Los lazos del Desierto

Uno debe ser un forastero y afín en todas partes, y de esa manera favorecer que el mundo sea uno.Ya es sabido lo entusiasmado y sorprendido que vine tras mi experiencia en la 23 edición de la maratón de Sables, por la experiencia deportiva, pero más por la vital. Esas dos vivencias, con el paso del tiempo se van diluyendo gradualmente, pero lo que si persevera, son los lazos; los grandes “amigos” que allí hallé. Con algunos incluso nos apodamos “hermanos”.

He pasado esta semana de vacaciones unos días en Sevilla con mi familia. Cuando llegué, envié un mensaje a Julio Becerra de Cádiz (hermano de Sables), para que simplemente supiera que estaba "cerca" y saludarle. Julio no perdió el tiempo, y velozmente informó a Manolo y Gerardo de mi estancia en Sevilla, y estos se pusieron en contacto al momento conmigo para quedar, vernos y ejercernos de guías turísticos y anfitriones.

Manolo (el Hielo) y Gerardo, formaban parte de la divertida y afable Jahima andaluza casi apéndice de la nuestra, con la que tanto departimos y compartimos en Sables. Que gusto verlos de nuevo. En estos tres años nunca habíamos perdido el contacto (gracias a las nuevas tecnologías), pero no nos habíamos vuelto a ver. Podréis entender el lujo de que unos Sevillanos te enseñen Sevilla.... Pues eso: fabulosas tapitas en las tascas mas consagras (Recomendaré EL RINCONCILLO; el establecimiento más antiguo de Sevilla, concretamente del año 1670), fascinantes aclaraciones y explicaciones, compañía de excepción y visitas turísticas. Incluso reparamos en tener un amigo común Barbastrense que se casó con una Sevillana, y que es profesor en la universidad de Sevilla: "Jesús Cambra Fierro", que tras su aviso, inmediatamente se presentó para tomarse unas tapitas con nosotros antes de partir a pasar la semana santa en Barbastro con su familia (el mundo es un pañuelo). Nos reímos mucho con Manolo cuando nos acompañó de turismo, al hallar en la plaza de España, en el sector dedicado a Huesca, un banco con el epígrafe de Barbastro del que él nunca se había percatado. Por lo demás, ¿qué decir de Sevilla...?...¡Fantástica!

No entraré en más detalles. Tan solo agradecerles de corazón su increíble familiaridad y enorme cortesía.

Inspirado en esto, este post pretende ser una reflexión más bien de lo que te aporta el deporte en general, pero en este mi caso concreto Sables en particular. Me habéis leído o escuchado hablar de Marcel, Toño, Luís o Juanma (mi querido amigo Juanma); Jaume, Jordi, Salva, Julio, Xavi, el entrañable Fidel, etc, etc, etc.Hace poco visité con mi familia Burgos invitados y acogidos por Jordi Aubeso y su familia, que a su vez ya habían estado en dos ocasiones en mi casa; En el homenaje a Fidel, nos juntamos con Jaume Tolosa, no sin antes haberlo visitado en su pueblo, y que este nos hiciera de anfitrión de lujo por su comarca, y disfrutar como dos críos; Marcel ha estado en Barbastro varias veces, al igual que Luis, Toño o Salva; Juanma igualmente ha visitado mi comarca en tres ocasiones con su familia, y en junio, invitados por ellos, nosotros (Rosana, Nayra y yo) pasaremos unos días en Torrevieja. Y…, estos días en Sevilla, pues eso, Manolo y Gerardo se han volcado en desempeñar la labor de anfitriones y ... de amigos en definitiva; siempre con la reciproca promesa de visitar el Somontano no solo para participar en la Ultra Trail de Guara, sino también para hacer turismo familiar y barrancos con nosotros.(Bueno, Gerardo ya participo en la pasada edición de la Ultra Trail de Guara , pero repetirá.)

Todo esto, tan solo es para evidenciar los lazos que se tejen entre personas afines en circunstancias únicas. Podría poner muchos ejemplos igualmente en el terreno del alpinismo... Además de muchos amigos colaterales vinculados del mismo modo gracias a la experiencia de Sables como podrían ser Jaume y Cest Teres, Santi, Arcadi, Kike, Dani, Luz, etc, etc...

La participación en estas carreras, no son competición. Para mí significan todo lo contrario: Experiencias únicas, aventuras y finalmente una buena amistad, ya que tanto en la montaña como en las grandes pruebas de ultrafondo, la camaradería se apoya en la reciprocidad, el compañerismo y la atención. Lazos verdaderos que perduran en el tiempo.