lunes, 12 de agosto de 2013

ENTRENAMIENTO CELESTIAL


Poco más de veinte días me separan del anhelado periplo en el Kilimanjaro, y salvo suplementos para la adaptación del grupo (de doce o catorce personas) que sucederán en una cena de confraternización, y una excursión en el Pirineo, y preparar mi material individual, en el ámbito personal estoy totalmente dispuesto.
Mi preparación física ahora pasa por seguir corriendo por el monte... como siempre.
Aún tengo algo de sobrecarga en la cadera, pero sin forzar, esto no me impide hacer unos 50 km semanales, completados con mis escapadas a los barrancos de Guara, donde hallo el mejor gimnasio del mundo: carrera, trepes, destrepes, gateos, flanqueos, equilibrios, oposiciones, natación, cargas, saltos, contrastes frío calor, etc...  
Esta semana tres salidas de 15, 15 y 20 km, y los Oscuros del Balcés:
Oscuros del Balcés, es un hermoso y acuático tramo de barranco en el río Isuala, cuyo acceso está en la carretera HU- 341, por la pista del Barranco Fondo, antes de llegar a las Almunias de Rodellar.
El sábado me proyecté un anhelado madrugón, amparado en la idea de disfrutar de posiblemente mi actividad favorita, hacer fotos, y como digo, de entrenar.
Ya que mi único lastre era la mochila con el neopreno y el bote estanco, la aproximación de unos 45 minutos andando, la realicé trotando. Al ir solo, y dominar lo suficientemente bien un recorrido que llevo haciendo mas de veinte años, lo realicé sin arnés ni cuerda, y así me ahorraba el peso extra.
Los Oscuros por estas fechas, es uno de los barrancos mas practicados de la sierra, por lo que, (como en todos), madrugar le da un plus de particularidad, condición excepcional del entorno, y un ambiente exclusivo que yo siempre busco.
Se trata de un barranco acuático y divertido, pero asimismo, como todos, hay que valorar muy bien el recorrido y el caudal, y si no lo conoces, ir con guía o gente experimentada que te secunden.
Tras la rápida aproximación, de unos veinte minutos, a las ocho y media de la mañana, ya me hallaba inmerso en sus maravillosos laberintos de rocas y río.
El barranco suma dos rápeles, que como digo si eres conocedor del recorrido y hábil con las técnicas de progresión, puedes evitar (yo solo lo hago si voy solo, si acompaño a alguien, por seguridad siempre utilizo cuerdas).
Porque el primer rápel es eludible por un aledaño destrepe de rocas, y el segundo, hay que cursarlo bien, pues para dejarse caer (no saltar) si lleva mucho caudal, el rebufo de su cascada puede ser muy peligroso, y si te obligas con un salto para evitarlo, has de alcanzar el sitio exacto para hacerlo, pues hay una gran roca bajo el agua donde muchos se han accidentado.
Lo extraordinario de este barranco, se encuentra entre ambos rápeles; Allí has de atravesar una oscura y acanalada cueva, cuya desembocadura da a un pasadizo entre dos espectaculares y ceñidas paredes de matizados reflejos y asombroso ambiente. ¡Genial!.
Como comprenderéis, no es lo mismo si transitas por aquí tres horas mas tarde y lo cruzas con veinte o treinta personas mas, bramando y vociferando por diversión, frío, sobresalto, embriaguez o contento...
Yo no vi a nadie, y desde que partí del coche hasta que regresé a él, fueron tres horas de placentero entrenamiento para el cuerpo, pero sobre todo para el instinto, la percepción y el espíritu, en una armonía deferente entre el barranco y yo.
Como siempre apunto, los barrancos de Guara me hace percibir, captar, sentir y deleitar, de una manera muy difícil de resumir.
Estoy deseando que llegue el próximo.












4 comentarios:

  1. Al final me vas a convencer para hacer un barranco en tu tierra. Me gusta mucho tú blog

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    1. Gracias Ingrid. Pues son de las cosas que quien prueba repite. Te gustará.

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  2. Que envidieta todo Javi, Él Kili y los barrancos . Seguro que lo vais a pasar genial!!

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