jueves, 4 de julio de 2013

EL PICOLO LAVAREDO UT 2013


A última hora, y por suerte para mí, Lavaredo Ultra Trail 2013 con motivo de una imprevista nevada que dejó las partes altas colmadas con 30cm de nieve (¡en Julio!), disminuyó su recorrido, quedándose aún así en unos estimables 86,5km.; y por este imprevisto motivo, también el horario de la salida se trasladó de las 23 horas del viernes, a las 8 de la mañana del sábado.
En mi caso, esto suscitó una esperanza, que sinceramente no tenía..., de que mi lesión aguantara y poder finalizarla. Eran cuarenta kilómetros menos...
Y así fue. Lo logré, y lo logré de una manera prudente y sincera. Trazándome de salida como nunca había hecho, una estrategia. Porque nunca me he perfilado estrategias mas allá que la de correr y disfrutar.
Mi plan pre carrera con esta nueva distancia, desnivel y horario de salida, y siempre claro, si mi lesión con todo aguantaba, era realizarla preservando lo posible la cadera, pero igualmente intentar terminarla en un tiempo de entre doce y catorce horas (entre ocho y diez de la noche). Y esto, no por haber calculado pormenores, ritmos o cadencias, si no por simple y crédula intención.
Porque primero, quería llegar a dormir a buena hora y disfrutar el día siguiente haciendo turismo por Venecia; y segundo, porque esta vez por fortuna, tenia a mi familia esperando en la meta, y llegando a buena hora, podría deleitarme en ese instante tan especial junto a ellas.
Y no, no como colofón a la Lavaredo Ultra Trail. Para mí esta llegada significaba, simbolizaba, el remate a todas esas llegadas durante estos pasados años en lugares

lejanos, en las me hubiera gustado que estuvieran presentes y que solo pudieron estar en mi cabeza y mi corazón. 
Rosana en Sables, la Yukón o el cruce del mar Báltico, donde se quedó a las puertas de venir por el embarazo, y Nayra solamente en la Jungle (en las anteriores no había nacido...), donde crucé la línea de meta portando en la boca su chupete como alusión a ella. 
Realicé una buena carrera hasta el kilómetro 50/55, pero a partir de allí, la lesión se resintió y me obligó a caminar, en la parte de la carrera mas corrible.Pero me dio igual. Llevaba margen suficiente para llegar. Así que sufriendo un poquito mas de lo deseable y a base de ibuprofeno, llegue a Cortina a la hora deseada.
A las ocho menos cuarto de la tarde, irrumpía en las primeras calles de Cortina, con el deseo emocionado de hallar, de ver a Rosana y Nayra en la recta de meta de la calle principal. Y como siempre pasa, por muy cansado y dolorido que estés, que marches, de repente en ese último kilómetro se produce esa especie de magia atenuante física y mental, con la que repentinamente te reanimas y nada te duele.
Y allí estaban animándome Rosana y Nayra, unos cien metros antes de la línea de llegada junto a la familia de Paco (Eugenia, Paco JR y Laura) y Paco Lozano que había llegado pletórico hacia unos veinte minutos. Paré, les di un gran beso mientras me gritaban y jaleaban, y le tendí la mano a Nayra, con la esperanza de que me acompañara, pero con la incertidumbre de que lo hiciera (tiene dos años, y como tal es imprevisible). 
Y si, pasó como una exhalación bajo la cinta de balizar que unía dos vallas, me agarró fuertemente la mano y comenzó a correr a mi lado. En su otra mano su querido Mickey Mouse...
Como decía Serrat, estos locos bajitos que se incorporan con los ojos abiertos de par en par, sin respeto a horarios ni costumbres, y a los que, por su bien, (dicen) que hay que domesticar...
Hoy, ahora, era ella la que me estaba domesticando, obsequiándome con un momento que jamás olvidaré. No paró de correr en los cien metros que nos separaban de la línea de llegada, escoltados por dos corredores que me precedían, y que aunque les sugerí agitando mi mano que adelantaran, no quisieron rebasarnos (bonito detalle).
Mientras yo me olvidaba del mundo y la miraba entre conmovido y emocionado, Nayra miraba con ojos gigantescos y curiosos a uno y otro lado, asombrada por como la gente
nos aplaudía y clamaba.
Rebasamos la línea, y la cogí en brazos palpitando, mientras ella también me abrazaba, y me soplaba al oído con voz melosa: -"Papi"... 
Estos son instantes en los que percibes que los besos no son formalidades, ni los abrazos obligaciones; estos momentos únicos por los que merece la pena vivir.
Perdonar que haya empezado esta narración por el final, pero para mí este fue el mejor instante de la carrera. Bueno, lo mejor fue todo, pero evidentemente esto fue de lo mejor, lo superior.
Asimismo quiero destacar la otra compañía. Mis cómplices de correría. Algunos como Paco Jordán o David, ya los conocía, y por tanto solo podría que ensalzar sus muchas virtudes: la maestría, seguridad y contento de Paco, y la sencillez, humildad y férrea voluntad de David.
Pero los otros dos, Paco Lozano y Luis, fueron a la par una grata sorpresa y una agradabilísima y gratificante compañía. Gente sana, afable, con auténtico y positivo espíritu, no Ultra, si no montañero. Dispuestos al paladeo del entorno, a la embriaguez de la hazaña, y al compañerismo, explorando sus limites físicos y psicológicos, muy por encima de cualquier avidez competitiva o egolatría. Como se diría simplemente: "buena gente en buen entorno, reiteradamente bueno".
En breve el resto del relato.






9 comentarios:

  1. Tus post siempre sorprenden por especiales y que están escritos con él corazón. Precioso relato junto a tú familia

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  2. Estoy con Angel, precioso post y bella llegada con Nayra y Mickie Mouse.
    Ha sido un placer compartir estos dias, de verdad.

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    1. Igualmente. Sólo por está llegada, la compañía, y también tú llegada con tus hijos, mereció la pena

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  3. Cuando se habla de hijos todo lo demás es secundario, pero si encima los retos de cada uno se comparten con ellos es lo más. Enhorabuena por esa carrera y sobretodo por la llegada.

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  4. Hola Javi, enhorabuena por tu carrera, te sigo todas las semana porque me encanta tu blog, tu punto de vista de las cosas, de la vida, de este deporte. Ha sido duro pero ya lo tienes.Tu crónica ha sido tan bella, jo ,iba leyendo y se me han puesto los ojos llorosos de lo bonito que era lo que leía.Vamossss,sigue así.

    Lurdes CH.

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  5. Hola Javi, enhorabuena por tu carrera, te sigo todas las semana porque me encanta tu blog, tu punto de vista de las cosas, de la vida, de este deporte. Ha sido duro pero ya lo tienes.Tu crónica ha sido tan bella, jo ,iba leyendo y se me han puesto los ojos llorosos de lo bonito que era lo que leía.Vamossss,sigue así.

    Lurdes CH.

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  6. Muchísimas gracias Lourdes. Tú comentario me alegra me anima, y a la vez me hace sentir una enorme responsabilidad. Espero no decepcionante.

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