viernes, 11 de septiembre de 2015

ACONCAGUA (Diciembre 1994)



Sigo rescatando, digitalizando, acicalando un poquito por los extremos, y  sorprendiéndome, con reliquias de hace veinte años que creía perdidas.
Ahora le toca el turno a la proyección que realizamos sobre la primera expedición de la que formé parte en diciembre de 1994 al Aconcagua.
Se trataba, como todas por entonces, de una proyección de diapositivas que convenientemente ordenadas y en directo, exponías una por una por medio de un proyector, rezando para que en algún cambio de carro no se te cayeran al suelo; música previamente grabada en una cinta de cassette, y narración improvisada micro en mano igualmente en directo. 
Pero, en este caso, ...adelantándome a mi tiempo...¡jajaja!, para poder conservarla en formato VHS, un día la gravé con una cámara de video que me prestó un amigo fijada sobre un trípode, proyectando las diapositivas en la pared de mi casa; De ahí los zooms y los movimientos de cámara...
No conocíamos aún el Power Point... (ese mismo año 1995, se presentó al mundo el sistema operativo Windows 95...), y mucho menos teníamos un escáner doméstico de diapositivas. 


Se trata de una aventura en el Aconcagua (Argentina).
Allí, de manera accidental e imprevista, pasamos a ser titulares de una nueva variante  en la cara Este.
La casualidad casi siempre nos da lo que nunca se nos hubiera ocurrido exigir.
“La Variante Altoaragonésa”: Escalada en 1995.
Una serie de corredores que emergen a la derecha del glaciar de lo Polacos, con una inclinación de 75° y pasos de IV+; y tras un largo flanqueo a 6.500 mts se une de nuevo con la Directa del glaciar de los Polacos".
Partimos hacia nuestro objetivo el día 26 de diciembre de 1994:
A una montaña idealizada durante meses y soñada durante años; la montaña mas alta de América con 6.962m, y además por el glaciar de los Polacos (cara Este).
La casualidad fue el desenlace, pero no el preámbulo.
Cuatro amigos: José Vilalta de Airón club de Monzón, y Javier Alvira, Josán Hidalgo y yo, Javi Subías, los tres de montañeros de Aragón Barbastro, secundados por nuestros respectivos clubes de montaña.
Meses de ilusión, preparación, equipamiento e infraestructura.
Incluso visto ahora con la instrucción de los años y la experiencia, una excesiva infraestructura; pero por otra parte lo normal para unos entusiastas y noveles principiantes, espoleados por esos nervios previos a algo que nos parecía grandioso.

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