HABEMUS PULKA

Esta mañana, junto con Salva hemos decidido salir a trotar veinte minutos para estirar las piernas y así de paso probar la “conmoción” de hacerlo en estas condiciones. Cuando sales a la calle con estas temperaturas, lo primero que notas es como al inspirar por la nariz, automáticamente los pelillos internos de la misma se congelan y sientes como si se soldaran entre ellos y alguien microscópico te los estirara; si inspiras por la boca, toses inmediatamente tras la primera inspiración, pues el frio te produce un picor en la garganta. La sensación no es agradable, pero te acostumbras al instante. Bueno, pues al final, tras trotar veinte minutos a menos de veinte bajo cero, parece que te calientas e incluso sudas cuando consigues pasar ese primer latigazo en el que los dedos parecen querer dormirse, y la cara duele como si te pusieras sobre ella una bolsa de hielo. Los pies, ningún problema. Parece que estas zapatillas funcionan. Antes de ayer, cuando por obligación andaba con las zapatillas de calle, observe que mis pies se enfriaban velozmente al helarse la suela al contacto con el gélido suelo, y la helada suela trasmitir el frio hacia el interior de mi pie. Pero estas, están muy bien aisladas y aparentemente esto no ocurre. Me he acordado este rato de Phil, la marmota de “Atrapado en el tiempo”, y en si habrá visto reflejada su sombra, lo que significaría, según la tradición de la localidad estadounidense de Punxsutawnew (lo he mirado en internet), que a este frío invierno todavía le quedan seis semanas más. Cuenta la leyenda que el 2 de febrero las marmotas se despiertan brevemente de su hibernación, y si al salir fuera puede ver su sombra sobre el terreno, el invierno durará al menos seis semanas. Mientras corría, miraba mi sombra y yo la podía ver perfectamente. Pero… confío que yo no soy una marmota. Por la tarde, por fin, hemos recogido la “pulka” (el trineo) que será nuestra alargada extremidad trasera, nuestro apéndice o rabo la próxima semana portando todo nuestro material como si de nuestra alargada sombra se tratara. Es de plástico duro pero bastante flexible. De color rojo, y el doble mas o menos que un trineo típico de niños. Unos 150 cm de largo por 50 de ancho. En su parte delantera, que es mas arqueada hacia arriba para evitar la entrada de nieve y facilitar el deslizamiento por superficie irregular, salen dos barras rectangulares de dos metros más o menos que yo creo que son de aluminio revestido del mismo plástico del que está fabricada la pulka. Esta parte plástica de las barras esta soldada “plásticamente” por su parte central modelando como una gran X. En un lado de la x estaría la pulka cogida con dos tornillos, y al otro lado yo agarrado con dos mosquetones a mi arnés. Trineo que en este caso será arrastrado por un grupo de seres humanos mediante unas cinchas sujetas a un arnés completo, muy acolchado en su cintura y unas cintas de cordura mas simples como tirantes. Creo que se llama «pulkista» al que es arrastra o conduce una pulka. Así que a partir de mañana, seremos “pulkistas” . También nos han dado el “SPOT”; el emisor de seguimiento por satélite. Hoy quedará habilitado y mañana lo pruebo . He preguntado a la organización por el otro español que participa, y al igual que nosotros no saben nada de él. No ha pagado la inscripción. Mañana trataremos de saber mas…. Buenas noches. Aquí es casi la una y este Pulkista se va a dormir. El otro ya duerme.