martes, 12 de abril de 2011

VOLUNTAD

La Voluntad, quizás sea el ingrediente principal para muchas cosas de la vida; pero para el deporte en particular es básica.
Porque voluntad es la capacidad de decidir y dirigir de forma consciente tu propia conducta, para realizar el propósito que te propongas.
Voluntad es la pócima diaria que te habilita para madrugar, velar o lo que sea, y ganarle esas horas al día para entrenar. Voluntad y disciplina.
Salvando esas etapas de la vida en las que somos lo que los demás quieren o esperan que seamos; un hombre o una mujer, si crecen, se transforma en lo que él o ella creen de si mismos. Es entonces y solo entonces, cuando asimilas que si vas diciéndote a ti mismo que no puedes hacer una cosa, es muy posible que termines siendo incapaz de hacerla. Y muy por lo contrario, que si tienes la certeza de que puedes hacerlo, probablemente conseguirás la facultad para lograrlo.
Al final del recorrido, montañeros, ultra fondistas, ciclistas, o deportistas en general, sabemos que es la fuerza de voluntad el eje conductor, el motor de cualquier objetivo que uno quiera alcanzar. Por eso conviene saber que la voluntad y el auto control también mejoran con la práctica; también se entrenan.
Una forma de hacerlo es ponerte continuamente a prueba y tratar de superarte (a ti mismo), abordando pequeños desafíos, y así los desafíos más grandes no te parecerán tan inalcanzables. Si un día nos ha parecido monumental correr cinco kilómetros, la siguiente vez aspiraremos a correr seis... y así poco a poco. Una diez K, una media, una maratón; igualmente un dos mil, tres mil, cinco mil u ocho mil...
Yo, por ejemplo, cuando entreno duro para algún propósito deportivo que deseo alcanzar, me voy marcando poco a poco y gradualmente metas de distancias, horas o lugares, hasta finalizar en algún objetivo o premio pseudo ideológico que sea un capricho o antojo que tenga en la cabeza. Por ejemplo, el pasado año mi último entreno para la travesía del Báltico, fue subir corriendo desde mi casa en Barbastro a Alquezar y bajar sin parar. Siempre había deseado hacer esto a pie, porque hace dieciséis años lo realizaba en bicicleta cuando entrenaba para ir al Aconcagua, y entonces esta cabalgada en bici me parecía una hazaña.
Lograr esto poco a poco, evidencia cómo van progresando tus límites. Si por aquel entonces, alguien me hubiera dicho que dieciséis años después, ese recorrido en bici lo haría corriendo, lo habría tildado de loco.
En resumen: Escoge un objetivo, tu objetivo y proyéctate en él. Por pequeño que parezca. Es tu objetivo. Una vez estimes que lo has conseguido, pasa al siguiente, y así, poco a poco se ejercita la voluntad. Lo mejor, una vez vayas lográndolos, en el camino, te irás conociendo mejor a ti mismo, y sabrás cuál es tu rumbo. Tu camino. Tu voluntad.
Todos tenemos las fuerzas; lo que no hallamos es la voluntad. Y quien logra adquirir la voluntad, halla las fuerzas.

5 comentarios:

  1. Los hábitos hacen que cualquier actividad se convierta en una rutina, pero" No hay vientos favorables para barcon sin rumbo"
    Gracias por traer hasta mi memoria, precisamente el día de hoy un lugar tan querido como Alquezar, me vienen a la mente Manel y Rosa de La Marmita, el Hotel Alquezar, San Martín de la Val d'Onsera, Otín, el punte de Villacantal...precisamente hoy... Gracias

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  2. la voluntad es un jardín
    que hay que cuidar,
    pero la primavera siempre ayuda...

    saludos y gracias por compartir

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  3. Te aseguro que tengo una voluntad de hierro....... PERO MI CAMA TIENE UN IMAN y... jo, me da una envidia eso de saber madrugar y correr tempranito

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  4. Cuanta razón, y para poder “entrenar” eficientemente la Fuerza de Voluntad se debe tener en cuenta tres cosas: Desear ,Esperar y Creer

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