jueves, 26 de marzo de 2015

CABEZA-CORAZÓN



El corazón siempre te conduce a buscar la pasión de las cosas, la inspiración, el entusiasmo, la satisfacción, y con ello tú camino. En esta búsqueda, es donde reside tú acción y tú fuerza.
Y aunque tu cabeza (que físicamente está sobre tus hombros desde que naciste), siempre te indique caminos que busquen persistentemente seguridad, tu corazón te indica otros que le dan sentido a todo.
Lo sensato y maduro sería llegar a armonizar cabeza y corazón. Porque la inteligencia debería preocuparse de adiestrar y no a asfixiar a tus sentimientos. Pero eso es tan difícil...
Por eso, el deporte es un buen medio para que cabeza y corazón viajen de la mano.
Porque la razón puede avisarnos sobre lo que conviene evitar, pero sólo el corazón nos dice lo que es preciso hacer.
Y como sabemos, lo que hoy siente tu corazón, mañana lo comprenderá tu cabeza (al final siempre lo comprende.) Y por otra parte, la cabeza quizás no, pero el corazón te va a durar toda tú vida.
Cabeza: En el mundo del correr, se usa argot: “técnica de carrera”,“calidad”, “series”,”fartlek”, etc...
Corazón: A mí muchos de estos términos reconozco que me quedan grandes. Siempre me han quedado. Aunque en mi entrenamiento si incluyo sesiones variadas en cuanto a distancia e intensidad, pero se podría decir que más como divertimento y para mantener la motivación, que buscando ningún rendimiento especial. En esencia, sigo simplemente “saliendo a correr por el monte”.
Cabeza: Eso sí, prestando cada vez más atención y estando más pendiente de las indicaciones de mí ya madurado cuerpo, y muy atento a mis percepciones. Empiezo a ser consciente (y ya me ha costado), de la importancia de los descansos físicos, y las treguas psicológicas.
Corazón: Y si, mentiría si no dijera que a todos nos gusta mejorar o como mínimo mantenernos. Y si nos inscribimos en una carrera,  aun repudiando la competitividad, si podemos nos gusta comprobar o demostrar en cierta manera nuestro buen estado de forma presente. Pero esto debe ser un simple aditamento de tu cabeza, y estar siempre por encima la diversión y el corazón.
Cabeza: El deporte popular en general, y correr en particular, creo que está sobredimensionado y muy desmandado (cientos de carreras con precios nadapopulares”, si no más bien “preferentes)...  Y lo que debería ser una simple y saludable actividad deportiva que te ayude a mejorar la calidad de vida, se torna una obsesión, un culto, y peor aún, un compromiso. Y no hay que confundir la necesidad de correr, con el abuso y casi destemplanza por hacerlo...
Corazón: No hay que obsesionarse con ir más rápido o llegar más lejos, en lugar de ello, hacerlo con conseguir un instante de acuerdo entre tú espíritu, tú cuerpo y la naturaleza que te rodea; o con tus amigos si lo haces en compañía.
¿No veis lo precipitadamente que la gente pasa de participar de un 10 km, a una maratón o de allí a una carrera de ultra distancia de cientos de kilómetros?…
Cabeza: Está muy bien que queramos superarnos y mejorar; y es magnífico eso de luchar contra ti mismo y tus limitaciones (por eso se empieza), porque eso te proporciona beneficios físicos y mentales. Pero, ¿y cuando ya los conoces?; ¿Y cuando el correr se convierte en una obsesión, y un medio para medirnos con el de al lado cual inmadur@s quinceañer@s?. Por qué, ¿ Para qué?… ¿Para poder decir a nuestros familiares y amigos (a los demás no les interesa) que hemos ganado a fulati@ (que ni conocen), o que hemos rebajamos un minuto nuestra anterior marca?. ¿Y cuando no consigas ganar a fulanit@, o no seas ya capaz de rebajar esa marca? ¿Te frustraras y abandonarás?... creo sinceramente que mas de un@ si...
Cabeza y corazón: Hablando desde la perspectiva de alguien que corre con “bastante” regularidad, aunque mis participaciones en carreras sean más bien dilatada, en cada carrera a la que asisto observo más y más corredores populares mirando “de reojo” al que tienen al lado, encerrados en una especie de ego de “gran corredor” “POPULAR” y actuando de manera condescendiente.
Quizás la realidad es que de algún modo todos nos divertimos.
El problema de fondo radica en la moderación, en saber dedicar el tiempo necesario e indispensable a lo que sea, y no caer en excesos.
Porque la diversión provechosa nos permite crecer.

CABEZA: Lo de desmandado lo señalo por los precios excesivos y arbitrarios de muchas de estas “carreras populares de todo tipo”.
Cada fin de semana hay numerosísimas carreras en todas partes que evidencian esta moda por correr.
Pero los precios no son nadapopulares”, si no más bien “preferentes”...
Tarde o temprano esta burbuja reventará, y habrá una selección natural … Muchas carreras desaparecerán, al igual que muchos de esos corredores que corren por la cabeza, y no por el corazón.
Hay quienes piensan que divertirse consiste en reír todo el tiempo y hacer sólo las cosas que nos gustan, sin embargo, una buena diversión va mucho más allá de sentirse bien y cómodo.

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