lunes, 20 de marzo de 2017

A MI MADRE.

Carta a mi madre (2008) :   
Se necesita una esmerada introducción para escribir una carta de homenaje y cariño en esta época donde los abrazos son ficticios, y los sensibles tienen vetado el permiso de expresar sus sentimientos sin que se les considere fuera de lugar; una época donde todos tendemos a escondernos y evadirnos de un montón de compromisos fraternalmente adquiridos.
Cuanta satisfacción me produce escribir esta carta, sabiendo que todavía puedes aguantarla entre tus manos y almacenarla en tu corazón durante muchos muchos años, y la escribo en torpe compensación por tantas y tantas cartas no escritas, y por tantas y tantas palabras no dichas. Porque, eso si, las cartas escritas permanecen para siempre y el placer de releerlas las vuelve inmortales.
Por eso mismo, quisiera escoger las palabras adecuadas para expresar mis sentimientos en un momento tan especial y tan feliz.
Sentir, emocionarse, llorar, querer, creer en lo que nadie cree y sentirse especial como nadie se ha sentido jamás, son sentimientos que emergen al hacerlo.
Primero quiero que sepas que aunque mis abrazos son esporádicos, y mis besos casi fugaces, TE QUIERO y ERES LA MEJOR MADRE DEL MUNDO.
Cuando observo lo rápido que pasan los años, imagino a todos los que han o hemos desperdiciado la oportunidad de decirle a su madre cuánto la quieren. 
En tu caso quizás porque siempre te hemos visto como una mujer práctica, autónoma, fuerte, equilibrada, y que no precisaba de ningún tipo de afectiva ternura ni ánimo para seguir adelante; o... quizás esa era la imagen que tu nos querías transmitir para no preocuparnos.
Sabes que a nuestra manera todos te queremos, y perdona si nunca te lo digo, pero quizás la dureza del pasado que tu trataste de disimular para protegernos, dejó secuelas como esa, el no sabernos decir que nos queremos convenientemente.
Supiste superar en silencio y sin ayuda de nadie momentos desoladores, y contra viento y marea te impusiste para salir adelante renunciando a tu propia vida cuidando de nosotros, tus hijos. Y con ese corazón tan grande, y ese "estomago tan endeble"...,indicarnos la dirección correcta.
Recuerdo tantas cosas: Las innumerables noches que sacrificaste tu sueño cuando yo era niño para cuidarme durante mis frecuentes enfermedades; como nos embarcabas en tu Seat 600 y nos llevabas a casa de los abuelos a Monzón; o a la piscina; o al río Vero frente a la huerta; o tus noches en vela cuando en la adolescencia comenzamos a salir...
Ya perdí la cuenta hace años de todas tus privaciones para que a nosotros, tus hijos, no nos faltara de nada: estudios, campamentos de verano, esquí, excursiones... incluso la ropa de moda, aunque nos la tuvieras que hacer con tus propias manos, como aquellos mis primeros pantalones de montaña urdidos con un reciclado pantalón de pana recortado, que reforzaste con piezas de cuero a juego, que junto con mis chirucas yo lucía presumido cuando iba a la montaña.
También, aunque hayan pasado ya casi cuatro décadas, siguen frescos en mi memoria, y en mi culo..., los merecidos y certeros "zapatillazos" que nos propinabas para regañarnos tras nuestras continuas riñas, travesuras, o como en mi caso también por no querer comer.
Esto no lo recuerdo con resentimiento, al contrario, pues si bien en aquel momento el "hervor" de mi... culo eclipsaba cualquier enseñanza moral, ahora puedo entender perfectamente la consecuencia de tu educación y el sentido de esta. ¿Quién sería capaz de lidiar y sacar adelante a tres enérgicos y vivaces niños pequeños sin aplicar algún tipo de disciplina?...
Posteriormente, cuando ya nos hicimos mayores, sé que lloraste y rezaste por nosotros; que te afligieron nuestros problemas como si fueran tuyos; que sufriste nuestras penas y padeciste o disfrutaste con reserva nuestras conquistas o hazañas deportivas, laborales o personales, o nuestras desventuras, sintiéndote siempre orgullosa hiciéramos lo que hiciéramos.
Hoy, sigues pendiente de nuestro bienestar, de nuestras parejas, de cualquiera, pero siempre tus hijos por encima de todo. Como reivindicando que somos tu mayor tesoro.
Pues bien, hoy quiero que sepas que "tú también eres nuestro mayor tesoro".
Sería injusto dejar de mencionar, aunque suene frívolo, lo que todo el mundo ya sabe.... Lo bien que cocinas. Lamento que solo seamos unos pocos privilegiados los que podamos disfrutar de tu delicioso pollo relleno, tus paellas, tus chiretas, tus lentejas, o tu gran diversidad de clases de lomo con diferentes salsas, ternasco, pollo, cebollas confitadas, sin olvidar la repostería, los flanes de huevo o las increíbles tortillas de patatas. Cualquiera, solo con manifestarte lo bien que te sale la torta de café, o como haces este o ese plato que está tan bueno, como el premio Nescafé, se asegura, no la receta del mismo, sino el suministro de ese plato por tu parte para toda le vida.
¡Eres grande y generosa mama!.
De ti mama se podría decir muchas cosas, la mayoría de ellas maravillosas: tu valor, tu entrega al trabajo, tu honestidad, y toda esa capacidad y lealtad de amistad que tan bien nos has sabido trasmitir a tus hijos.
Sé que estas breves palabras escritas en un papel, jamás serán suficiente para expresar verdaderamente toda la admiración que siento por ti, mi madre, pero, en su pequeñez, espero que sirva cuando menos para felicitarte en tu día, el día de tu cumpleaños y jubilación. El día que espero y deseo que te comprometas de verdad a vivir para ti y no para los demás como siempre has hecho.
Gracias mama por darme/darnos la vida, por tus atenciones, por tus perdones, tus oraciones y tu incondicional inclinación hacia nosotros tus hijos. Tan solo manifestarte que lo hiciste bien, y que ya es tu momento; el momento en el que tu vivas y disfrutes. Gracias por ser nuestro ejemplo, por hacernos fuertes. En definitiva "gracias por existir".
Tan solo puedo añadir:
¡VIVA LA MADRE QUE NOS PARIO!



3 comentarios:

  1. Emotivo, me ha llegado al corazón, buena madre para buenos hijos.

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  2. Gracias a tod@s de todo corazón por vuestra compañía y ánimos durante instantes tan amargos. Se agradece mucho sentirse tan acompañados, y sentir esa sensación de lo mucho que la gente la quería.
    Ahora la vida sigue, y será diferente, porque se nos ha ido nuestro referente. Sera muy distinto.
    Pero nos enseñó bien; nos dio ejemplo de como tirar adelante sin excusas y sin reproches. Siempre pensando más en nosotros, en los demás que en sí misma.
    Ahora ya descansa. Un muy merecido descanso.
    Nunca estaremos a su altura, pero lo intentaremos. Gracias mamá. Lo hiciste muy bien.
    Te QUEREMOS.

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  3. oja algún dia mis hijos pensasen eso de mi....Y mi pena es no poder escribir una carta como la tuya a la mia y no poder sentir ese sentimiento hacia ella....

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