En
general, el deporte en tu vida, en tu día a día, té proyecta un importante
incremento en tu superación personal, además de proponerte un placentero
desgaste físico.
De
este modo, te enfrentas, además de a los obstáculos propios de la actividad
física en si misma, sea cual sea, a ti mismo, tus circunstancias, a las inclemencias
del tiempo si es al aire libre, o al relieve si es digamos... por el monte.
Mas
allá, de que llevo ya un mes imposibilitado por una rotura de fibras en el
contra muslo izquierdo, tras la que comienzo a trotar poco a poco, mis
entrenamientos ahora son domésticos, conformes, divertidos, y afines, sin
ningún propósito concreto, pero a la vez muchos, y sentenciados a la
improvisación:
El
primero como siempre, estar en una muy buena forma física para llevar a cabo
mis acciones habituales; asimismo correr alguna esporádica carrera que por
encima de todo se me antoje y en la que me complazca “participar”.
De
momento estoy inscrito en la media de Barcelona (a ver si la lesión me deja), y a la maratón de Milán “por
relevos”... ¡si por relevos!;
Fue
una buena idea que nos propuso mi amigo Rafa, como medio y excusa para
acomodarse y juntarse unos amigos con sus familias, y pasar un entretenido fin
de semana en Milán. Me han emplumado el primer relevo; él mas largo, que es de
“13 km” jajaja. Será seguro una gran y divertida experiencia.
El
objetivo señalado, mas allá de estos esparcimientos, estará en llegar en gran
estado de forma al Kala Patthar en octubre, para poder replicar cualquier
contingencia y poder ser de máxima ayuda a mis acompañantes; también me he
propuesto lograr a lo largo del año, la marca que me dé derecho a participar de
nuevo en la maratón de Nueva York 2015. Me hubiera gustado lograrla en
Barcelona dentro de una semana, pero no creo que tras la inactividad, pueda
coger ritmo tan rápido.
Ya
desde el comienzo, desde los acostumbrados y trillados entrenamientos, puedo
comenzar a imaginarme en situaciones de carrera, o expedición.
Porque
los entrenamientos me/nos proponen un escenario donde podemos optimizar los
instrumentos que posteriormente nos serán necesarios para nuestro objetivo
final.
Para
muchos, el objetivo más importante es alcanzar la meta, y desde luego es mas
que suficiente para mantener la
concentración durante el transcurso de una carrera.
Sin
embargo es este tiempo que transcurre entre pruebas u objetivos, el
catalizador, la levadura que hace crecer la pasta de la que estás hecho tu, y
tus sueños.
El
día a día, es de gran valor para mantener la motivación.
Conviene
marcarse pequeños objetivos. A medida.
La superación personal en distancia, la evolución de tu resistencia,
trabajar tu respiración, tu nivel técnico, o tu ritmo. Después de años
entrenando muy duro para las metas que me había marcado, ahora estoy
disfrutando mas de estos entrenamientos simplemente relajantes.
Como
siempre pregúntate: "¿A qué le temes?" ¿A ti mism@?”. Yo le temo a lo que está por
venir, que no al futuro... Pero hay algo que vence este miedo, y que sin duda
lo somete: una ilusión que lo compense todo: Esa agradable sensación de Crecer.
Repito
esta frase que se me ocurrió el otro día, por real: “Lo bueno en esta vida, es
que muchas veces podemos elegir; lo malo, es que muchas veces, debemos elegir.
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