DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS

Una película del director Spike Jonze que me ha gustado mucho. Donde viven los monstruos, es una adaptación del clásico cuento para niños que Maurice Sendak escribió en 1963.

Habla de algo tan delicado como la infancia erigida en zona de soledad, y la imaginación transformada en una jungla de tinieblas. No me ha parecido una película para niños, ni únicamente para adultos. Probablemente es mas para adultos con el fin de entender, como siente y piensa un niño.

Es la historia de un niño que piensa, vive y actúa por su necesidad de cariño y atención; sus miedos, su crueldad, individualismo, impulsividad, frustraciones, imaginación, su creatividad, o incluso sus limitaciones y emociones, propias de un niño de 8 años.

Los niños, ademas de buenos son, crueles, egoístas, duros, agresivos, impulsivos, e injustos.

Es una película para aquellos que ya pasamos la niñez y la adolescencia, pero nos acordamos de lo que sentíamos.

Trata sobre el drama de hacerse mayores y la infancia. En definitiva, reclama a ese niño que lucha por vivir en nuestro interior cuando nos hacemos "algo" mayores. Al comienzo, el niño protagonista, parece una verdadera fiera que intenta por todos los medios llamar la atención. Su madre le hará comprender que no puede seguir portándose como un verdadero monstruo y lo castiga. Enfadado, el niño se embarca en un viaje a un peculiar territorio poblado de extrañas criaturas que, aunque de terrible aspecto, resultan pacíficas. De hecho, estos enormes seres, en su simpleza, proclaman rey al niño. A cambio, él les prometerá que nunca estarán tristes. Parece el típico cuento, aunque el director, con ayuda del guionista, lo convierte en un relato sobre la tragedia de crecer, asumir responsabilidades, y darse cuenta que no siempre se puede ser el centro de atención. Esto le sucede al protagonista y a Carol, su reflejo en el mundo de los monstruos. Al final, termina dándose cuenta de que en la vida no es todo un juego y que el poder implica responsabilidad. Me gusta muchísimo cómo despedaza el tradicional retrato de infancia feliz. Como describe la imaginación como un arma de doble filo. Es una película capaz de generar un sentimiento de desorientación, y supongo que habrá que verla más veces para disfrutarla como se merece. (yo pienso hacerlo).

El estilo visual del director muy adecuado, sumado a la estupenda actuación del niño, te introduce con delicados empujones en lo peor y lo mejor de tu propia infancia.

La recomiendo.