de media (prácticamente una hora), que teniendo en cuenta que es por caminos de tierra, por el campo y con subidas, esto hace que después me desenvuelva cómodamente en el llano.
Imagino que además influye el no llevar mochila tras casi cuatro años continuados con ella durante muchos meses, e igualmente siento los descansos; estos años, los objetivos finales hacían que mi entrenamiento pasara por agraviar hasta el límite mi cuerpo al menos seis días a la semana. Ahora, entreno como mucho cuatro, y son entrenos de menos duración.
Descubrir y dar sentido a ese sutil código anual es cosa de clarividencia, amplitud de atención y algo apertura mental.
Es como reinventarse a si mismo año tras año. Y reinventarse pasa por descubrir, por darle un nuevo sentido a lo que venía siendo habitual en tu vida. Yo este año me estoy reinventando apoyado en zancadas un poco más rápidas de lo habitual. Al final del recorrido, siempre lo mismo: de una u otra forma "la búsqueda de tus límites"
Eso si, los acontecimientos que componen tu propia biografía te ayudan, y las decisiones que tomas parecen ser al final la resonancia o consecuencia de tus anhelos, de tus sueños, infantiles o no.
Por alguna razón, ese niño interno que todos llevamos dentro, emerge de maneras muy diversas, y así nuestra felicidad y bienestar acontecen al reconocerlo y escuchar su voz. Uno es productor de su voz interna.
Aprendizajes, desaciertos y hallazgos son los hechos concretos que van jalonando nuestra biografía particular.
Si nuestra vida sólo estuviera compuesta por ellos, nuestro pasado sería inamovible, mecánico, sin vida. Pero nuestra capacidad para aprender, para progresar es ilimitada, y cada día se producen oportunidades para ampliar esas nuestras experiencias y dar perspectiva a lo que ya conocíamos.
Por lo tanto, el plan de establecer una meta final, que esté acorde con nuestras expectativas, nos ayuda a vivir emociones positivas, y esto hace que año a año nuestras expectativas suban.
"La felicidad seguramente se encuentra en el vestíbulo de la felicidad". Y si esas metas, sean las que sean, nos permiten realizar objetivos que nos hagan experimentar sensación de entusiasmo, es decir, experimentar disfrute, pues entonces, rellenemos ese bienestar personal con lo que nos plazca en cada momento, y viviremos emociones positivas. Yo así lo hago.
Próximo viaje por la tierra media, Zaragoza.

FOTOS (Hugo Loriente)